Friendly service but not annoying. We ordered the ribs and the pork chop. Both amazing! They come with thick cut fries(yum!) and the ribs also comes with a salad(crunchy and delicious!) hits all the right spot. Will be back! Fyi it gets packed, we’re lucky we even got a table. Best to have a reservation.
Miguel S.
Classificação do local: 4 Madrid
El otro día vine a cenar aquí para hacer la coña con una amiga a la que no le gustan nada los Beatles y es un sitio que, si bien no llega a ser de mis favoritos de Malasaña(qué exigente me estoy poniendo últimamente, leches), se queda cerquita. Situado justo en la frontera entre Malasaña y Chamberí, Strawberry Fields es un local que, si se encontrase un poco más adentrado en pleno corazón malasañero, rendiría muchísimo más, ya que no le va a la zaga a las mejores hamburgueserías del barrio moderner por excelencia. Como su propio nombre indica, es un local ambientado en la estética Beatle, aunque, una vez dentro, te encuentras un poco de todo, desde cuadros del cuarteto de Liverpool a otros de estética más pop-art y warholiana. Las paredes a ladrillo visto es un detalle que me encantó, ya que le otorga un aspecto bastante mancuniano al local. Entramos y no había prácticamente nadie, así que pudimos escoger mesa y enseguida nos trajeron la carta. Más o menos como la de la mayoría de locales de la zona: sándwiches y hamburguesas. Yo me escogí una hamburguesa a la barbacoa y mi compañera un sandwich de salmón ahumado que tenía bastante buena pinta. Respecto a la hamburguesa, estaba riquísima; con cada mordisco que dabas, se esparcía en tu paladar una salsa barbacoa que hacía que prácticamente alcanzases un orgasmo gastronómico. Además, venía acompañada de patatas fritas caseras, que es de agradecer, y un poco de ensalada. En las hamburguesas, además, se teníà la opción de pedirlas con carne de kobe o con una hamburguesa de 800gr por un ligero incremento en el precio. Como el dinero escaseaba un poquito, no pedimos postre, pero nos quedamos con ganas de probarlos. ¿Por qué no se lleva el Strawberry Fields las 5 estrellas? Pues por un par de detallitos únicamente. El primero es que, para acompañar la espera mientras salían nuestros platos, el camarero nos colocó un platito de salchichas con una salsa que no logré identificar que parecía llevar bastante tiempo hecho. Se agradece el detalle de colocar algo para amenizar la espera, de hecho es algo que yo valoro bastante, pero que tampoco sea algo de lo que te ha sobrado de por la mañana. Y el segundo es un poco el precio. Si bien no llega a ser excesivamente caro, sí que es algo superior al precio medio de la zona por una hamburguesa. Por ello me quedé con ganas de probar una hamburguesa algo más cara pero, amigo, así es la vida del estudiante, y a veces hay que hacer este tipo de sacrificios. Volveré con más dinero a gutear una hamburguesa de 800gr de carne de kobe, sin duda.
Tamara F.
Classificação do local: 4 Madrid
Este sitio me pilla cerca del trabajo, así que he pasado bastantes veces delante. ¿Qué es lo primero que te llama la atención? Está claro que si los Beatles te gustan un mínimo, lo primero es el nombre. Decidimos ir un día con los padres de mi chico antes de ir al Maravillas. Hicimos reserva y, al llegar, no había demasiada gente. Pero al cabo de una media hora, estaba todo lleno. He de decir que la hamburguesa estaba buenísima, aunque deberían mejorar los términos ‘hecho’ y ‘al punto’; ya que tuvimos que pedir que nos la pasaran un poco más. Las croquetas de roquefort(¡oh, dios-mío!) estaban requetebuenísimas. Y yo, al igual que Chicote, soy bastante exquisita para este manjar de los dioses. Los ‘bienmesabe’ sosos. Sin más. No lo pidas esperando lo que te darían en Andalucía. El sándwich SF rico. Casi como un Vips Club. Y la salsa SF era la misma que ponían de base en el ‘bienmesabe’ o a mí me supo igual. Aún así, yo salí bastante contenta ya que el trato fue muy agradable y la comida no estaba mal. Y como dice la canción… «Let me take you down, ’cause i’m going to strawberry fields…».
Lolo R.
Classificação do local: 4 Madrid
«Starr, sin e y con dos erres al final, ¿no?». «Vaya, eres la primera persona que sabe cómo se deletrea. Tú y una chica extranjera que vino una vez». No voy a mentir: el apellido de Ringo me parece difícil, sobre todo si lo eliges como parte de tu clave del WiFi. Pero evidentemente, no esperaba otra cosa, sobre todo viendo que el nombre de este lugar evoca, obviamente, ‘Strawberry Fields Forever’, una de las canciones de los Beatles que puede que no sea la más conocida, pero que seguro segurísimo que todo el mundo ha escuchado alguna vez. Llevaba yo ganas de hamburguesa, así que a pesar del sugerente menú del día, terminé decantándome por una mexicana, con una cantidad ingente de guacamole y –sobre todo– de queso crema. Aquello llevaba queso crema para alimentar a cualquier adulto hasta 2015, ahora que yo más feliz que una perdiz: me PIRRA el queso crema, así que me la zampé contentísimo. Tienen Coca Cola grande(gracias, gracias al cielo) y el sitio es bastante tranquilo, así que es ideal para comer mientras tecleas un poco en el ordenador, que también tiene WiFi. Ah, el tipo de la barra(entiendo que el dueño, porque fue quien me lanzó una disertación sobre los Beatles) es bastante simpático. Parece que también tienen cócteles y gin tonics, así que definitivamente volveré pronto.
Chris E.
Classificação do local: 5 Madrid
Un consejo: si sois de poco comer, cuidado al pedir. Nosotros pedimos de primero las patatas con mojo picón y, solamente con ellas, ya casi habíamos comido: era una ración enorme de patatas enteras(con su piel y todo), pero riquísima… Tanto, que aún estando llenos, no podíamos parar de comer. Y eso que los segundos eran tremendos también: el secreto ibérico, acompañado de(más) patatas, pimiento y mermelada de frutos rojos, estaba exquisito. Y el churrasco, otro tanto de lo mismo. Para el postre, solamente pudimos con un poquito de tarta de queso con chocolate… Riquísima. La relación calidad/precio es realmente buena, ya que todos los platos estaban muy bien(de sabor y cantidad) y la cuenta final no fue demasiado alta. Sitio recomendable 100%
Nabor R.
Classificação do local: 4 Madrid
Pues cuando lo abrieron pensé que era una cagada, otro garito modernillo más; sobre todo, cuando solía ir bastante al que había antes en este lugar. Pero lo cierto, y casi me avergüenza decirlo, es que está mucho mejor que antes. Comida deliciosa, con un batiburrillo gastronómico(hay platos típicos españoles y hasta sushi) muy sorprendente y unos postres(que responen a los nombres del cuarteto de Liverpool) que quitan el hipo y las ganas de comer más. Cuando fui, lo hice con mi chica y un amigo que vive fuera; nos trataron super bien, no tuvimos que esperar para entrar a cenar y, en fin… que nos encantó(sobre todo, además de la comida, por la luz y la decoración y el buen gusto de la selección musical). Una sorpresa muy agradable; pena que no lo hubieran abierto cuando aún vivía por ahí… también es guay para tapear en la barra.
Diego M.
Classificação do local: 3 Madrid
‘Strawberry fields forever’ cantaban los Beatles allá por 1967. Ahora, la cantinela se repite en el nombre de un restaurante de la calle Carranza. Descubrí este lugar hace muy poco gracias a una oferta de internet y salí con una opinión bastante buena. El local es agradable, no muy grande pero decorado con un rollito neoyorquino y warholiano muy chulo. Puestos a destacar, lo destacaría más por la variedad de su carta que por otra cosa. Lo mismo te comes unos huevos rotos con jamón que un ‘sushi castizo’ o unas patatas con mojo picón(muy recomendables). Además, tienes tostas y ensaladas. Se han debido de tomar aquello de que en la variedad está el gusto muy a pecho. ¿Qué le proporciona esta carta tan heterogénea? La capacidad de agradar tanto a cavernícolas gastronómicos como yo como a sibaritas y amantes de las novedades culinarias. Como era de esperar, el tributo al cuarteto de Liverpool no termina en el nombre, sino que también existen unos postres nombrados como los componentes de la banda. Tras probar a Ringo(tarta casera de chocolate negro con helado de Stracciatella) me reafirmo en que el batería siempre fue mi favorito.