Mi nota baja es porque me han puesto una Erdinger de barril que parecía una sidra más que una cerveza de trigo. Además se les había terminado la Grevensteiner, y en mi opinión el camarero debía haber salido al paso ofreciendo una cerveza similar.
Joy F.
Classificação do local: 3 Madrid
Cervezas muy ricas de todos rincones del mundo… Alemania, Bélgica, ¡incluso Inglaterra!(Pero seamos honestos ¿quien querría una cerveza inglesa? ;) Ayer, después de sólo un poco de dificultad en buscarlo, mi colega y yo por fin encontramos Kloster, muy cerquita de la plaza de Bilbao. Llegamos sobre las 23:00 y todavía había espacio y incluso algunas mesas libres, y en una de ellas nos sentamos enseguida. Un camarero se nos acercó para darnos la carta de cervezas(¡enorme!) y un plato de frutos secos/patatas fritas etc. Después pedimos dos cervezas, una Kwak(la pedimos más que nada por su vaso muy diferente) y una Erdinger. Las dos muy ricas y muy bien tiradas, y muy adecuademente servidas en sus propios vasos(algo que destaco mucho en las cervecerías). Para las dos pagamos un pelín más de 9 euros en total — un poco caro pero normal para cervezas de importación. En fin, es un sitio muy tranquilo y con buen ambiente. ¡Lo recomiendo!
Derrick A.
Classificação do local: 5 Toronto, Canada
If you are in the Tribunal, Bilbao or Quevedo area, you must make a trip over to Kloster. They have an amazing beer selection(Erdinger being my favorite), awesome staff, give you increasingly better tapa’s with each order(Starting with olives, potato chips, roasted sausages, and so forth) and generally have a great atmosphere. With that said, it is what it is, a great place to drink great German/Belgian and other beers — not recommended as a place to eat dinner per se, although they do have an extensive menu and seating downstairs.
Carlos H.
Classificação do local: 3 Madrid
He ido un par de veces a esta cervecería después de ir al cine y me da buen rollito. Antes parece ser que se tocaba jazz allí mismo, por eso quedan aun los recuerdos en las paredes e incluso en el mobiliario de la cervecería. Lo que no es muy recomendable es su precio. Suele ser bastante caro, por lo que si vas, tomate tu cerve, que tienes una gran variedad para elegir y listo. El local consta de 2 plantas. La primera de ellas con una barra en forma circular y sitio para sentarse con banquetas donde puedes tomar una cerve con una tapita, pero es mejor la parte inferior, mucho más tranquila donde puede sentarte a cenar o tomar algo. Lo más curioso de este sitio es que escuchas jazz mientras te tomas la cerveza.
Nuria G.
Classificação do local: 4 Madrid
Antiguamente era una cueva de Jazz en donde se tocaba música en vivo. Gracias a este gobierno y a su progreso«Esperanzador», ha quedado la cueva. Para suplir la falta de música en vivo y seguir con la tradición, pasan muy buen jazz, por lo que el ambiente es animado pero sin punchi punchi. El otro tema son las cervezas: una carta nutrida con las mejores cervezas del mundo(Bélgica y Alemania), tanto en botellines como de barril. Se puede optar entre rubias, tostadas, turbias, negras, blancas… de todos los colores y graduaciones(desde los 4 a los 15 grados). Los empleados, además, no sólo son muy buena onda sino que además saben tirar la cerveza: esto es ¡¡con espuma, por favor! que la Mahou no tiene porque ni es cerveza ni es buena, ni es belga. El fuerte no es la comida pero para acompañar los brebajes hay frituras(croquetas, patatas con salsas, aros de cebolla).
Miguel Ángel M.
Classificação do local: 4 Madrid
Si es por la música que resuena en el local, el sitio parece el complemento ideal a la salida de una de las actuaciones en la sala Clamores, clásico escondite para los amantes de esta disciplina ubicada a escasos cien metros de la cervecería. Si es por su grifo de cerveza en forma de saxofón la vocación queda realmente clara. Una amplia carta de cervezas internacionales es el reclamo fundamental de este sitio que se divide en dos plantas. La superior, pequeña y con muy poco espacio más allá del pegado a la barra, y la de abajo, con mesas reservadas a comidas. Su oferta gastronómica parece mimetizada, más o menos, de la de los países europeos con más arraigo cervecero. Sus salchichas las traen de Alemania y los precios los cobran dentro de estándares aceptables en la internacionalidad de la oferta.