La Cocina de Mi Vecina

Mañometro: Pachin-​Pachan
Y es que el amor no surgió entre «La cocina de mi vecina» y yo, tal vez fuera el trato recibido, la rigidez y tosquedad de su dependiente, o que no me pareció una comida para tirar «cobetes» (como dirian en mi pueblo), no sali demasiado satisfecho vamos …
Que eso no significa que no sea un sitio fantastico, cerquita de la calle espiritu santo encuentras un lugar decorado con muy buen gusto, baratillo y con un menu que cumple con aprobado alto. El problema es que Madrid es tan tan grande … y tan tan potente, que a veces lo correcto, no basta.

Dos son las veces que he estado en este local, y es bastante raro teniendo en cuenta que vivo literalmente enfrente. ¿Por qué esta poca afición a este local? Relato mis dos experiencias:
— La primera vez que fui, era sábado y me había levantado sin nada para desayunar. Estaba muerto de hambre y bajé raudo pensando en las deliciosidades que seguro me esperaban para desayunar. No sé, el nombre del local y su aspecto me hicieron pensar que tendrían buena variedad de viandas para montarte un desayuno en condiciones. Pues no. Lo que me econtré fue 3 tipos de bollos diferentes muy normales, café y zumo… Pero ojo, que pedí un zumo de naranja y me diheron literalmente: «No te recomiendo que te lleves el zumo de naranja, vas a tener que esperar mucho tiempo» …
— La segunda vez, le di otra oportunidad al menú dirario, y la experiencia fue peor. Las opciones se basan en ensaladas o pasta (ésas serían las opciones de primer plato) y trozos de pizza/​panes de sandwich con ingredientes encima de diversos tipos (ésas serían las opciones de segundo plato). Y todo esto por el modico precio de 9 € (!!!)
En fin, que se lleva las dos estrellas porque la decoración es mona.

After a stellar recommendation from a friend, I found my way to La Cocina de Mi Vecina a couple months ago and haven’t looked back. It’s a perfect alternative to Starbucks — quaint and cozy, non-​intrusive but hip background music, free (and dependable) wifi, and healthy food to boot. They’ve recently rearranged the café’s set-​up, but the walls are still flanked with local artists’ work. As far as seating, there are spaces for couples and singles, as well as a big family-​style table for those who don’t mind sitting next to the occasional stranger (or new friend, depending on your style!). The menu is reasonably priced and includes tostas, salads, empanadas, and a variety of fresh-​squeezed juices and aromatic coffees. The friendliness of the wait staff is hit or miss, but all in all it’s a homey venue that keeps me coming back for more.

Zumo de pera y limón. Debería ser absolutamente obligatorio en todos los bares y restaurantes del mundo. Deberian regalarlo al salir del metro, he de decir. Madre mía, qué cosa tan rica en un espacio tan reducido… O no, porque la verdad es que este zumo, que me prepararon porque no les quedaban en ese momento naranjas para hacerme el que venía incluido con mi desayuno, venía en un vaso de un tamaño dmonumental.
Pedí el desayuno que incluía tosta de tomate y café con leche, que es un poco mi favorito de siempre. Muy bien preparado todo, la verdad, el café muy rico y la barrita tostada en su justa medida. Y el tomate recién rallado, y si no estaba recién rallado, lo parecía.
Finalmente, destacar lo mucho que me gusta el local. Nunca había entrado, movido un poco por la típica pereza de «este es un sitio para modernos» y nada más lejos de la realidad. Bueno, no, es un sitio de modernos, pero tampoco se nota tanto, que es lo importante. Además, había salido sin dinero (¡Seré bruto!) y me dejaron pagar con tarjeta pese no llegar al mínimo. Lo que agradecí muchísimo, claro.

I stumbled across this place on the way to another café and liked it so much went back a few days later. If you’re looking for a spot with reliable wifi, good snacks and refreshing drinks, this fits the bill. They have everything from coffee to fresh juices along with salads, tostas, empanadas, pasta and some cakes. Everything I’ve tried has been quite satisfying, my only quip with the place is the service. Last time I stopped by, one of the servers was rather short when it came to taking our order and serving the food, almost like we were an inconveince to her which is never comforting.
Besides that, it lives up to it’s name of being a neighborhood kitchen, perfect for taking a break with a friend or being productive on your computer!

Yo no sabía que los modernos comen pisto manchego. Lo descubrí aquí.
Compartiendo mesa con unos desconocidos, nos comimos además un pollo al curry muy rico. El café ya lo dejamos para otro bar, porque empezábamos a estar algo incómodos en el taburete.
El servicio nos pareció muy bueno, con unos camareros con pluma, muy maternales y simpáticos.

Si te gusta la pasta de calidad y quieres probar unos ñoquis frescos realmente buenos y otra pasta fresca de alta calidad te recomiendo que vayas a comprarlos a este sitio. Luego te los cocinas en casa y ¡alucina vecina!
Además es un lugar ideal para merendar, desayunar, tomarte un batido, un té. Es un sitio muy bonito y acogedor. No es muy grande pero suele haber hueco.
Los dependientes son agradables aunque un poco ineficientes. Supongo que es cuestión de experiencia. No hay nada que el tiempo no pueda arreglar, o sí.

Lugar en el que los vegetarianos ni se quedarán con hambre, ni les faltarán las opciones. Quienes atienden se interesan por si el cliente ha quedado satisfecho, emprendedores que apuestan por la elaboración de la comida casera aunque se trate de platos sencillos, que por los menús de viandas preparadas. El nombre es bastante acertado, evocando al domicilio de las madres de tus amigos de la infancia donde siempre pretendes almorzar para hallar sabores diferentes. Los más prestigiosos cocineros tratan de buscar que el cliente cuando pruebe sus platos evoque la rica comida de su infancia, por eso no en una casualidad que así se denomine. Y sin ser alta cocina, un poco de eso tiene. Por supuesto no en el precio, que es bastante asequible. Muy recomendables sus postres.

Es uno de mis sitios preferidos para ir a tomar un café tranquilamente, me gusta mucho la mesa-​barra central, donde nos sentamos todos alrededor, es muy acogedor. Ademas de precio esta bastante bien, aunque depende del camarero que te toque la ración de tarta es mas o menos grande, pero esta muy buenas y ademas son caseras.
Un día me deje aconsejar por uno de ellos en un supuesto zumo que era buenísimo y sanísimo, y bueno, sanísimo seria mucho, pero malo estaba un rato!