El Chambao

Yo no lo conocí en la época de los antiguos comentarios sobre este negocio (2011) sino hace tan solo unos meses, y me da la sensación de que ha cambiado considerablemente. Descubrir este sitio después de llevar más de 5 años en Madrid, harta de que me roben por tomarme una copa y que encima la pongan mal, fue como descubrir un oasis en el desierto. El local no es muy grande pero las veces que he estado no me ha resultado agobiante (siempre por la tarde, entre las 18h y las 22h). Es más bien de ambiente tranquilo, de tomar una copa pero poder hablar a gusto sin pegar gritos, incluso sentados. La decoración es bastante original, según tengo entendido es de una tienda de decoración que hay en frente y el mobiliario está en venta. No sabría decir si tienen muchos tipos de alcohol o no pero yo todo lo que he pedido las veces que he ido lo tenían, y además de usar copas de balón, ponen mucho esmero en su preparación, en fin, que están exquisitas. Para colmo las suelen acompañar de unos cuencos de patatas fritas, aceitunas o similares, lo cual siempre se agradece. Y todo esto por el módico precio de… 5 euros la copa!!! Como digo, me pareció increíble encontrar algo así en Madrid capital, ya había perdido toda esperanza. Espero que no cambien.

No lo conozco en su faceta nocturna. Cuando mi compañero de piso estudiaba en la TAI, muchas veces quedábamos por las tardes en tribunal para irnos a tomar algo y al Chambao hemos ido unas cuantas veces.
Por las tardes está muy bien, es tranquilito y muy válido para tomarse unas cañas, la pena es no poder opinar sobre sus tostas ya que sólo he ido a beber.

Pocos recuerdos tengo de aquella época en la que siempre salía por Malasaña, será por la influencia de los malos hábitos de juventud.
Por aquel entonces cuando salía sólo había pasta para copas, no para comida. Así que cuando íbamos a este sitio, se me hacíà la boca agua viendo las tostas de jamoncito o lo que fuera en las mesas de al lado.
Más que garito de marchuqui, nosotros acudíamos al Chambao entre semana o los domingos a media tarde para jugar a las cartas y estar en plan relax con una cervecita o lo que apeteciera.
Para juerga nunca nos llamó mucho la atención porque el local resultaba un poco pequeño con la aglomeración de gente.

Cócteles, vinos y cerveza. Presentan ofertas que varían mucho para incitar al consumo de bebidas. Si tu sueño es ingerir todos los mojitos que te apetezcan a baja coste, si enganchas en alguna de las franjas horarias de dos por uno lo puedes conseguir. Lo mismo sucede con las copas. Para comer: tostas. Las hay de queso de cabra, morcilla, foie, sobrasada, etc. y al igual que sucede con la bebida también disponen de interesantes ofertas.