Cine Paz

El cine Paz ha sido reformado recientemente, y la verdad es que vaya maravilla de sala han dejado. Nos acercamos el otro día a ver ‘Mi Gran Noche’ y yo salí absolutamente encantado. Lo primero, porque está en una zona estupenda, en la parte alta de Fuencarral, frente a otros favoritos tipo Proyecciones.
Lo segundo, porque es un cine familiar. Tiene poquitas salas y, especialmente, tiene una cosa que me encanta. El combo de palomitas y coca-​cola (para mí un básico cuando vas al cine) cuesta cuatro euros. Nada de forrarse a base de las palomitas (en otros cines cuesta casi más el combo que la entrada) y encima la señora que me atendió era un absoluto encanto. Daban ganas de llevártela a casa.
La sala nueva me pareció comodísima y se veía y se oíà la peli fenomenal. Si no voy más es, definitivamente, porque no ponen películas en versión original. De lo contrario, sería un parroquiano regular.

Junto a Proyecciones, el último cine restante en la calle Fuencarral. Pronto el único, tras anunciar Cinesa el cierre de su establecimiento.
Se nota que económicamente no pasa por su mejor momento, pues las instalaciones se encuentran claramente desfasadas, desde los indicadores para acceso a sala hasta el propio patio de butacas. Se encuentran un tanto hundidas y el olorcillo a rancio no te lo quita nadie. La calidad de imagen y sonido es muy notable, al menos.
Como con otros cines ‘de barrio’, los precios del bar se encuentran muy por debajo de la media, aunque las palomitas no siempre están calientes al no haber excesiva demanda.
Acudí por un preestreno, pero no creo que volviese habitualmente de no ser por una película que proyectasen exclusivamente, en versión original.

Cine histórico muy buena programación personal simpático. Muy centrico. En la calle fuencarral es uno de los pocos que resisten sin ser reformado o cerrado. Gente clásica de ir al cine. Se forman grandes colas en su entrada

El Cine Paz viene a ocupar el lugar de un público adulto (no esperes ver muchos adolescentes, muy habituales en otras salas), cinéfilo, amante del cine europeo (sobre todo francés e inglés) pero que no frecuenta los cines de Versión Original.
O sea muchos de los títulos que se proyectan son los mismos que en el Yelmo o en Princesa pero doblados. Así que esta es la alternativa para el que quiera ver cine no comercial pero no sea muy amante de la versión original, que también tiene un público bien definido y por eso el cine Paz goza de buena salud cuando los cines del centro han sufrido mucho con la descentralización de las salas.
Una opción curiosa e interesante.

Si no fuera por los títulos que se ofrecen en la cartelera, pensaría que estoy en los 80. Efectivamente, estamos hablando de un cine antiguo, el Paz. Desde los empleados que te recogen las entradas y sus uniformes hasta las que te venden las palomitas pasando por los acomodadores, todos tienen ya una edad. Circunstancia que no le resta ni un ápice de su calidad, todo sea dicho. En todos estos factores está bastante lejos de los cines de Príncipe Pío, por poner un ejemplo.
Tampoco son los cines más cómodos del mundo, sin embargo, esto no empaña de ningún modo su principal activo, la calidad de las películas que allí se proyectan. Está dentro de un circuito especial de distribución, por lo que allí no esperes ver grandes superproducciones de Hollywood con deslumbrantes efectos especiales. El Cine Paz ofrece otra cosa, películas de calidad, premiadas a lo largo y ancho del mundo pero sin la fama y capacidad de distribución de los grandes estudios. Algo muy de agradecer.
Tampoco hay que pensar que todo lo que allí ponen es bueno, ni mucho menos, pero he visto grandes películas y siempre me gusta mirar su cartelera. Una buena alternativa a las salas más potentes y a las películas comerciales.