De Vinos

Buen sitio para vino y cervezas especiales. Una carta corta pero bien elegida. Igual con las raciones. Bonita decoración q conserva el encanto de lo antiguo.

Que decir de este lugar… Simplemente perfecto! Vinos de todo tipo, servidos como deben servirse. Incluso puedes comprar una botella y si no la acabas te la guardan al vacío con una etiqueta con tu nombre. Las tapas cojonudas, prueba la salsa de pera y roquefort, buenísima! Los camareros son majísimos y muy profesionales, pero Yolanda, la dueña, es la hostia!!! Un trato mucho mas que agradable y una clientela de lo mejor. RECOMENDABLE 100%!

Ambiente súper acogedor. Suelo de adoradas baldosas hidráulicas de las de verdad. Tiene unos sofás la mar de cómodos que como te despistes te quedas dormido allí mismo en un periquete. Buenos vinos a buen precio. La carta cambia cada tanto, lo cual se agradece para novedades. Hacen catas también, y por lo que sé puedes cerrar la parte de dentro del bar para hacer tu fiestita de cumpleaños.

Estuvimos en este local gracias a mi hijo que suele ir con regularidad, ya que es unos de sus sitios favoritos para degustar buen vino. Aunque no es muy grande, Me encanto el ambiente. Nos dejamos llevar por la sugerencia de la dueña en cuanto a los vinos a tomar con las tapas que pedimos y la combinación fue perfecta. Un lugar para sentirse como en familia. Te tratan como si te conocieran de toda la vida.

Una vinoteca interesante en Madrid que conserva la decoración antigua, reflejada en su atractiva barra y los azulejos de su suelo. Respira el ambiente de una antigua taberna castiza.
Si te gusta el vino y te encuentras por Conde Duque es uno de estos sitios los que no puedes dejar de ir, Ambiente agradable y buen vino que te recomendanos dejarte asesorar por Yolanda.
Realizan interesantes catas periódicamente. Buen vino, a buen precio y trato agradable en un espacio singular que te conquistará.

Seguí la recomendación de Lolo y ayer por la noche acudí a De Vinos. Cuando llegué me enteré de que se llevaba a cabo la feria de la tapa del barrio, también conocida como «Exquisitapa», por lo que la visita a este sitio se convirtió en una excursión por los bares y restaurantes de la zona.
En cuanto a la tapa, sirvieron una mousse de parmesano con mermelada de vino tinto francamente espectacular, regada con un vino multivarietal de Castilla llamado Stereo que yo no conocía y está bastante bien.
La selección de vinos que encontré en el lugar resultó variada y sumamente cuidada, por ejemplo, La Locomotora, un crianza de La Rioja, 100% tempranillo, que me gustó mucho. También vi que tienen el Demencia (de Mencía), uno del Bierzo que he querido probar desde hace tiempo, y el Ojo de Liebre, D.O. Somontano de Garnacha y Tempranillo.
Por otra parte, el local es maravilloso, sumamente acogedor y la atención es estupenda. Un nuevo templo del vino para mi lista.

De Vinos es ese sitio donde entras y te sientes como en casa de la abuela. Sólo le falta el brasero para ser perfecto :)
Y de la selección de vinos ya ni hablamos… ¡Acierto total!
Enhorabuena a la simpática dueña

SÚPERFAN. A mí ponme un suelo típico madrileño, un local así como con solera, una barra bonita, bien de botellas de vino por todos lados, una decoración parca pero elegante y una persona a la que le gusta su trabajo, y definitivamente se lleva todas mis estrellas.
Esta vinatería de la calle Palma era uno de esos sitios a los que llevaba mucho tiempo queriendo ir, pero al final nada. Así que hace bien poco, como últimamente estoy muy vinero, llevé a un amigo allí. Nos encantó el sitio, que por cierto estaba bien lleno para ser miércoles, imagino que porque un vino para después del trabajo siempre apetece. Nos pusieron sendos albariños de lo más rico y, definitivamente, se va a convertir en una de mis vinaterías de cabecera, porque me alucinó.
Los precios son muy buenos y la persona que hay detrás de la barra te aconseja muy bien para que pruebes cosas nuevas. Imprescindible, de verdad.

Carta de vinos que renueva mensualmente, con seis tintos, tres blancos, un rosado y algún que otro cava. Para los no entendidos en vinos, mejor dejarse asesorar por Yolanda, que siempre da en el clavo. Copas en copa de balón servidas por ella misma, con mucho mimo, y (muy a tener en cuenta) riquísimas aceitunas para acompañar el vino o la caña (la otra opción, nada de refrescos aquí)

Se trata de una vinatería, sin más misterios. Pero tiene algunas cosas que hacen de este local algo distinto. Yolanda, su dueña, después de quedarse en el paro, dejó a un lado su profesión de ingeniero y decidió montar esta cuquez de bodega en la calle La Palma.
Tiene una selección de vinos de lo más interesante y el precio es más que aceptable. Aunque no tiene cocina, en De Vinos se preparan tostas y platos sencillos con los que acompañar el vino. Por supuesto, también tienen grifo de cerveza y cierta variedad de bebidas de mayor graduación por si después de la cena o comida a alguien le apetece un digestivo.
Pero lo mejor de De Vinos son las iniciativas para mantener vivo el local y esa parte final de la calle La Palma. Por ejemplo, todos los miércoles por la noche tienes el «Destápâté», donde puedes degustar vinos seleccionados para la ocasión, de alguna bodega nacional o tal vez de fuera de nuestras fronteras, acompañado de una mini-​tapa por 2,50 euros. Los jueves hay catas de vinos completamente gratuitas, donde se presentan un par de vinos de la mano de un profesional. Como es gratis y las plazas son limitadas conviene reservar la plaza con cierta antelación ya que se comenta que se acaban rápido.
El local quiere fomentar un ambiente cultural y de intercambio artístico, por lo que también acoge exposiciones de fotografía y pretende ser centro de reuniones de clubs literarios, entre otras actividades ya que están abiertos a organizar eventos de todo tipo. Por lo pronto, se trata de un lugar donde poder descubrir y degustar interesantes vinos y pasar un rato agradable en su acogedor local.