¡Tremenda la gastronomía canaria! Que haya sitios como este en Madrid donde poder teletransportarse a las islas es de agradecer, además de que aquí tienen cañero de Dorada, lo que ya hace la experiencia completa: D Este restaurante tiene una decoración muy bonita y desenfadada, pero presenta la gastronomía tradicional canaria con un enfoque más gourmet. Así, veréis platos con elaboraciones y presentaciones muy cuidadas como en otros europeos modernos de Madrid, y os explicarán todos los ingredientes al traer el plato a la mesa. Todo el personal es majísimo, te ayudarán a elegir tu menú(porque es cierto que al ser la gastronomía canaria un poco mas desconocida por estos lares el nombre del plato muchas veces no dice mucho jeje) y, por lo menos cuando yo fui, tenían platos fuera de carta; trompetas del diablo sobre solomillo con mojo de monte creo recordar que pedí fuera de carta, estaba exquisito. Las patatas con mojo, croquetas de carne de cabra y el tartar de aguacate y panceta ibérica completaron nuestro menú. Todo buenísimo, especialmente las croquetas de carne de cabra. En resumen, sitio totalmente recomendable y muy bien de precio, si no se lleva las 5 estrellas es por la larga espera entre platos.
Cara R.
Classificação do local: 5 Crockett, CA
Amazing food, friendly people. You won’t be disappointed if you choose to dine here. The food is flavorful and makes great use of ingredients and recipes from the Canary Islands! This was our absolute favorite dinner spot from our trip across Spain!
Laura G.
Classificação do local: 5 Madrid
Todo lo que pedimos estaba exquisito, el trato fue agradable y también divertido, buena gente, y por lo que vi eran todos de la tierra. La carta es muy original, pedimos el tuétano, algo distinto y muy rico, eso sí, nos tocó una pinga de perro que picaba muchísimo, acabamos llorando… pero fue divertido, y lo último, el vino rosado afrutado también muy bueno. El local muy chulo. Lo único que si es algo carillo, pero merece la pena.
María P.
Classificação do local: 5 Madrid
Ok, lo primero es lo primero: soy una canaria MUYFAN de la gastronomía del archipiélago, así que igual esta reseña no es del todo objetiva, por lo que si le quieren quitar una estrella, adelante. Esta estrella extra se la han llevado por tener todo tipo de bebidas canarias difíciles de encontrar en la península, como Clipper, Appletiser, Nestea de melocotón y vinos y cervezas canarios. Y ahora, la comida. Pedimos croquetas de carne mechada, escaldón de gofio, carne de fiesta y papas locas. Todos los platos son fácilmente reconocibles para un canario, pero quizá los no tan familiarizados necesiten una explicación más por parte de los camareros. Los dos que nos atendieron, además de amables, eran canarios, así que no debería de ser un problema. Pedimos además postre y varias bebidas. El total: 40 €. La comida es muy buena, la presentación fantástica. Se trata de comida canaria elevada a nivel fusión/moderna, por lo que le han dado un giro a los platos, en los 5 que pedimos(contando el postre): todos muy ricos. No pienso parar hasta haber probado toda la carta. Por otro lado, tienen menú a 11,95 €, que sirven en bandejas muy retro y que, aunque no lo pedimos, tenía muy buena pinta. Las cantidades son moderadas, el ambiente moderno y desenfadado. Yo vuelvo y les animo a aquellos que no la conocen, que se acerquen a comer comida canaria. ¡¡No todo son papas arrugadas con mojo!
Avelino C.
Classificação do local: 4 Madrid
Situado en la parte alta de Huertas, se trata de un local pequeño, estrecho y alargado. Decoración rústico-industrial en la línea que se lleva ahora. Todo muy mono. Barra enana con dos mesas altas para tapeo, y al fondo el comedor propiamente dicho. Las mesas grandes y corridas pero dispuestas de tal manera que si te sientas de cara al espejo alargado que decora la pared, te rozan al pasar los camareros y todos los clientes que van al baño. Esto hay que arreglarlo… Como viene siendo habitual en las nuevas aperturas, cubiertos directamente sobre un tablero sin mantel y servilletas de papel. Llamamos para reservar pero comunicaba todo el rato, y es que resulta que han cambiado el teléfono, el bueno es 915994404, y no el que aparece en la Web. De todos modos no hubo problema para comer, llegamos sin reserva sobre las 14:30, el restaurante tenía media entrada y nos sentamos sin problema. Cuatro personas, con intención de comer de tapeo y probar varias cosas pedimos: «Truchas» de conejo: La ración consta de cuatro empanadillas con carne de conejo deshuesada y estofada en el interior, las fríen y nos cuentan que justo antes de servirlas le inyectan el caldo con una jeringuilla. Jugosas y sabrosas. Excelentes. Papas locas: Patatas fritas cortadas en bastones gruesos con mojos, coronadas con ropa vieja y queso canario rallado. Las patatas dispuestas en forma de torre tipo Exin castillos, nos comenta el camarero que la gracia es ir comiendo patatas y el que tire la torre paga. Buena patata y muy ricas las salsas. Un plato que gusta a todo el mundo. Huevos al estampido: Huevo cuajado a 65 grados sobre una base de patatas fritas y morcilla canaria desmigada. Rico pero muy contundente, ideal para compartir entre varios, pero difícil acabárselo uno solo. Choquitos con mojos: Cinco sepias chiquitillas, hechas a la brasa con ajo y perejil. Correctos. Hamburguesa: Con la carne aderezada con especias, hecha a la brasa, acompañada de lechuga, cebolla morada y queso majorero. Pan de mollete. Pues estaba bien buena, de lo mejor de la comida. Para beber, cerveza canaria Dorada y Tropical y vinos canarios. Tienen media docena entre blancos y tintos. Todavía no tienen hecha la carta y el camarero te los canta. Por recomendación suya pedimos un Tinto de listan negro de Gran Canaria«Frontón de oro», con cuatro meses de barrica, que resultó un acompañamiento estupendo. No hubo sitio para el postre, que dejamos para otra ocasión. Muchos camareros y todos muy amables. Aun así el ritmo es lento, cosas del rodaje, imagino. Pagamos 67 euros por todo. No llegó a 20 por cabeza, por lo que se puede decir que la RCP es muy buena. Nos ha gustado, volveremos a probar más cosas.