El restaurante está justo al lado de la Plaza de San Andrés, y está ubicado en lo que era una antigua casa de vecinos, muy bien ambientada. Creo que lleva funcionando como taberna desde los años 40. Todas las salas giran en torno a un patio central de columnas. El salón de Manolete, Chiquilín, Los Califas, Fosforito y de las Peñas Taurinas tiene un ambiente muy taurino y Cordobés. La Cocina es típica tradicional Cordobesa, de buena calidad, bien aderezada y condimentada. Son muy conocidas sus carnes, a mí particularmente me gustan más los adobos, que también los preparan ricos. Los precios son bastante asequibles y el trato por parte de los camareros es siempre muy correcto, aunque tengan las salas hasta arriba. También es posible tomarte en la barra un vino de la tierra con unas aceitunas o una tapa de queso.