Facultad de Filosofía y Letras, UNAM

Además de los prejuicios que ha generado el haber estudiado en esta facultad, drogadictos, hippies, revoltosos, porros, guerrilleros, terroristas, etc., para muchos es más que eso la Facultad de Filosofía y Letras.
Algunos mitos como que los baños son compartidos, falso, ha impulsado a varios a visitar dicho recinto.
Existen ciertas características que siempre nos unirán a quienes estudiamos allí, siempre que veamos en las noticias que prendieron fuego a un auto o que hay disputa por el auditoria Che Guevara, algo se despertará en nosotros, a favor o no.

¡Cómo no hablar bien del lugar que considero mi segundo hogar? Pues bien, la Facultad de Filosofía y Letras me ha visto crecer y desarrollarme en el ámbito filosófico de la mejor manera. ¿Por qué? Porque ha sido la mejor institución y la mejor casa de estudios para mí. Me encantan sus instalaciones, que aunque sean viejitas, conservan el espíritu y la esencia universitaria de antaño. El edificio principal cuenta con tres pisos, cada unos con salones de todos tamaños, unos con bancas de más, otros con menos. La torre de Humanidades I está a la entrada de la facultad y tiene 10 pisos, no los he recorrido todos, pero en varios hay cubículos para los diferentes departamentos (Sistema Abierto, Idiomas, Posgrado, Salones para Seminario, entre otros).
La cafeteríà la acaban de mudar justo enfrente de la biblioteca Samuel Ramos y hay menús y platillos para todos los bolsillos.
En la zona de las coordinaciones están todas las oficinas de cada una de las carreras que se imparten en esta Facultad y ahí te brindan información sobre trámites, situaciones académicas, eventos, cursos y mucho más.
Me encanta que está muy bien ubicada, muy cerca de insurgentes y puedes llegar caminando o en el pumabús a la salida que te lleva al metro Copilco.
Además de tener la biblioteca Samuel Ramos tenemos a un lado la Biblioteca Central por lo que si no encuentro un libro en una me queda en corto ir a la otra.
El ambiente es muy cálido y todos te tratan bien. No se discrimina a nadie y se vive un verdadero ambiente universitario.
Ahora se cuenta con un edificio anexo llamado Adolfo Sánchez Vázquez que está cerca del Estadio de CU y aunque a veces es complicado trasladarte de un edificio a otro hay un camión especial que te lleva sin costo, aunque un poco lento por lo que es preferible llegar caminando.
En la aula Magna y el Salón de Actos se llevan a cabo un sinfín de coloquios, presentaciones de libros, conferencias, charlas y proyecciones de películas. Siempre hay alguna actividad de interés y lo mejor de todo es que puedes entrar sin tener que ser alumno de la Facultad.
Soy muy fan de mi facultad, de las clases y de los profesores con los que he tenido oportunidad de tomar clases. Soy orgullosamente UNAM y orgullosamente de la Facultad de Filosofía y Letras, la amo.

Odiada, admirada, querida, malquerida, maltratada, homenajeada, ninguneada, piropeada. Esta es la Fac. Punto de encuentro de uno de los brazos más importantes del pensamiento humanista en México. Muy pocas personas que tengan que ver con las humanidades no han pasado por este lugar. Sea para consultar a un maestro, para informarse de los cursos, para turistear y no faltará el despistado que puede encontrar a un yerbero bajo cualquier piedra que uno patee.
La gama de carreras es amplia: Letras Alemanas, Francesas, Inglesas, Hispánicas, Grecolatinas, Dramáticas, Geografía, Filosofía (obvio), Pedagogía (¡!). Eso sin contar con los cursos de amplio criterio que ahí se dan. Como actividades curriculares están los cursos de redacción, de lógica, etimologías, etcétera. También hay un grupo coral. Por si les interesa.

Nadie puede negar la importancia, no sólo en la UNAM, de esta facultad, en la que se puede cultivar el espíritu y la sensibilidad en algún taller, por ejemplo, de poesía dentro del Colegio de Lengua y Literatura Hispánicas, o desarrollar cualidades artísticas y corporales en una clase de actuación del Colegio de Literatura Dramática y Teatro; o bien asumir responsablemente el valor del ocio para la vida en algún curso de Metafísica en la licenciatura en Filosofía.
Éstas son apenas unas pocas actividades del amplísimo espectro de posibilidades que hay al interior de esta Facultad, desde conferencias, hasta diplomados, carreras en sistema abierto, maestrías, doctorados, o las llamadas Cátedras Extraordinarias; en un espacio arquitectónico situado dentro de la tenaza que forman, por un lado, el edificio de la Rectoría y por el otro, la Facultad de Derecho; acaso porque éste ha sido históricamente un importante motor generador de ideas críticas en el ámbito político.

La facultad más chida que hay en la UNAM (en mi opinión), además de las creencias políticas y religiosas diversas, de todas las tendencias. Aquí aceptan la pluralidad por parte de los que estudian y dan clases.
Los más grandes intelectuales que han destacado en México, han participado en la facultad como Octavio Paz, Adolfos Sanchez Vázquez y toda una gama de escritores, literatos, filósofos y políticos, tanto como estudiantes como profesores.
La convivencia y el modo de desenvolverse de los estudiantes es de mucho respeto a pesar de la imagen que la sociedad tiene de ellos y los profesores.

Sobra decir que ir a Ciudad Universitaria es también llenarte de la historia del país y, sobre todo, en esta Facultad, desde mi muy particular punto de vista, pues su origen se remonta a los inicios de la UNAM.
Obviamente está especializada en Humanidades, aquí imparten desde Letras Clásicas hasta las Alemanas, Literatura, Historia, Geografía y Filosofía (la que estudio actualmente), entre otras. El trabajo que ha hecho le ha dado el reconocimiento nacional e internacional. Es un verdadero centro de estudio e investigación.
Su ubicación es privilegiada, a un lado de Rectoría y la Biblioteca Central, cerca del Estadio Olímpico. Así que cualquier pumabús que pase por estos lugares, también te deja cerca de la Facultad. Además tiene un anexo, todavía más cerca del Estadio, y su propia biblioteca.