Hemos llegado a este lugar de casualidad. Tras un curso por esta zona, buscábamos lugar para llenar el estómago. Tras pasar por varios que no nos convencian, llegamos aquí. En la puerta una pizarra que alude a comida casera y raciones buenas. A un precio normalico. Hay gente pero queda sitio en lo que es una barra al lado de las mesas. Nos convence. Pedimos croquetas, queso manchego, un revuelto de morcilla con trigueros y pulpo. Madre mía! Que maravilla todo! Las croquetas caseras y muy ricas! Nada aceitosas y con una bechamel muy fina y buenos trozos de jamon! El revuelto… Exquisito. Nunca había probado la morcilla con trigueros. Estaba todo triturado con el huevo y… Madre mía! El sabor, espectacular! El queso… Es que soy fan del queso! Y más si es curado!!! Muy rico también y sobre todo más al dejarle un poco en el plato para que pierda frío. Y el pulpo, a la parrilla. Muy bien hecho y muy rico. Con su pimentón. Le ponen un poco de vinagre de módena que, para mi gusto quita un poco de sabor al pulpo. La atención se ve claramente que la llevan profesionales con mucha experiencia. La atención es rápida, sonriente y eficaz. Desde luego, ha sido de casualidad. Pero es un sitio al que volver con más tiempo y a seguir probando sus comidas caseras! De precio, pues en la media. Lo más caro era el pulpo. 17,5 €. El queso 12. Las croquetas 6. Y el maravilloso revuelto, no lo recuerdo. Pero vamos, Todo esto más 10 cañas. 62,5, entre cuatro personas. Si vais por esta zona, parad aquí! Un sitio castizo!
Amparo L.
Classificação do local: 3 Madrid
Siguiendo nuestra búsqueda de croquetas para recomendar fuimos a Casa Perico, el local presume de tener comida casera y tiene un look que no ha cambiado en años, y no me molesta, no todo tiene que ser maderas y blancos hoy en día. Taburetes en la barra y algunas mesas. Ayer martes estaba sólo una mesa ocupada y nosotras en la barra, era pronto, no sé si después habría más lío. Pedimos una ración de croquetas«Herrera imperial» con un vino y una caña. Las croquetas son de jamón, muy ricas, a mi me gustaron más que a mi amiga. La bechamel ligera y el rebozado nada pesado, muy bien fritas. La ración son 6 euros y si se pide por unidad, 1.20. Me quedé con ganas de probar el vermut. Lo único que nos dejó con mal sabor de boca es que pagamos y luego nos pusimos a pensar, los precios vienen en una pared en la barra y nos habían cobrado mal, nada muy grave, 80 céntimos de más, pero habiendo sólo dos mesas en el local un fallo así te deja un poco descorazonada(anda que no me va el drama) Editado para añadir: Aclarado el malentendido de la cuenta. Así da gusto.
C L.
Classificação do local: 5 Fayetteville, NY
Even with a ton of dining options in Madrid, we returned to Casa Perico for a second meal on our last day in the city. Our server Rodrigo was amazing; very attentive and happy to answer any questions we had and offer additional information and recommendations for our stay in Madrid and for our further travels to Barcelona. The food was all very flavourful and tasted homemade. We enjoyed a couple of different stews, grilled asparagus, grilled octopus and squid, callos madrilenos(not a huge tripe fan, but this was pretty darned good as tripe goes!). Casa Perico is on a nice quiet street and it was a relaxed walk getting there instead of the congested feel of Plaza Mayor.
Juanma O.
Classificação do local: 4 Madrid
Mi abuela cumple 100 años en Junio y, aunque la mujer está estupenda, ya no tanto como para andar en los fogones. Es de Linares, Jaén, y preparaba un plato que llamaba«guiso de boda» que consistía en albóndigas y pollo en una salsa con piñones y aceitunas. Desde que ella dejó de cocinar no había vuelto a probar algo así hasta que fui a Casa Perico y pedí las albóndigas a la andaluza, que no llevan pollo pero también las acompañan de patatas fritas de verdad y hacen que se te salten las lágrimas. Comer allí es como estar en su casa, el mismo olor, los mismos vasos, el mismo tipo de decoración(he dicho tipo, no cantidad, el restaurante está pelín recargado)… y lo más importante, el mismo trato afable y cariñoso y la cocina casera de verdad. Presumen de recuperar la cocina tradicional pero creo que en su caso no la recuperan porque no la han perdido nunca: gambas con gabardina, callos, cocido y otros platos de cuchara, las ya mencionadas albóndigas, patatas fritas de verdad y los postres deliciosos: natillas, arroz con leche, quesada de requesón… Un refugio entre la modernidad del barrio, muy recomendable si sientes nostalgia o quieres sentirla comiendo como en casa… de mi abuela.
Miguel Ángel M.
Classificação do local: 4 Madrid
El proyecto Triball está haciendo más amable la zona donde se ubica este restaurante que va a cumplir setenta años sirviendo comidas caseras. Los recortes de periódico son el elemento que identifica a este lugar que ha adquirido fama en el centro de Madrid por sus platos de legumbres y el trato familiar. También se acercan por allí famosos de perfil intelectual en busca de los postres que hace la señora de la casa.
Germán M.
Classificação do local: 3 Madrid
Toda la solera que tiene este local encima se tiene que notar por fuerza en la cocina. Comida auténtica, casera(muy ricas las croquetas, por ejemplo), y el trato también como el de casa, aunque no he podido comprobar empíricamente si le dan una colleja al que no se acabe las lentejas. La única pega es que la solera también se nota en los precios, y no es precisamente la opción más barata del barrio, aunque la comida si sea de las mejores.