Astorino

Muy buen servicio, la comida esta sabrosa y las pizzas son con el pan delgado como las clásicas.

Por años estuvo en esta misma dirección un local de renta y compra de tuxedos, era algo distintivo de esa pequeña plaza hasta que un día empezaron a remodelar el lugar y todo pintaba para ser un restaurante ¿de qué? Nadie supo hasta el día de la inauguración.
A pesar de ello no decidí ir hasta hace un par de días, la ubicación no me llamaba tanto la atención a pesar de tener estacionamiento privado y de que el restaurante siempre tiene gente pero nunca está al tope (cosa que me agrada porque así el servicio es más rápido y atento). Fui con toda la familia a ver qué tal estaba este pintoresco y nuevo restaurante de comida italiana.
Empezando por la imagen, el lugar está ambientado al estilo de una provincia italiana, con toques antiguos pero todo bien limpio y ordenado. Tiene un espacio amplio de mesas. Pasando por las bebidas, pedí una copa de sangría que, aunque estuvo un poco ácida sabía muy bien con la entrada que te dan de cortesía y la ensalada. Para llegar a lo más importante; la comida, oh la deliciosa comida, las pechugas que ordenamos estaban en su punto de cocción, se veía que era pollo fresco y las salsas e ingredientes en que estaban bañadas sabían deliciosos.
Todos los platillos van a acompañados de ensalada (cesar o de la casa) o sopa y pan (un delicioso y blandito pan). Los platos fuertes están muy bien servidos y el ambiente es de tipo familiar lo que hizo de la cena una velada muy acogedora y agradable. El encargado del restaurante se acercó a preguntarnos qué tal había sido nuestra experiencia en Astorino’s y al comentarle que era la primera vez que lo visitábamos nos dio de cortesía una crème brûlée para degustar. Estaba deliciosa también.

No es malo copiar. Yo copio todo el tiempo. Hablo de copiar lo que funciona.
Copio a las personas que me inspiran. Leo los libros que han leído, busco lugares que ellos buscarían y aprendo lo que ellos aprendieron. No copio todo, copio lo que me ayude a estar más cerca de lo que quiero en la vida. Filtro lo que aplica y lo que no. Eso me funciona a mí.
Copia de quien esté donde tú quieres estar y filtra. Luego que estés lleno de ideas transformalas en propias e inspira a otros.
Así es como decidí dejar de ir al restaurante al que siempre iba solo porque me quedaba cerca e iban mis amigos. Así conocí Astorios.
Es un restaurante de comida italiana. La comida es rica, te recomiendo el Fettuccini con pollo. Sobre el ambiente es el tipo de ambiente para tener una cena con tu pareja. Me gusta la limpieza del lugar. La rapidez del servicio es ideal.
El restaurante ha copiado los conceptos básicos de un buen restaurante de comida italiana. Lo ha hecho bien. He regresado un par de veces.
Tip: Cuando tengas una entrevista en un restaurante se amable con los meseros. Si no eres amable con el mesero podrías reflejar indiferencia con las personas. Basta con decir hola o buenos días y por favor y gracias.

Se denomina síndrome de Stendhal a un elevado ritmo cardíaco, vértigo, confusión, temblor, palpitaciones, depresiones e incluso alucinaciones cuando el individuo es expuesto a obras de arte, bueno, tal vez exagero un poco, pero es homologable con el sentir que me ocasiona la comida italiana, es motivo de desenfreno al momento de tener un platillo frente a mí y aunque intento no excederme en porciones, termino pidiendo un poco más.
Astorino es un sitio que por su ubicación alejada de mi casa, ni imaginaba su existencia, pertenece a esa parte de la ciudad a la que no siempre tengo algo que hacer por allá, mi ritmo de vida se mueve en otras latitudes, en otros panoramas, otros rostros.
Lo cierto es que en el momento que entré descubrí que es un sitio diferente a lo de los restaurantes comunes, mas tiene un concepto muy afín a lo gourmet, simplemente elegante. Personalmente prefiero algo que ya conozco y pedí raviolis que presentados un poco distintos a otros sitios donde los he probado, con un poco menos queso y más salsa pero al final de cuentas la salsa es lo que le proporciona el sabor a la plasta, sin duda regresaré sin importar la distancia que debo recorrer, claro, siempre que sea acompañado.