Como su propio nombre indica es una taberna donde siempre se puede uno tomar un vino en un sitio familiar y muy agradable. Los dueños Jose, calvo con coleta y gafas, y Angelines, una fumadora empedernida que no lleva nada bien la nueva ley contra el tabaco siempre te reciben con una sonrisa de oreja a oreja. Con la bevida una tapa muy cuidada, donde además se cena de maravilla. Con excelentes ensaladas, imaginativas, frescas y muy agradables a la vista, y una gran variada selección de canapés. Tomarte una cerveza o vermú en su barra siempre es un verdadero placer.