Harina

He venido a hacer tiempo y, como no había desayunado, he optado por un desayuno tradicional: zumo de naranja, café, dos tostadas de hogaza y cruasán (puedes elegir dos cruasanes pequeños en su lugar), que es como un minibrunch. Eso me ha costado 8 € (8,8 € en terraza), lo cual me ha parecido correcto. El café estaba bastante decente, la verdad.
Estaba bastante lleno y el flujo de gente es constante; supongo que su ubicación tendrá que ver. A pesar de ello, el servicio ha sido demencialmente rápido: no exagero si digo que no han tardado ni dos minutos en traerlo todo. Solo he echado en falta que el pan estuviera un poquito más tostado.
En general, la experiencia ha sido buena, pero al final me dieron mal las vueltas, pero lo he dicho y entonces me las han dado bien.

Harina is located super close to park del retiro. They have nice awesome «breakfast» (not your American breakfast) the Spanish one I had while I was there. The place is super cute and so were the waiters. Esos españoles I mean the food was delicious and their presentation is super cute. I had the protein breakfast.

Últimamente estos sitios, en mi opinión, se están poniendo demasiado de moda. La moda de los brunch y de los desayunos tipo «king-​size» no es algo que me disguste pero creo que a veces esa moda da lugar a la sobrevaloración de lugares como Harina.
La decoración y el sitio sin duda lo merecen, pero para lo que tienen y ofrecen es caro. Quiero decir, se que estoy pagando por estar en plena puerta de Alcalá, en una panadería «artesanal»… pero no creo que un desayuno deba pasar los 3 €.
Los camareros son simpáticos y el local muy agradable pero solo merece la pena si vas a tomar algo más que una tostada, un café y un zumo.
Las tartas quizás son lo mejor de la carta y lo que más se disfruta al pagar. Si quieres quedar bien con unos amigos o alguien especial llévalo a Harinna. Si no… mejor ve a un bar de toda la vida a desayunar.

We stopped in around 9pm. Food was very good and the lemonade was Amazing! We will be going back before we leave.

Sure its a little pricy, but it has the freshest quality of vegetables in salads and sandwhiches. It tastes clean and yummy. Beautiful interior. Friendly waiters. The heated COOKIE with ICECREAM is amazinggggg so good a musthave. A little to sweet and need to drink coffee or tea with it though. And the chicken hamburger is clean and yummy and so is the wrap. Hidden gem. Not sure why the rating is so low.
Also, the pizza and salad lunch deal is the catch. 10 Euros only for a full whole pizza, great quality, they clearly bake it when you order, cuz it’s fresh and the cheese really stretches out. The pizza you can choose, the salad, you can’t, but it’s an amazing fresh salad with a great vinagerette dressing.

La verdad que este sitio es genial pese a ser carete. Pero merece la pena por varios detalles. La ubicación es privilegiada. Si pillas ventana, o hace para terraza, estás viendo la Puerta de Alcalá con todo su trajín de coches y turistas haciéndose fotos.
El café está muy rico, que no en todos los sitios se puede decir. Y luego si quieres acompañar al café tienes desde la típica tostada, pero de diferentes clases de panes, hasta tortillas diferentes, pastelillos, quichés… Vi a un chico tomando un huevo pasado por agua con un zumo de frutas con una pinta… Y eso yo no lo había visto poner para desayunar en ninguna cafetería. Al parecer tienen el Obrador detrás. Puede verles trabajar por una cristalera. Yo no vi a nadie. Pero allí estaban los chismes y todo lleno de harina.
Los camareros son muy amables y majetes.
Además si te quedas con ganas de más tienen panadería y te puedes llevar bizcochos, pasteles o pan para casa.
Eso si, prepara la cartera… 2,30 el cortado. No digo más.

Pues lo primero que quiero comentar, ya que había leído reseñas con el tema de los camareros, es que el que nos atendió a nosotras fue muy muy amable, incluso cuando se nos fue un poco la cabecita y decidimos terminar la reunión, que a eso fuimos, en la terraza y «a pelo» porque no tienen estufitas al menos el día que estuvimos.
Yo no pagué la cuenta ni me fijé en los precios, porque estaba a otras cosas de la reunión así que sobre sus precios no puedo hablar.
El local por dentro es monisísimo y, como os decía, además de atendernos muy amablemente, fueron rápidos, y eso que estaba el local bastante lleno. En la mesa de al lado estaba Caco Senante, que también parecía reunido con muchas personas… ¿Qué tramarían? ;P
Y ahora van «miss peguitas»: no es un buen sitio para reunirte si está tan lleno. Llegó un momento en el que no nos oíamos por el ruido. Por otro lado, pedimos unas tostadas con jamón y tomate y el tomate psssssss, diría que es de esos que ya vienen hechos. Con lo rico y lo fácil que es hacerlo con unos ricos tomatitos :)

Psé, así podría resumir mi experiencia en Harina, y lo he intentado, eh, porque el local es monísimo, está en plena puerta de Alcalá e invita a entrar. Pero es muy caro, el producto no lo merece y los camareros tampoco hacen que la experiencia mejore.
He probado sus limonadas, el café y algunos de los dulces que tienen. La limonada está bien, pero por ejemplo la tarta tatin de manzana fue MEH total.
Supongo que su público es básicamente extranjero que busca un sitio cuqui para hacer una parada técnica y con eso tienen suficiente. Pero para el día a día desde luego no es, en la zona hay otros sitios con mejor oferta y mucho más recomendable.
El local es bonito, amplio y la terraza agradable, pero ahí acaba todo su encanto.

This is a cute little breakfast place very near Gran Via. The location is outstanding but on a cool morning it does not get the sun that the other places on the roundabout get which can make dining out a bit chilly.
The coffee was exceptional. But it always is in Spain. Simple café con leche executed to perfection.
Breakfast options were limited and although the quality was good, I did not have many options outside the traditional toast, olive oil and tomato breakfast. Nothing outstanding though and they served an average grade olive oil from a small container rather than a high end variety like across the road at Cappuccino’s.
Good selection of breads and overall a nice little bakery, but not a great breakfast option with several better places very close by.
Price was about triple what you pay in Sevilla, and about 30% high for Madrid. Really about average is all I have to say.
You expect more in Madrid.

I can’t really write a review because I didn’t eat or drink a thing here. I stopped here on a nice night for a drink before heading to dinner. The place was packed with similar people enjoying the view of Independencia which is why I ordered and cancelled my sangria, after waiting for 15 minutes. Looks like a cool bakery and a nice place to have a drink with friends – I just couldn’t get served that particular evening :)

Entre normal y meh, la verdad. La semana pasada estaba de vacaciones, y un amigo canadiense estaba de visita relámpago (unas horas) en Madrid, haciendo escala. Así que decidí sacarle a que viera un poco mundo porque, aunque no era su primera vez en Madrid, sí que era la primera vez que tenía oportunidad de pasear un poco y ver cosas de verdad de la buena. Así que, como hacía un día tan bueno, dimos un paseo larguísimo pasando por algunos de los monumentos, hasta que decidimos encaminarnos hacia el Retiro.
Una vez allí, y con toda la caminata, nos apetecía tomar algo, así que decidimos sentarnos en Harina. Al fin y al cabo tiene una terracita en la Plaza de la Independencia de lo más cuca, pese a que todos los coches pasen constantemente por allí y haya un traficazo de mil demonios.
Me gustó que, al estar en un lugar tan turístico, los camareros hablan inglés, y eso me parece muy bien. Pero me sorprendieron también dos cosas extra: lo terriblemente secos que son los camareros, o no secos, más bien desganados. Como si la cosa no fuera con ellos. Y por otro lado, me sorprendió el precio de las cosas para lo que es, bastante caro. Me quedé sorprendidísimo, dudo mucho que vuelva allí.

Es el q esta en la puerta de alcala?. Madre mia esta todo buenisimo

Ubicación genial, frente a la Puerta de Alcalá y el Retiro. Ideal para tomar un licuado y un buen desayuno y/​o merienda. Pan artesano y producto para celíacos. Menos recomendable al mediodía, peor servicio.

Bueno pues a mí Harina no me da más amigos… lo principal es que me parece muy caro para lo que es, o igual yo no he sabido hacer buenas elecciones, todo puede ser.
Merienda-​cena, venimos con hambre, dos sandwiches que en realidad son dos medios sandwiches, de pan muy fino y bueno, sí, ricos, pero que te lo tomas y el hambre incluso aumenta. No recuerdo cuánto costaban pero eran caros para lo que eran.
Dos cafés con leche, bien, ricos, normales.
Y pedimos también dos trozos de tarta, yo me decanté por la de fondant de chocolate con frambuesa, rica, pero un trocito, no esperes un trozo digno.
El sitio muy mono, la ubicación es espectacular, pero ni siquiera los camareros eran simpáticos.
Salí de allí con ganas de no volver.

Esta ha sido una de las mayores decepciones que me he llevado nunca. Cuando abrió este sitio yo pasaba todos los días de lunes a viernes por delante y me decía que cómo molaba, que tenía que entrar un día a probarlo, y que ya era hora de que el mundo moderno llegase a Madrid. Con el paso de los años lo fui dejando, hasta que ayer nos surgió la oportunidad de merendar fuera y nos pilló bien por zona. Creo que una y no más.
Para empezar, los camareros son bastante pasivos; no son desagradables ni trabajan mal: sencillamente es que lo hacen con desgana y tienes que abordarles para que te atiendan, aunque es perfectamente comprensible cuando la mitad de tu local está ocupado por hordas de niños sin educar con padres a los que no les importa que machaquen al resto de clientes. Este detalle sería muy importante ya por sí mismo, pero no es culpa del local realmente (aunque podrían defender a sus clientes de sus otros clientes).
Decides obviar todo esto porque el sitio es mono en su minimalismo y sus muebles de jardín avejentados, y coges la carta y eliges lo que quieres; abordas al camarero, te dice que muy bien, y al rato viene y te dice que lo que quieres no lo tiene, pero te ofrece otra cosa que no tiene demasiado que ver. Dices que bueno, que vale, que a falta de pan buenas son tortas, y en este caso era un croissant en vez de tortas y he de decir que estaba buenísimo y trajo a mi mente recuerdos de países más avanzados en lo repostero que este, pero ni así creo que vuelva a pisar este sitio.
Porque no son solo los niños ni que no tengan una cosa simple que pone en su carta que sí tienen ni que los camareros pasen de todo: es que pides un cacao con leche y te ponen un vaso de leche fría con Cola-​Cao, pero te cobran el doble que en cualquier otro sitio. Es que el café es malo. Es que pedí la cuenta, se cobraron y no me trajeron las vueltas tras esperar 10 minutos en los que, obviamente, se habían olvidado, y tuve que reclamarlas.
De verdad, no sé si el resto de productos serán tan maravillosos como parece clamar casi todo el mundo, pero para mí no justifican el servicio horrible ni el resto de sufrimientos; les iría mejor si se dedicaran solo a la venta de pan y se olvidaran de la cafetería.

El sitio me gusta, la decoración también, sus panes de aceite y castaña igual, el pan de aceitunas me vuelve loco, los precios me sacan de quicio… por inmerecidamente caros para el producto que ofrecen (al fin y al cabo hablamos de harina, agua, sal y poco más). Ahí queda eso.
[H]arina, que es como se escribe verdaderamente su nombre, parece sacado de la versión española de la revista AD y su ya tradicional tendencia al tema del reciclaje, lo industrial y al decapado en tonos blancos. También podría ser la versión española de una recién recuperada casa de la campiña francesa expuesta para alguna «Comptoir» especializada en complementos para casas. O porqué no, también puede ser una de esas cafeterías que pueblan New York; tan de madera, tan de pizarritas, tan blanca y pulcra.
Aparte de la lentitud a la hora de atender y servir las mesas, algo tiene Harina que no me convence… probablemente sea el tipo de público habitual; mucho carrito de niños, muchos niños junto a sus gritos y bastante turisteo despistado.
Las panaderías en Madrid están de moda, de eso no hay duda.

Justo enfrente de la sempiterna, icónica y neoclásica Puerta de Alcalá, esa misma a la que cantábamos desgañitándonos los de mi generación, allá por las postrimerías de los años 80.
Esta panadería cafetería decorada en blanco inmaculado con ese aire rústico que hace tiempo que está en plena efervescencia decorativa entre muchos locales a nivel global, transmite con coherencia la filosofía de esta tahona moderna y sala de degustación: la recuperación del sabor auténtico del pan y de sus derivados realizados con los diferentes tipos de harina. Mobiliario de madera blanquecina, sillas de hierro del mismo color, bicicleta de color albino con cesta delantera que sirve de improvisado revistero para recoger los diarios y revistas de uso de los clientes y suelo del mismo color que la nieve. Oferta de productos escritos en láminas de latón con forma de corazón colgadas del techo. Un amplio elenco de panes como ecológicos, de espelta, de centeno, etc. bollería, tartas de zanahorias, frambuesas, y también oferta salada.
El servicio de brunch está disponible todas las mañanas de la semana, dejando de ser patrimonio exclusivo de sábados y domingos resacosos y de trasnocho, esos que nos levantamos a la hora del mediodía con ojos perezosos, que juntamos dos comidas en una y que salimos a la calle con gafas de sol modelo soldador para que la luz del día no borre los recuerdos de la noche anterior.

Luminoso y con olor a pan invita a entrar. Puede que el estilo minimalista no sea para todos los gustos, pero la calidad de la comida vale la pena. No solamente el pan y la bollería merecen fama sino también los platos calientes. Comida casera muy buena y menús durante la semana. También el servicio ha sido rápido y amable. Lo único que podría criticar es el nivel de ruido. La acústica no es buena al fondo, con el ruido de los platos y de las otras mesas … es cansado.

Excellent. Not only was the food fresh and flavorful, but healthy and served is a refreshing café atmosphere. Also, the service was outstanding. (The waitress actually apologized to me for not greeting me sooner after waiting only 2 minutes.) highly recommend!

3,5
Emprendimos nuestra marcha ANDANDO desde Antón Martín (con lo fácil que hubiera sido ir en metro), para llegar a la panadería-​cafetería Harina, situada en la Plaza de la Independencia (que para que me entendaís es en la que se encuentra la puerta de Alcalá). Por supuesto, cuando la vimos nos faltó tiempo para tararear la famosa canción de Ana Belén como personas originalisimas que somos.
El local es divino con todas las letras menos la B. En tonos blancos todo, de madera, con sillas de forja y flores, tan cuqui y tan New York. El sol era lo que menos nos apetecía así que entramos a desayunar dentro. La carta tiene infinidad de cositas, y diferentes «packs» de desayunos (caprichoso, light, rico en fibra, antioxidante…). Yo pedí el llamado pack «brunch» (10 € aprox) que traía: Zumo de naranja natural, café (yo tomé infusión de menta), dos sandwiches (uno de jamón y queso con pan de amapola y otro de jamón serrano en pan de tomate), tarta de chocolate y frambuesas, y finalmente, tostadas con tomate. Tomaquetomatá. Para mi, que si me seguís por Facebook sabréis que AMO los desayunos, fue perfectísimo.
Valoración: Desde luego no apto para gentes sin hambre. El tomate de las tostadas sin más, prefería el mítico tomate rallado de toda la vida. El día anterior desayunamos casi todos en un bar super castizo de éstos cerca del hostal y las tostadas eran infinitamente mejores!
Asier no se decidió por ningún pack y cogió: té negro, batido de chocolate, dos magdalenas y tostadas con tomate también. Todo riquísimo y el batido justo como lo quería (eso sí, sangrientamente caro). Acompañamos el desayuno con una sesión de risas infinitas recordando momentazos de la noche anterior.
Por internet dicen que es una de las mejores panaderías de Madrid, ahora que proliferan tanto los denominados «timos de las boutiques de pan». Si os queréis pegar un desayunazo Gossip Girl style y ser super maravillosos por un día, debéis ir. Y sino también, qué cojones!
(adjunto mil fotos)

Beautiful bakery, lovely interiors, super convenient location.
The baked goods, tea sandwiches and small tapas-​type snacks inside seem to be where it’s at. Why we strayed from those things is still beyond me given they were what drew us in in the first place. However, we were super hungry, hungover and wanting a big breakfast. Such desires can clearly lead to poor choices.
Eschewing the droolworthy, beautiful baked selections and diving straight into their brunch menu lead us to:
/​/​breakfast fruit soup /​/​bland, boring and full of kiwi (poison!!!)
/​/​marghertia pizza /​/​bland, boring and sorta sauceless
/​/​fresh croissant /​/​big and warm, but oddly sweet with a honey type glaze going on, no glaze necessary on beautiful croissant, thanks
/​/​caprese salad /​/​solid, not earth shattering, but certainly not special
/​/​jamón with tomato rubbed whole wheat toast /​/​yummy
No scones, no cookies, no cakes, no loaves of bread, no fun.
What were we thinking? I don’t know. Estupido! But I do know that these three estrellas are all our fault.
Can I haz do over?

As a mid-​afternoon snack, we stopped at Harina for a few sandwiches.
We ordered:
— Chicken sandwich
— Roast beef sandwich
— Salmon sandwich
— Anchovy & tomato sandwich
The first three are on thin sliced bread, while the third was on flauta bread. I enjoyed the anchovy & tomato sandwich, but the other three were just average.
To finish it off, we had a slice of apple cake which was good, but not exceptional. To wash it all down & to cool off, we ordered some mint lemonade. It was very good and refreshing!

Uno de los pocos sitios que utilizan masa madre. ¿No sabes que es? Pues… ¡ve y disfruta de sus panes, sus bollos, y todo lo que lleve harina!
Fui allí invitada y la verdad es que disfruté de un desayuno con unos corissants buenísimos (con su dosis exacta de mantequilla) y unos hojaldres rellenos de chocolate más buenos todavía. Los sándqiches, de estilo inglés, también estaban deliciosos.
Eso sí, volví en otra ocasión (pagando yo) y pagué casi 8 euros por un bollo, un zumo y un café. Algo escasito para el precio, pero está tan bueno…

Esta inmacula y resplandeciente panadería cafetería tiene como vistas a la mismísima puerta de Alcalá. La primera vez que pasé por allí justo después de la inauguración me impresionó, la decoración es tan blanca que me intimido y no pasé.
Andaba dándole vueltas a la posibilidad de que el pan fuera pan, que al final una mañana de sábado me acerque a tomar un café y comprar el pan. Lo primero que pensé cuando llegué feu, vaya tiene escalones para acceder!
Era primera hora, y había poca gente. Compre cuatro tipos de pan diferentes en su tamaño pequeño (de muchos de ellos hay varias presentaciones, aunque no por peso que es como debería ser): pan de centeno y miel, pan de castaña, cinco semillas y pan de aceite. Me quedo sin duda con el de castaña y el pan de aceite.
Desayunar fue difícil, aun no habiendo apenas gente en la parte de la cafetería, tardaron una eternidad en atenderme. La tarta de zanahoria no me pareció nada especial (nada que ver con la del Living in London de Alonso Martínez).
He vuelto a ir este sábado con unos amigos a tomar un café a media mañana, la cafetería estaba bastante llena (aunque había mesas libres). Tras esperar 15 minutos, con la mesa aun sucia, pedí la carta únicamente con la intención de llamar la atención al camarero, tras esperar otros quince minutos, nos levantamos y nos fuimos. Cero para el servicio, ni atento ni rápido.

El minimalismo llega a lo más básico de la repostería, su ingrediende fundamental inunda un cuidado establecimiento frente a la puerta de Alcalá. Distintas masas para elaborar diariamente panes tan únicos que cuesta pensar que sean el acompañamiento y no el plato principal. Recomendamos sus min-​quiches, (especialmente minis) y sus empanadillas, el único mal sabor de boca se nos puede quedar en la cuenta.

Esta cafetería-​panadería o al revés, se encuentra frente al Parque del Retiro y la Puerta de Alcalá. Ubicación ideal para después de correr o pasear por el retiro, parar a desayunar algo y comprar pan para llevar.
El espacio del local es amplio y con mucha luz, la decoración es minimalista, todo blanco y mesas de madera. Sorprende ver a la entrada un pan gigante que inconscientemente te dice «aquí se hace pan de calidad.» Por fuera tienen bicicletas antiguas estacionadas, –desconozco si las rentan o venden-​, y un envidiable espacio para la terraza de verano, con inmejorable vista a la Puerta de Alcalá.
La comida es sana y sin mayor complicación. Lo más recomendable es todo lo que lleva pan, como los bocadillos, las tartas que también preparan ahí o las barras de pan para llevar.
Harina, es uno de estos lugares ideales para desayunar o para tomar un café o caña por la tarde, más si es verano y consigues mesa en la terraza. No lo recomiendo para comer a medio día.