Edelweiss

Pues a mí este sitio me resulta bastante caro para lo cutrecillo que es, pero es una de las escasas alternativas de «comida normal» (como dice mi madre) alrededor de mi trabajo, y creedme que las otras no son mucho mejores.
A ver, si yo entiendo que tiene mucha fama, y que Arturo es un ladrón pero no lo hace mal del todo en su negocio, y todo eso, ¿pero hasta cuándo se puede vivir de las rentas del pasado sin actualizarse? El sitio no es que esté decorado de forma clásica, es que no lo han tocado más allá de un pintado de vez en cuando en el último medio siglo, que es cosa distinta. Y la comida… Bueno, quizá sea el mejor restaurante alemán de Madrid, sí, pero es que mi recuerdo de Alemania no es precisamente por su gastronomía, más que nada porque en Berlín se alimentan de pizza y kebab (en el resto no lo sé porque soy un paleto que ha viajado poco y opina mucho), pero en este sitio llevan décadas viviendo de la fama de su codillo y yo lo como exactamente igual de bueno por la tercera parte del precio en otro restaurante que tiene Arturo enfrente pero al que la mayoría no podéis entrar porque no moláis tanto como yo.
Y es que el codillo está muy bueno, pero el resto de cosas… Los entremeses son de un importante cutrerío, aunque el inmenso pepinillo encantó al resto de comensales; y los postres son completamente industriales y prefabricados, al menos los que yo pude ver: la tarta Sacher ni fu ni fa, la crema de las milhojas estaba buena, y el helado os digo de qué marca es si queréis porque lo he comprado igual en el supermercado de debajo de mi casa alguna vez.
En cuanto al servicio, deben ser buena gente, pero no podría decirlo porque son mudos cuando les preguntas y ciegos cuando les llamas, y encima tuvieron problemas con la factura con al menos dos mesas de las presentes, una de las cuales estuvo a escasa distancia de montar el pollo público.
Sinceramente, no se puede vivir eternamente de las rentas, y otras muchas frases hechas que me vienen a la cabeza en este instante, como «Renovarse o morir». Por suerte o desgracia, creo que se deben estar dando cuenta de ello cuando, en el día de la semana más ajetreado de la zona, tenían el local a apenas una tercera parte de ocupación durante toda la hora de comer.

El mejor restoran alemán sin duda, eso sí, caro, pero por una vez…
La atención es excelente sin llegar a ser snob, la comida es rica y abundante. El codillo, el strudel de manzana y un vino riesling blanco, mmmm, eso si ir con mucho apetito!

Restaurante alemán a lo años 20. Un clásico en Madrid, justo detrás del Congreso de los Diputados. Al entrar el ambiente te transporta al inicio del siglo XX, a los felices años 20, a Marlene Dietrich… La decoración es rancia y espectacular al mismo tiempo. Todo el ambiente genera una sensación de viaje en el tiempo. Probablemente se trate de una especie de estancamiento en esa década, momento de su fundación.
En cuanto a la comida, sé que tienen una amplia carta de carnes y pescados pero destacaría, sin duda, la ensalada de arenques y el codillo con chucrut y puré de patatas. Tienen una amplia selección de cervezas, que sirven en jarras de barro. La verdad es que sales del restaurante más que satisfecho y el precio no es nada descabellado, alrededor de los 30 euros por cabeza.
Para mí es, sin lugar a dudas, el mejor y más auténtico alemán de Madrid.

Edelweiss es otro de esos restaurantes madrileños míticos (lleva desde 1923), ofreciendo una cuidada cocina alemana desde entonces. Ubicado en pleno barrio de las Cortes, tienen un enorme local decorado a la antigua usanza pero con mucho gusto. Lejos de intentar reproducir la típica taberna bávara, aquí han optado por la decoración clásica. Siempre que voy a Edelweiss, me siento como si estuviera en una película de la Segunda Guerra Mundial y espero que aparezca por cualquier esquina un soldado del brazo de una rubia lozana. Y tras esta absurda divagación, comento que el servicio también es a la antigua usanza, es decir, atento, amable y eficiente, y que la comida es muy buena. Sobresalen el codillo y las ensaladas, y aprueban sobradamente los ahumados, que se pueden pedir para llevar, cosa que hago siempre que puedo. Desde hace un tiempo el restaurante forma parte del grupo de restauración «Arturo», cosa que no ha alterado la calidad en absoluto, sino que probablemente la ha asegurado durante muchos años más.

Edelweiss… que bonita flor y que cursi canción de Sonrisas y Lágrimas!
Es uno de los restaurantes de cocina alemana mas antiguos de la ciudad, como mola la cocina alemana.
El escalope Holstein, que lleva puré, crema de espinacas y huevos está buenísimo. Aparte tienen por supuesto choucrut, codillo, salchichas, ensalada de patata, arenques… y cervezotas. mucha cervezota alemana en jarra.
Postres con chocolates y frutos del bosque, vease la architrillada tarta Sacher, y demás delicias. Está detrás del Congreso y al ladito del teatro de la Zarzuela.

Este es uno de los restaurantes con más tradición de Madrid. A las espaldas del Congreso, lleva cincuenta años sirviendo comida alemana. Siempre había tenido ganas de probar la comida de este sitio, pero ha sido con la familia, relativamente hace poco, que lo he logrado.
Yo no soy mucho de chucrut, pero el codillo está muy rico, especialidad de la casa. Yo me decanto por el escalope Holstein, con guarnición de puré de patatas y de crema de espinacas y un huevo frito.
También se puede compartir una fuente variadas de salchichas alemanas, o unas salchichas blancas.
La jarra de cerveza, helada, riquísima. Los camareros, muy amables, por cierto, se encargarán de traerte otra encantados, porque entran solas.
De postre, pues indiscutiblemente la tarta sacher…
Los veinticinco euros por barba no te los quita nadie, pero ya se sabe que ésta es la media por el buen yantar en Madrid.

Este restaurante es todo un clásico de Madrid. Si preguntas a cualquier persona de la capital sobre un restaurante que sirva típica comida alemana la respuesta será Edelweiss.
Un lugar que aparenta estar chapado a la antigua por su decoración pero donde podrás disfrutar de buenos platos de comida a precios no muy exagerados dada la calidad de los platos que degustaremos.
Por mi parte, he ido un par de veces y puedo recomendaros el codillo asado con la guarnición que elijáis ya que yo lo probé con chucrut y quedé encantado aunque también se podía pedir servido con coles. Tampoco pude evitar probar las típicas salchichas alemanas aunque ya las conocía de haberlas catado en el propio país.
El precio medio para dos personas está situado en torno a los 30 euros y si no has probado la comida teutona es una gran oportunidad.

Centrico Y Aleman
Restaurante muy céntrico; detrás mismo del Banco de España y cerca de los teatros: buen servicio, platos abundantes y bien conseguidos y precio algo caro.