Una buena mezcla del antiguo y nuevo Lavapiés. Han conservado la estructura y la barra del típico bar de barrio, lo han decorado con motivos mexicanos(sin caer en tópicos) para dejarlo en un espacio cómodo donde comer o beber algo. La carta se basa en tacos y quesadillas, incluidas algunas especialidades(hasta ahora, todas las que he pedido aconsejables). Además, una buena selección de cervezas mexicanas, y dentro de esta fusión de lo nuevo y antiguo, ¡tienen también vermú de grifo! Como no podía faltar, también tiene margaritas(además de otros cócteles y copas premium). El servicio es rápido y las camareras muy amables, y cuando pides una consumición te ponen unos nachos de acompañamiento, lo que hace la espera todavía más corta. Ideal para picar algo.
Mario D.
Classificação do local: 4 Madrid
Hemos entrado hoy a comer a este pequeño bar-restaurante mexicano en el corazón de Lavapiés. Ya lo había visitado una vez anteriormente, pero no tenía datos suficientes como para hacer una reseña sobre él. Un par de bebidas de entrada mientras decidíamos qué comer. En primer lugar, nos hemos decantado por los nachos. Riquísimos, acompañados de queso, tomate en dados y frijoles. Hay que destacar que, al servirte las salsas, te preguntan si las conoces para, en caso contrario, avisarte de cuál pica y cuál no. Hemos seguido con un taco de cochinita pibil(exquisito, mi bocado favorito de este local a partir de ahora), otro«alambre de pollo»(muy rico) y una quesadilla de jamón serrano, rúcula y queso(buena, pero nada sensacional). Y, para rematar, otros dos tacos de cochinita pibil y dos de mole(riquísimos) acompañados de otras dos bebidas. Total de la cuenta: 31,60 euros. Mi conclusión es que es un sitio excepcional, con una comida buenísima y un servicio excelente, pero si acudes a él con la intención de comer a base de tacos puede resultar ligeramente caro, pese a la calidad de éstos. También tienes la opción de comer uno de sus platos de mediodía. Sin duda, un lugar que visitar.
Levi S.
Classificação do local: 5 Chicago, IL
As an American, I’ve been blessed with my share of tacos during my lifetime. The style that La Antigua Taqueria offers are of the authentic Mexican variety: shredded(ropa vieja) or grilled bits of meat or simply stewed black beans wrapped in a petite corn tortilla. I have tried them all, of course, and they are delicious if your appetite is for Mexican-style tacos and quesedillas. If you’re of the opinion that the USA does tacos best, you might be disappointed both in the content and portion size of the fare. The plates here are inexpensive, however, so ordering two tacos(for example) would only set you back about five euros. Oh, and as fair warning: these soft little tortillas tend to expand in your stomach so if you wolf them down, you’re going to have a bad time. Aside from the delicious food, the ambiance is classically Mexican. A pair of wide double-doors open out onto the street, so as you enjoy the small, dark dining room you can watch the passing of Lavapies’ richly diverse pedestrians. There is a great and colorful calavera mural on the wall on the way to the restrooms. By the way the waitress avoided lisping her«c“s I guessed that she was Mexican or at least not European, and those cultural qualities were reflected in her service: smiling and warm, and attentive. The only way you’d know that you were in a Spanish-Mexican restaurant and not an authentic Mexican restaurant is that when you order a Mexican beer, as an American, you want a lime in it. Like, a slice IN the bottle. Spain doesn’t do that. Spain never got the memo or at best mistranslated lima as limon. Very rarely in this country has my perseverance in ordering lime with a Pacifio or Coronita been rewarded with a slice of lime. This restaurant is no exception; here, you are given a glass half-full of lemon Fanta with a salted rim, with a splash of tequila added, and are expected to pour your Pacifico into it. It’s refreshing, it’s interesting at least, but it ain’t a lime. The tl;dr is that if you’re on the hunt for cheap Mexican tacos in a Mexican-themed taco joint, come down to Lavapies and try La Antigua Taqueria.
Mauricio C.
Classificação do local: 5 Aliso Viejo, CA
I’m from Southern California and also Mexican so I believe I am very qualified when it comes to rating Mexican food. This little taco bar was delicious. I tried the tinga de pollo and the cochinita pibil and they were amazing. Definitely recommend for someone craving some tacos and beer.
Xaviju J.
Classificação do local: 3 Madrid
La magia, supongo que estaremos todos de acuerdo, consiste en utilizar una serie de trucos para hacer creer al espectador algo que, en realidad, no está ocurriendo. La magia, o el ilusionismo, han existido desde siempre y han llegado hasta nuestros días en forma de supersticiones, religiones, adivinaciones, y por qué no, restauración. Apenas accedes a la «Antigua Taquería» hay dos posibilidades: que caigas bajo el embrujo del primer pase de varita o que sagazmente descubras el truco. Debo reconocer que caí fácilmente en el influjo mágico. El madrileñísimo(debería decir lavapiesísimo) truco de utilizar un bar antiguo para darle un toque moderno sigue gustándome, aunque no sé por cuanto tiempo más. Una pared al fondo pintada con un típica calavera mesoamericana y extremadamente iluminada, contrasta con un bar común, con tintes de un pasado de caña y brava, poblado por mesas bajas y bombillas de escasa potencia. El mago ha pronunciado las primeras palabras de su conjuro. Si sigues en el espectáculo, te sentarás en un mesa del fondo y buscarás con tus ojos una carta. Error, grave error. La carta está escrita en letra de médico sobre un espejo en la barra. No pasa nada, te acercas a la barra y lees la carta. Es corta, no es muy dificil, pero los nombres de los tacos no dejan claro sus ingredientes así que te armas de una educada sonrisa y preguntas al camarero por la composición del alimento, ingredientes, grado de escozor de tu lengua, etc. Supongo que es la pregunta habitual, el punto flaco del mago, el momento más complejo del truco. Te mira con aire cansado, saca esa falsa sonrisa que se clava en tus ojos y te recita la frase mil veces pronunciada, sin ningún interés en hacerte comprender. Valen entre dos y tres euros, termina. Da igual — piensas — he venido a comer algo. Pides, sin saber bien qué, y te sientas en la mesa a esperar con tu(s) acompañante(s) y tu cerveza mexicana, una de esas que ya compraste en algún supermercado, nada especial. Tus ojos ven algo en la manga del mago, pero lo dejan pasar. Último pase de varita. A tu mesa llega un plato con el taco que has pedido y otro se acomoda en el centro con tres salsas que, en otra aberrante declamación del empleado, explica pesadamente. Esta pica, esta un poco y esta casi nada, dice en voz baja mientras se marcha apresuradamente. Los tacos son del tamaño de un dado, un mordisco, un pequeña porción de lo que debería ser un taco. Las quesadillas caben de 4 en 4 en un plato pequeño. Empiezas a adivinar la ilusión, algo falla. El mago, en este momento, levanta las manos, es el pase final, cuando debes abrir los ojos sorprendido, cautivado, que aparezca el conejo o desaparezca la dama. Pruebas el taco, lo masticas, lo saboreas, lo descansas, lo piensas. Entonces lo ves claro. Es todo un truco, no sorprende a nadie. No hay apenas aplausos. Han vuelto a hacer lo mismo. Un lugar con un atrezzo demasiado falso, demasiado forzado. Una comida exótica, un nombre de cartón piedra. Apuesto a que ningún mexicano pisará este bar, todos verian el truco de magia.
Martín L.
Classificação do local: 5 Madrid
uno de los mejores y más gratos descubrimientos de los últimos meses. un sitio con personalidad: tasca de toda la vida con algunas piezas decorativas procedentes de México y un mural inspirado en el Día de los Muertos. Su propuesta: tacos y quesadillas, básicamente. Poca variedad, pero riquísimos. Caseros, con los rellenos clásicos y otros propios de la casa. Y lo mejor, a precios de fast food(1,5−2 €, cada uno). Además, micheladas, mezcales y buenos cócteles a base de tequila, que te sirven directamente en la mesa, hasta donde se desplazan para terminar de agitar la coctelera y servírtelo en las copas. No dejo de recomendárselo a todo el mundo.
Elena M.
Classificação do local: 5 Madrid
Yo no soy muy fan de la comida mexicana, más que nada porque no tolero el picante demasiado bien. Peronla verdad que este sitio es todo un descubrimiento. Fui con unos amigos antes de un concierto en El Juglar. Me recomendaron que con 3 tacos iba a ir bien servida y así fue. El más rico el de huevo con trufa que es una delicia. La carta es amplia y luego puedes elegir que sea más picante con las salsas que te dejan para condimentar, así que perfecto para mi. En cuanto a carta de bebidas también es muy completa, tiene un montón de tequilas, cervezas y micheladas. Las camareras se merecen un 10, son un encanto y el servicio fue muy eficiente. También mola mucho la decoración, creo que el bar es de los 40 y ahora lo han remodelado pero con la misma esencia. Perfecto para alejarse un poco del bullicio del centro neurálgico de Lavapies.