Senf

Llevada por los comentarios y recomnedaciones, me dejé llegar hasta allí. Tenía muchas espectativas de la frikadelle, pero no era loq ue esperaba, pero eso me pasa también con alguna peli o lo más triste con alguna persona… Ironías aparte, su dueña Belén, es no un encanto, sino lo siguiente. Miestras preparaba la comida, nos contaba su historia sobre el local, como abrío en plena crisis, se ha mantenido y mejorado.
tengo que volver a probar las salchichas y por que no, intentarlo con la frikadelle una vez más!!!
Cada vez me decanto más por sitios donde lo más importante no es la comida «del cuerpo» que vamos a buscar, sino «la del alma «que encontramos…

Mola mucho!

My grandpa is German and for that reason alone, an All-​American hot dog just doesn’t do it for me. Instead, I want a real sausage. Whether it’s a Frankfurter, Bratwurst, Knockwurst, you name, it, I’ll eat it.
German food is not easy to come by in Madrid, so when I heard about this place I had to check it out. It’s small so your best bet is to grab and go, but its Malasana location means that there are plenty of benches and sunny plazas nearby to squat down and take a bite.
The second time I went I wanted to give the famed frikadela a try. With one bite, I was enamored and could not believe I’ve never had one before. This sandwich was HUGE and while the bread overpowered the insides a bit, it was absolutely delicious.
The same lady is always working and very helpful in deciding what to get. The spicy mustard? Very spicy! But there are plenty of options for cheese, sauce and toppings to add to your sandwich or sausage, and all at a very reasonable price! This is a great option for takeaway in the area and one of the places I miss the most when back in the States!

Lo primero de todo, y creo que es lo que se debería tener mas en cuenta en este caso, es la calidad del producto, carne de primera, y pan del día, nada de congelados, podemos ver el pan nada mas entrar en la cesta, solo tienes que elegir cual quieres…
Las hamburguesas hechas por Belén (la dueña) mezclando tipos de carne, van desde ternera, al pavo por ejemplo. Dispone de salchichas alemanas, comida para vegetarianos, gran cantidad de salsas (algunas preparadas por ella).
Trato agradable, te explica las mezclas que te pueden gustar, quesos, tipos de pan, con que salsa puede ir mejor.
Algo que me gusta mucho del sitio es la higiene a la hora de tratar los alimentos, se pone sus guantes y manos a la obra, esto se agradece ya que a veces se ve cada cosas en los take-​away, todo lo que hace esta a la vista.
Lo dicho, hay que visitar este take-​away alemán, repetirás seguro, tanto si andas de fiesta y apetece picar algo, a esos domingos de letargo en casa…

Sigue siendo, de lejos, mi take away favorito de Madrid. Creo que hay muy pocas cosas comparables a este sitio en nuestra ciudad, en cuando a comida alemana e incluso a comida para llevar. Las frikadelas sigue. Siendo espectaculares, y juro y perjuro que, cuando entro, siempre me propongo probar algo nuevo. Lo que sea, me da igual. Pero al final siempre caigo en las frikadelas porque eso es una auténtica delicia llena de calorías que te deja saciado hasta la siguiente comida de sobra. Y además la dueña lo prepara todo divinamente, ces una maravilla.
Ahora, por fin, el Senf ya tiene una pequeña zona para comer, un grifo de cerveza e incluso un baño. Vamos, se ha convertido en un restaurante alemán en toda regla. Eso sí, te va a costar hacerte con la mesa y las sillas (están muy demandadas) pero os aseguro que merece, de verdad, la pena intentarlo.

Este no es un Take Away más en el barrio de Malasaña ¿por qué? porque una visita de la policía secreta tras un aviso de… la competencia? les ha hecho quitar las mesas donde podías comer como en el resto de sus competidores. Vale, si puedes comer en él no es un Take Away y las licencias están para respetarlas, pero creo que el problema es que quizá es demasiado bueno y barato para la mediocridad que nos rodea, y la envidia es muy mala.
Lo principal de su oferta son las hamburguesas y perritos calientes. Para prepararlos utilizan materia prima de alta calidad, en abundancia y tratada con cuidado (y tiempo, no vayas con demasiadas prisas). Esto hace que el resultado sea delicioso, para recordar y repetir.
Puedes elegir el tipo de pan (semillas, pasas, aceitunas, centeno…), la salsa, el queso (tienen uno con jengibre y nosequé más) y además de las de carne tienen hamburguesas vegetales variadas (tofu, setas, champiñón…) y pronto también salchichas. Un sitio ideal para vegetarianos comilones
Sólo un pero, la luz es demasiado blanca, pero como ya no te puedes quedar a comer…

Este lugar me hace mucha gracia. ay, es que yo he vivido mucho en Malasaña, hace unos meses que no y aunque por allí estoy a menudo, todo el rato, están abriendo muchísimas cosas nuevas siempre, ahí sin parar y ya es un poco cansino eso, porque algunas le quitan el sabor al barrio, ésta, al contrario le presta servicio y discreta y maja, se integra que da gusto. Mola que como en el barrio todo el mundo va con prisa, y anda que no me han salvado noches los take-​away, que haya variedad.

Es un sitio pequeño pero muy bien distribuido, tremendamente limpio, ordenado y con unas mesitas y bancos para sentarte a tomar una cervecita mientras esperas.
Tienen una amplia variedad de salchichas, desde el típico frankfurt a la salchicha asada o con curry y todas llevan acompañamiento. Pero no desesperes si estás a dieta, también tienen varios tipos de ensaladas.
Además puedes estar tranquilo de lo que comes ya que la dueña prepara todo delante del cliente con mucho mimo y limpieza. A parte de salchichas también tienen bocadillos y postres.

Por accidente. Así fue como descubrí este curioso negocio take away. Estábamos por la plaza de San Ildefonso y se nos ocurrió coger algo de comer en el italiano más famoso del lugar (¿hay alguien que no lo conozca?) para llevarnos al piso de un amigo. Tal era la cola que desistimos. Caminábamos ya para el piso con la cabeza más en pedir a Telepizza que otra cosa. También se nos pasó por la mente comprarlas en el Spar regentado por chinos cercano y hacerlas nosotros mismos.
Fue entonces cuando descubrimos la mejor entre esas opciones, un local pequeño, con mucho tono blanco y muy casero, con todo a la vista, poco sitio para sentarse y unas pizarras donde se podían ver las especialidades de la casa. No es fácil encontrarse un establecimiento así, comida 100% teutona hecha como en casa (de un alemán se entiende).
No nos salimos mucho de lo típico, todo hay que decirlo. Nos llevamos unas cuantas salchicas de diferentes clase, color y procedencia y unas cervezas. Estaban todas muy ricas, pero me quedé con las ganas de probar alguna que otra cosa como las hamburguesas germanas o el jamón de la Selva Negra.
El que no sea una cadena ni un gran restaurante repercute en el trato al cliente. Nos encantó cómo nos atendieron y explicaron algunos platos que por su nombre eran difíciles de sobreentender. Tengo claro que volveré, el producto es de calidad y los precios muy razonables. Si además te sirve para probar nuevas comidas y salir de los italianos, chinos, japoneses, indios, etc., mucho mejor.
P.D.: Si eres de los afortunados que viven en Malasaña, reparten a domicilio, aunque sólo por esa zona.