La Pescadería

Cocina de calidad, presentación cuidada y sobre todo poco grasienta. Llegamos sin reserva a cenar y nos acomodaron en una mesa cerca de la cocina. Pensábamos que olería mucho y que habría mucho movimiento de camareros pero no fue así. Y además, como era la única mesa ahí, cenamos muy tranquilos. Pedimos croquetas, milhojas de ventresca, buñuelos de bacalao y kebab y salimos muy contentos. Ahora bien, creo que es un poco caro para la cantidad que sirven. Aún así, seguro que repetiré.

Excelente lugar con muy buena música y muy buen servicio, perfecto para ir a comer o ir a tomar los tragos.

It was insulting to eat here
Long story short — it took over an hour from being seated to having food delivered to our table. Worst of all, it was the wrong order and the food wasn’t even prepared well.
The waiters seem to have no idea how to do their job. We sat for 10 minutes outside waiting to be greeted. Every time we made contact she would just kind of turn away like she didn’t see us. WTF
I had to go inside to tell the bartender/​male waiter I wanted to eat. Even then this guy was not helpful at all. WTF again
After getting the menu, we order… And 10 minutes later the guy waiter comes out to ask us what we ordered again. Bad sign. And he ended up screwing our order up. Thanks for making me wait an hour.
So we had
1. Asparagus onion — asparagus was like chewing straw. They didn’t even cut the ends off. Onion wasn’t cooked properly. Portion was small for 7 euros. Not worth it
2. Pork kebab with yogurt — came with a Greek salad which was questionable and surprising since the menu never mentioned it. It’s supposed to be an entrée of meat and yogurt. At least mention the salad so I don’t double up on the vegetable dishes. The tortilla the pork came with was crispy and delicious. Other than that, meat was cold. Salad was basic. It was supposed to be a freakin pork Kebab.
3. They forgot our squid and side padron peppers
Overall pretty disappointed with the service and quality of food with this place.
1. Didn’t service in a timely manner
2. Poorly prepared food
3. Lack of attention and mistake on order
Would give this place one more try, but if I were to experience something similar like this, I would pretty much boycott this place. Just my honest opinion.

Estupendo restaurante! La estética está muy cuidada y la decoración es moderna y acogedora. El restaurante es muy grande y es agradable para parejas y grupos.
La comida es variada y no es como la de los restaurantes que florecen como champiñones en Madrid, con misma comida y misma decoración.
Muy recomendables los tacos de rabo de toro, la ensalada de pato, el salteado de gambas oriental y las tartas de Lima y la de chocolate (con regusto a plátano!).
Comimos un grupo de 8, con vino, cervezas, varios platos, postres y cafés por 20 €/​persona.
Muy buena calidad y servicio.

Nice place for sitting outside in the early evening for a coffee or a cocktail/​beer. The service is friendly and quick. The food looks great. But, I didn’t try it. Maybe next time!

La última vez que fui me había gustado mucho el sitio por el ambiente y la decoración, sin embargo la comida no me había acabado de convencer. Esta vez si me ha gustado mucho! Pedimos langostinos con mango y aguacate, sashimi de corvina, unos tacos de rabo de toro en salsa verde brutales! Luego pedimos una variado de carnes argentinas para terminar.

Pocos son los sitios de los que quiero probar toda la carta y este es uno de ellos, me haré asidua!!!
Tenía ganas de venir a la pescadería desde hace mucho tiempo y la espera valió la pena.
La decoración es genial, tipo
Industrial con terraza interior, amplio, con mesas de tamaño normal y mesas altas.
Las Cañas muy bien servidas, frías y con la espumita justa.
Comimos:
— tratar de langostinos, con aguacate y mango
— ceviche de corvina
— tacos de rabo de toro
Todo increíble, de verdad
No puedo recomendar más un plato que otro, todo esta de
10.
Los postres, sí puedes evítalos, no dicen nada Nuevo y hay tantos sitios de postre cerca que lo puedes aprovechar.
Vuelvo seguro !!!

Nada más entrar se nota que es un sitio donde cuidan hasta el más mínimo detalle. En un segundo ya me sentía como en casa de mi mejor amigo. Todo es amabilidad y preocuparse por que te sientas que vas a pasar un buen rato.
Nos sentaron en la mesa, y te das cuenta de los diversos ambientes que tienen, asi que es un sitio perfecto para ir en pareja o con un grupo de amigos.
Pedimos algunos de los platos más significativos: croquetas, tartar de salmón, steak tartar, rabas, y alguna cosilla más. Los más complejos, los dos tartars, simplemente son espectaculares, si puedo poner un pero es en las cocretas, aunque estaban bastante buenas, y no estaban a la altura del resto de platos… lo cual no quiere decir que fueran malas ni mucho menos.
Los precios me parecieron perfectos para la combinación de sitio, servicio y comida. Sin duda lo recomiendo.

Un ambiente moderno, con cocina cuidada y calidad buena aunque quizás un precio excesivo para la poca cantidad que ponen.
Pros: Cocina cuidad y ambiente chulo y moderno
Contras: Mucho güiri y algo carete
¿Qué si lo recomendaría? Sí, creo que merece la pena aunque sea solo conocerlo.
Pedimos el tartar de salmón y la verdad es que estaba exquisito.
Un par de cervezas y el tartar salio por 17 €

Caña y vino blanco = 5 € Me parece carete la verdad.
No me gusta eso de que me pongan la bebida y me digan: es tanto, para pagarlo en ese momento. Entiendo que tendrán sus motivos pero a mí no me mola eso.
Había estado el verano pasado un par de veces y la verdad no recordaba esos precios. Tampoco recordaba el ambiente que había el otro día. Para mi gusto, demasiado «pijerío».
Y poco más que añadir.

Ya he ido un par de veces y repetiría sin duda. Gran espacio estupendamente decorado, al mas puro estilo malasaña. La cocina es original y deliciosa. Probad el kebab, es espectacular. La carta de vinos esta cuidada y puedes disfrutar de una buena copa con el postre. No lo dudes: reserva.

Calle Ballesta en su cruce con la Calle Corredera Baja, barrio de Malasaña, restaurante de diseño del barrio y muchas ganas de ir tras una tarde buena de teatro. Esa fue la antesala a nuestra visita a la Pescadería; con un pequeño truco, tuvimos que reservar con antelación, porque si no y en fin de semana es muy complicado. Mi experiencia fue realmente buena; el local una pasada, un ambiente entre new yorkino y malasañero. Distintos ambientes que te animan a repetir. Nosotros estuvimos en un patio muy bonito, con plantas y estilo corrala. La comida realmente buena, una ensaladilla rosa, hamburguesa La Pescadería y una mollejas exquisitas, distintas. Precio medio de 35 € la pareja y aceptan los ticket restaurante. Así que no os queda otra que acudir al local para disfrutar como yo de esa experiencia. ¡A por ello!

Es la segunda vez que vengo. Aún estando vacío el local, intentan sentarte fuera, en las mesas altas. Dije que no. Y te sacan al patio donde las sillas son muy incómodas y encima hace un frío que pela. No entiendo porque no dejan sentarse dentro. A las 16.00 de un lunes y estando vacío, dudo que les llegue un grupo. Cosas que no entiendo. La próxima vez que venga, si me hacen sentarme fuera o en el patio me iré. La atención y la comida bien

Es la segunda vez que he estado es La Pescadería.
Me parece que es el tipo de sitio que se ha puesto de moda y está un poco hasta la bola hasta que se pase un poco.
Lo camareros son atentos, pero están desbordados.
La comida es más que correcta para la calidad/​precio.
Destacaríà la Mini parrillada. Estupenda para los 12 € que cuesta.
Un fallo (pero y es muy personal: que se han apuntado a la moda en Madrid de echarle cilantro a todo; hasta la rabo de toro!!!)
La decoración muy de la malasaña actual; moderna con toque clásico madrileño.
Definitivamente mejor venir entre semana, más tranquilo/​agradable.
Recomendable!!!

De los nuevos sitios que están abriendo, todos ellos clones de decoración vintage dirigidos para «modernos hipster», en Malasaña éste merece especial atención. Buena atención, el local muy bien. Una pega son los taburetes altos cuyo respaldo es muy bajo y un tanto incómodo. No tienen terraza. La que hay es de otro bar de la calle. Una carta muy interesante.

Wow! Es tan bueno como dicen. Bueno, le falta la quinta estrella porque justo esta noche estaban haciendo no sé qué pruebas, para desesperación de la adorable maître-​encargada, y no paraban de poner y quitar un aire acondicionado gélido. Pero algo debe tener este sitio cuando un martes por la noche estaba casi lleno hasta los topes…
Aún así fuimos dos personas sin reserva y nos encontraron un hueco en una especie de reservado con 1 sofás Chester donde parecía que estábamos en el salón de casa. ¡Más intimidad imposible! La verdad es que la decoración es preciosa, vintage, de estilo nórdico y con muy buen gusto. Cada rincón tiene un encanto.
Compartimos unos tacos de rabo de toro, riquísimos, con una original combinación de piña y el castizo rabo. Luego yo pedí un ceviche de lubina que me pareció exquisito y mi acompañante la hamburguesa, también riquísima y con patatas caseras, esa rara avis.
Nos habían hablado de un tiramisú delicioso pero que solo tenían en el menú del día del mediodía. Sin embargo, preguntamos por él y esa encantadora encargada nos lo trajo sin dudar. Y SÍ, estaba exquisito!
Salimos a 42 € (sin vino, bebimos refrescos), un precio nada loco para un sitio tan mono, tan de moda y en pleno Malasaña. Un lugar al que hay que volver y que sin duda es uno de los mejores del barrio en este momento. ¡Perfecto para cenas!

A pesar de lo grande que es, está claro que su buena comida da sus frutos y es muy difícil –si no imposible– encontrar una mesa si no reservas. Probamos en la barra varias cosas, entre ellas las alitas de pollo y los buñuelos de bacalao con salsa de piquillo. Espectaculares los dos, los recomiendo. La presentación de las rabas al estilo patatas fritas le da un toque divertido que se agradece, se nota el gusto por los detalles.
Hablan de detalles, uno que me atormenta: la tipografía usada para el logo no debe tener tildes, puesto que en todos lados se lee «La pescaderia», sin la tilde en la –i-​. Cosas mías :P

After days of Iberico ham and bread, my boyfriend and I were dying for something light. Stumbled upon this place while walking through the neighborhood near our hotel. Our American appetites had us in there before the real dinner crowd starts up, but it was very good food. Grilled asparagus and onions, octopus carpaccio, and the mussels! Cheese plate for dessert and an excellent white wine! Def go here if you want something different after being hammed out.

Un sitio agradable, puesto con muy buen gusto. Tapas españolas correctas y camareros agradables. Habrá que probar de nuevo.

Estábamos caminando por Malasaña buscando donde tomar una caña y nos llamo la atención La Pescaderia por su aspecto, desde fuera puedes apreciar un local amplio con una decoración en madera y blanco.
Llevan abierto 5 meses y creo que ya es un lugar bastante conocido que empezara como uno de los lugares mas de moda de Madrid, tanto por su comida como por la coctelería que no pudimos probar pero tenia muy buena pinta.
Ayer jueves a las 22:00 estaba a tope y todo el que entraba era con reserva por lo que tuvimos que conformarnos con quedarnos en la barra.
Pedimos dos cañas con las que nos pusieron una aceitunas bastante ricas, al ver los platos que nos pasaban cerca decidimos pedir un par de platos para probar.
Nuestra elección fueron las croquetas de cabrales y la ensalada con magret de pato. La ración de croqueta trae 4 pero de un tamaño bastante grande y yo que no soy nada amante de las croquetas puedo decir que el sabor intenso del queso le daban un sabor espectacular, la ensalada para mi era pequeña para las ensaladas que ponen en otros lugares pero la verdad es que estaba riquísima esa mezcla de magret con almendra garrapiñadas le daban un sabor único y para acabar pedimos una tarta de Zanahoria que a la vista parecía que estaba como cruda pero al probarla tengo que decir que estaba muy buena.
La atención del personal esta bien pero creo que podría mejor mucha para el local que es.
Me quede con ganas de probar otros platos mas especiales así que la próxima haré reserva.

Interesante aunque las raciones cortas y lo de no usar la doble puerta, con el frío actual de la calle un desacierto.
La comida rica aunque, como digo, un poco escasa. Habrá que probarlo al menos un par de veces más para ver qué tal el menú del día y la experiencia para cenar.