Café del Alba

Nada mas lindo que ir caminando por el centro y un oasis nos espere. Entrar a este tipico café con libros locales y revistas de cine en sus estantes brinda nuevas expectativas a esta ciudad. Un lugar para detener el tiempo. Merendar o desayunar mientras leemos el diario o conversamos. Y de paso llevarse un ejemplar de cultura cordobesa. Ademas se realizan talleres y charlas. Un lugar hermoso.

Vas de mañana y en el medio del ruido céntrico, te invade el olor a café y las medialunas calentitas. Tienen varios periódicos (locales, todos) aunque podés repasar alguno de los tantos libros que hay en la biblioteca y en vez de la TV, suena jazz o un concierto en vivo de María Bethania. El problema es que de esa trinchera hay que salir en algún momento.
Cuando cae el sol, se transforma y el bar vira en comunidad. Los jueves, hay picadas tentadoras y si en vez de los clásicos cerveza o vino pedís un gin tonic, te traen el etílico para que te lo armes a tu gusto.

Andábamos por el centro haciendo trámites y la tarde gris invitó al clásico cafecito con tostado. En Café del Alba encontramos buena música y excelente atención! No tienen la super carta ni el mejor café pero la atmósfera, el buen trato y los precios invitan a volver. Rodeados de libros, en su mayoría editoriales cordobesas, es un lindo lugar para parar y escapar del tumulto en la peatonal.

A lovely place where to find peace and inspiration! Me encanta llegar a las mesas y distraerme con los bellos libros que acompañan el café!! Recomendado para todos y todas!

Pros:
Ambientación.
Libros.
Buenos precios.
Libros.
Buena atención.
¿Mencioné acaso los libros?
Contras:
La carta debería tener más alternativas y opciones.
El café podría mejorar.

Mi refugio tranquilo de café, trabajo, libros, reuniones, etc. Buena y sencilla cocina, y muy buen café. Una recomendación: el «after» de los jueves a la tarde/​noche.

Es mi lugar favorito del centro para ir a desayunar. Tienen propuestas clásicas y sencillas, pero eso hace que no falle. Además la relación precio/​calidad es excelente. Por ejemplo, un desayuno completo (café con leche, jugo, tostadas o medialunas, manteca y dulce) sale $ 30. Y las tostadas son de pan francés .
Otra cosa que hace que Café del Alba sea un gran bar es la biblioteca con librería. Hay cualquier cantidad de libros (disponibles para comprar o para leer alli), todos de autores cordobes y editoriales independientes.
Además siempre tienen dvds de música linda para escuchar.
Es una gran opción dentro de los bares del centro.

Nada es mas lindo que colgarte leyendo todo lo que tenes en este bar mientras te tomas un buen café con leche y medialunas.
El local abrió hace 4 años en plena peatonal cordobesa, y se transformo con el tiempo en el lugar elegido por los amantes de los cafes literarios.
En enormes bibliotecas de madera reciclada que atraviesan el bar de lado a lado, se distribuyen cientos de libros que incluyen autores clásicos como Cortazar, Borges y Gabo que se mezclan con títulos nuevos, autores locales y biografías interesantes.
Un plus del lugar y que guarda directa relación con el espiritu de los fundadores de este café, es su respeto a la ecología y la conservación del planeta, de hecho, los techos están construidos con persianas viejas, el papel que cubre algunos sectores es ecológico y hasta la barra es un viejo mostrador aggiornado que estuvo a punto de ser tirado a la basura por el dueño de la optica contigua.
La música que suena es tranqui (mucha bossanova) y la atención es relajada. Un detalle importante es que no se escucha ruido ambiente molesto y la gente no habla a los gritos, tal vez como señal de respeto hacia quienes leen y disfrutan las novelas.
Es el lugar ideal para ir solo, apagar celular y olvidarse del tiempo.
Altamente recomendable, un oasis en el medio del caótico centro cordobés.

En medio de la peatonal, Café del Alba te espera desde la mañana hasta la noche con sus cafés y comidas. Pero no es una cafetería común y corriente. Café del Alba es el café literario por excelencia de la ciudad. En el lugar, las mesas se encuentran rodeadas de bibliotecas llenas de libros que están ordenados según las editoriales independientes cordobesas que los publicó. Mientras tomás un café, podés echarles un vistazo a los que te llaman la atención y si te gustan, comprarlos.
Dato para los escritores: también tienen un espacio destinado a los libros de autor de autogestión. Basta con llegarse al lugar con los libros y confiarlos en sus manos para la venta.
Además, en Café del Alba se presentan libros, se organizan lecturas y todas las semanas se hace presente el grupo literario conocido desde hace años como El Andén. Tuve también la oportunidad de escuchar jazz en vivo y hace unos días fue el lugar elegido para hacer un homenaje a Diego Armando Maradonna con narraciones y cuentos sobre fútbol.
Atendido por sus propios dueños, este café además, tiene la particularidad de que algunos de sus mozos son escritores, poetas y editores cordobeses.

Me gusta mucho el ambiente de este lugar, la idea en sí. Creo que aún le falta mucho para convertirse en un punto de encuentro fijo.
La música no siempre es la mejor, y no tienen una propuesta para la merienda o el desayuno.
Los licuados son buenísimos pero solo tienen medialunas!!!
Yo quiero ir a un lugar como café del alba, pasar horas ahi, tomar y comer algo rico, que acompañe a la experiencia visual del bar!

Existen pocos lugares como Café del Alba, aunque por suerte cada día son más. Un lugar cálido, taza de café en mano, silencio, o una música tranquila, y un sillón cómodo, son los ingredientes exactos para leer un buen libro. Y este lugar te lo brinda.
Café del Alba es un cafés literario que ofrece ricas meriendas o desayuno (café, té, medialunas y criollos son los preferidos, pero el abanico es mucho más amplio) para poder sentarse relajado a leer algún libro de los estantes. A veces ocurre que el libro que se empieza a leer y te comienza a atrapar, por suerte aquí tienes la posibilidad de comprarlos. Los días fríos o de lluvia invitan a refugiarse en estos espacios tranquilos, con música que acompañà la lectura, la luz justa y, por lo general, con una cálida decoración.
El perfil de la gente por lo que noté es amplio, ya que van jóvenes como personas de mayor edad y de diferentes barrios. Es muy loco a veces ver personajes que tan solo pidieron un café y se pasan horas y horas leyendo un libro.
Por suerte aún existen, espacios cómodos con sillones para leer y es muy utilizado por mucha gente.

Café del Alba
Este café-​librería está ubicado en un lugar céntrico, en plena peatonal. Rodeado por estanterías de madera rústica que exhiben los libros a la venta, hay sobre todo libros de autores latinoamericanos y cordobeses (de Editorial Nudista, Llanto de mudo, Caballo negro, Eduvim, Pan comido o Recovecos entre otras). Suelen juntarse grupos de lectura y se dan charlas de interés cultural y político, presentaciones de libros, y también se dictan clases de tango (los jueves a las 21 horas) o talleres de libro objeto (los días viernes por la mañana). La carta es la de un café estándar, nada especial, el espacio es pequeño y bastante bullicioso. Las lámparas son novedosas: unos focos grandes y redondos decorados con libros, aunque el lugar no es muy luminoso. Cuando yo fui se realizaba una feria de vinilos que había copado casi todas las mesas, mientras sonaba un dj en vivo lo cual fue muy interesante, pese a que no quedaban casi mesas libres para sentarse a tomar un café.

El lugar ideal para amantes de la lectura o para todos aquellos que busquen un lugar tranquilo para tomarse un café, rodeado de libros y cultura.
Lo más loco es que podés encontrar un rinconcito de tranquilidad en medio de la locura del centro cordobés, en plena calle 9 de julio.
Café del Alba propone eso: la perfecta combinación entre una librería y un café bar. El lugar esta empapelado de libros, que podés mirar, hojear y hasta comprar.
Fui hace poco a la presentación de un libro de cuentos de un periodista y escritor cordobés. Se llenó de gente. El lugar es muy pequeñito y para quedó chico para el evento.
Además suelen hacer Cafés literarios, una linda oportunidad para acercarse y disfrutar de una buena lectura y una rica merienda. También podes sumarte a algunos cursitos que van desde clases de tango hasta talleres de escritura creativa.
Octubre fue «el mes del Diego» y se organizaron una serie de juntadas literarias, proyección de películas, etc, relacionados con el diez.
La carta es escueta, hacen poquitas cosas pero muy bien. Medialunas, criollitos, la riquísima torre de panqueques, son algunas de las delicias que no fallan a la hora del desayuno o de la merienda.

Café del Alba trajo un estilo nuevo al mapa de bares céntricos de Córdoba capital. El lugar es elegido por locales y extranjeros que visitan la ciudad durante la mañana, el mediodía y la tarde.
El tema son los libros, una pared entera transformada en biblioteca, hojas de libros en las lámparas y gente leyendo mientras disfrutan de un cafecito decoran el lugar. La mayoría de los libros son de autores latinoamericanos o relacionados con la región.
El coqueto bar del Centro ofrece, además de café y desayunos, un interesante menú ejecutivo que es el elegido de muchos que trabajan por la zona o tienen que almorzar allí.
Todos los días hábiles, al mediodía cuenta con tres opciones de plato principal — una de las veces que fui se podía elegir entre chop suey, milanesa con puré y crepes de calabacín– y bebida por 50 pesos.
El menú ejecutivo de Café del Alba no cuenta con postres, pero los mismos son muy económicos, entre 12 y 18 pesos y bastante ricos. La carta tiene clásicos como flan, vigilante y helado.
Para aprovechar la opción de mediodía, es recomendable ir temprano ya que a eso de las 14.30 comienzan a quedarse sin alguna de las opciones. Bu, pero al menos eso demuestra que la comida es fresca.
La atención es buena pero como suelen estar todas las mesas ocupadas, la comida tarda un poco en llegar.

Tipo 9:30 solíamos hacer las reuniones con el cliente, ahí fue cuando conocí este interesante Café Literario, unos de mi compañeros es el dueño de este lugar placentero.
Como ya teníamos reservados nos tocó en el primer piso, un lugar sin ruido, con música ambiental, muy relax para empezar la mañana de un jueves, vino la moza y nos tomo el pedido, pero antes nos recomendó «Café con leche con 2 medialunas o 2 criollitos», obvio que tenés otras opciones, pero como me gusta escuchar la recomendación de la casa, pedí el famoso café con leche + 2 medialunas =D
Lo que observe es que desde que entramos había personas que sacaban libros de las estanterías y se sentaban a leer, después de dos horas de meeting, bajamos y seguían las mismas personas en su mundo literario… me comentaba que si a los clientes le gusta cualquier libro, los mismo están en ventas.
La atención fue excelente, atendida por sus propios dueños y muy amables. Precios? Como en todos lados!
En realidad pasaba todas las mañanas por este lugar con ganas de frenar por un café con leche, porque para mí no hay como desayunar afuera!
Realizan noches temáticas por ejemplo unas de las ultimas fue de Tango con clases para principiantes, hubo encuentros de personas que tienen inclinación a las poesías y escrituras, taller donde podes crear hasta tu Propio Libro.
Lugar recomendadísimo para los amantes de las Literatura! y Si pasas por afuera te atrapa ese aroma a desayuno único!

Este lugar abrió hace relativamente poco y a fuerza de propuestas se fue instalando como un lugar relevante en el poco pintoresco centro cordobés.
No sé si aplica el concepto de «Café literario» pero hay café y libros, así que capaz si.
Una de sus paredes es está forrada hasta el techo de libros, no sé si podés manotear uno y sentarte a leer, o son para comprar y si querés sentarte a leer tenés que traerte uno de tu casa. Yo fui por una reunión de trabajo y en términos de decoración, me pareció fantástico, hasta las lámparas del techo están hechas de libros.
Sí se que podés comprar, hay autores locales, muchas editoriales que a primera vista parecen independientes, también hay Dvd´s y algo de música.
Al fondo hay una escalerita, por lo que alcancé a ver, hay clases de tango, y yoga y alguna otra cosa más.
También fui a un par de ferias de vinilos, que se hacen con cierta regularidad los fines de semana, estuvo bastante bueno y había material más que interesante.
Le pongo 3 estrellas por la comida, si bien no probé almuerzos o cenas, merendé un batido de frutas y una mafalda que si bien estaban bien, era lo más tentador de la carta, no había mucho más para elegir.
Aún así, saber que podés encontrar un lugar así de relajado en el medio del caos del centro es una buena noticia.