La Estación de Lulio

Más que nada me gusta este lugar por lo precios accesibles debo confesar, cada que voy a esperar por alguien y no quiero estar en el camellón, prefiero entrar a tomar un café y unos nachos. El lugar es bastante agradable, aunque de repente me da una vibra muy de señor, por lo que no lo recomendaría para un grupo en plan de cotorrear, cada que voy hasta me da cosa elevar el volumen de mi voz ya que mucha gente opta por ir a leer. Por eso creo que es un lugar ideal para ir con grupos pequeños o incluso ir solo y sin pena a pasar un agradable momento con un café.
La comida está pasable, nada remarcable hasta ahora y bueno, como ya mencioné, los precios son bastante accesibles, el servicio es muy atento y el ambiente muy tranquilo.

Se antoja para tomar un café, agradable ambiente, cómodo, a unos pasos de Av. Chapultepec. Difícil hallar estacionamiento.
Los nachos Lulio están ricos, bien servidos, quizás les falta algo de sabor. En general lo que pidieron mis acompañantes estaba bueno, es curioso que puedas pedir desde unas enfrijoladas hasta un panini de jamón serrano pasando por unas alitas e inclusive pizza, muy versátil su cocina, para muchos gustos.
Los precios a mi parecer algo altos pero no deja de ser accesible.
Buen WiFi, ambiente muy relajado, para pasar un rato agradable charlando por ejemplo.

La estación de Lulio es un café que ya tiene muchos años, pero lo han descuidado… La comida no es muy buena y el servicio me parece lento. Les hace falta mantenimiento y la decoración ya se ve vieja y desgastada.

Llevo años viniendo a este café y sigue siendo hasta hoy mi preferido para traer a visitas cuando están de viaje conociendo Guadalajara o simplemente cuando quiero pasar un buen rato tomando vino y platicando tranquilamente con amigos y familia.
El ambiente es tranquilo y cambiante dependiendo de la hora. En la mañana se puede traer a la familia, aunque no es la sucursal que más recomiendo para esto, esta la recomiendo para amigos, colegas de trabajo, etcétera; en la tarde para tomarse un descanso con una cerveza, pizza o panini; finalmente en la noche para convivir con café, vino, cerveza, entrada y entremeses varios.
Con precios accesibles, ambiente relajado y personal amable es definitivamente excelente opción cuando el plan es informal, en búsqueda de convivencia con una que otra intermisión de músicos ambulantes que se presentan afuera sobre todo en las noches de fin de semana.
A tomar en cuenta que no hay estacionamiento y que la zona de fumar no está completamente separada del área de no fumar.

El lugar es muy cómodo, sobre todo sí quieres desyunar después de un paseo en la vía recreativa, o mejor aún cuando quieres estar con tus amigas echar el chisme y platicar comiendo o comer platicando .
Me gusta que es como terraza pero al mismo tiempo estas adentró, es como raro, pero te dejan fumar y esta muy bien diseñado para que humo no se quede ahí adentro!
Los desayunos son muy buenos y siempre entre semana y tienes suerte en sábado hay muchas mesas libres, el servicio es bueno los meseros son amables y no se porque aveces tienen y otras veces no tienen hostess

Caí ahí por coincidencia, una amiga vino por cuestiones de trabajo a Guadalajara y me aviso cuando ya estaba aquí, su hotel estaba en la zona lo primero que encontró fue La Estación de Lulio, así que me citó ahí.
Llegamos aproximadamente a las 8 de la noche, el servició fue rápido a la hora de llevarnos las bebidas, pase toda la noche tomando Clericó, uno de los mejores que he tomado en mi vida.
Lamentablemente al momento de pedir la cuenta y factura (para comprobar viáticos) fue un proceso tardado.

Pero que rico es aquí !!
Este es uno de los Café– Restaurantes que suelo venir con mis amigas de la secundaria, ya se imaginarán que es para echar completamente el chisme, pero eso si somos muy exigentes y no nos gusta ir a cualquier lugar, así que siempre probamos diferentes para elegir algún favorito y este se hizo uno de ellos.
Está ubicado en Rubén Darío así que queda perfecto para nosotras, no sólo por la comodidad de que es uno de los lugares más céntricos de nuestras casas sino por que es un ambiente muy relajado y fresco, sobre todo esos días lluviosos como me gusta ir, de verdad que se disfruta mucho el lugar, ya que no está completamente cerrado, puedes observar a la calle y cuando está lloviendo puedes observar las gotas de lluvia caer por la ventana.
Pero eso si tiene que ser acompañado de unos ricos cafés, en la mesa no puede falta el frapuccino o el café caliente, acompañado de las rebanadas de pastel que ofrece el lugar.
Si no eres completamente dulce puedes probar los panninis o las opciones de comida que están para chuparse los dedos.

Desde hace poco mas de un año que vivo solo extraño los chilaquiles que me hacía mi mama, pero desde que conocí los chilaquiles de La Estación de Lulio ya no lo extraño tanto como antes…
He ido un par de veces, las dos fueron en sábado en la mañana, había una buena cantidad de gente, esperamos ambas veces, pero ninguna más de 10 – 15 minutos.
Hay buen ambiente y hay música,
El servicio es bueno, los meseros son muy atentos y gentiles, y no es para nada caro, los precios son decentes, como para venir a desayunar o comer en famialia…

Siempre he escuchado que los desayunos aquí son deliciosos, sin embargo nunca los he probado.
La vez que visité este lugar fue porque un amigo quería que nos reuniéramos para charlar y beber una cerveza y eligió este lugar porque aquí podía fumar mientras tanto.
El lugar estaba lleno como a la mitad, en su mayoría por adultos más grandes, de unos cuarenta para arriba. Y sí, es que de toda la zona, éste es de los pocos establecimientos dirigidos más hacia este tipo de público.
La cerveza estaba a un precio normal, al rededor de $ 20 pesos, no recuerdo porque mi amigo fue quien pagó, pero no era cara. El lugar es bastante cómodo para mantener una charla, y a pesar de que se puede fumar adentro, está bien ventilado.

Para desayunar, es de mis lugares preferidos. Aquí venden un platillo que no lo he encontrado tal cual en otros sitios: Huevos de Lulio. Son dos huevos estrellados, con la yema sin estar tan cocida, sobre una cama de queso y frijoles negros, con calidito. Desde que encontré este platillo, he pedido lo mismo una y otra vez, sin cansarme.
Si voy a La Estación de Lulio, es para desayunar esto. Una vez que fui con mi mamá, ella pidió otra cosa a pesar de mi gran recomendación; ella terminó comiéndose mi desayuno. No la culpo, estaba buenísimo.
El café es otro gran punto a considerarse; el moka caliente es riquísimo. Me encanta. También he probado los chilaquiles y más platillos. En general, es tan rico que siempre está lleno. En una ocasión fui con mi asesora de tesis y más compañeros a entrevistar a egresados de la universidad para un trabajo de investigación. El ambiente fue demasiado cómodo, tanto, que nos quedamos horas y horas.

¡Uf! La Estación de Lulio es un restaurant café super a gusto y bonito para desayunar. Está en una zona muy tranquila, que te permite platicar con tus acompañantes, estás de camino al centro, por Chapultepec si estás sólo pasando el rato, buscando un vestido. Aquí he venido a desayunar chilaquiles, que es mi platillo favorito. Vine con mis amigos después de escaparnos de la prepa, super malos nosotros terminamos desayunando a un lado de señores que hacían negocios ahí.
La comida es deliciosa, tienen un excelente servicio, los meseros muy atentos y rápidos. Los jugos están muy frescos y deliciosos. Lo mejor es terminarlo con un cafesito o un capuchino para seguir con la platica de la sobremesa. Es muy pero muy rico, y el ambiente te invita a quedarte un buen rato. Es el tipo de lugares a los que iría con mi mamá o con mis tías.

Deliciosos desayunos puedes encontrar aquí. Dentro de toda la variedad que hay en la zona de Chapultepec. La estación del Lulio no dejará de sorprenderte, tiene un ambiente entre equipales muy mexicano, venden unos chilaquiles verdes deliciosos acompañado con tu jugo de naranja se convierte en un desayuno riquísimo complementado con hermosa vista de la zona.
Es de los mejores restaurantes que hay por el rumbo, tienen un servicio muy bueno y está lleno la mayor parte del día, tanto en desayunos comidas y cena. Ya tiene varios años de tradición y se mantenido gracias a su calidad y buen servicio.

Lo conocí hace tiempo porque mi mejor amigo se quedó a dormir en mi casa y siempre que se queda desayunamos fueran y en esa ocasión nos tocó ir a La Estación de Lulio.
Recuerdo que esa vez moríamos de hambre y me enojé porque ya había pasado un rato desde que habíamos llegado y nadie tomaba el pedido, no estaba lleno el lugar como para que haya sido el motivo, soy una persona muy comprensiva con la gente que trabaja en restaurantes, es difícil atender a tantas personas a la vez, pero ese día estaba muy tranquilo el lugar.
Pero mi enojo fue reemplazado con una gran alegría cuando llegó mi desayuno, estaba buenísimo, hacía tiempo que no desayunaba tan rico en un restaurante así que todo quedó atrás y puedo decir que es uno de mis lugares favoritos para ir a desayunar, además no es caro.

Infinidades de veces había pasado por fuera de este lugar y nunca tuve motivo para entrar, hasta que un amigo me cito aquí.
Y ahora le agradezco mucho, pues se convirtió en uno de mis lugares favoritos para cenar, tomar café y jugar ajedrez; ¡¡Sí, ajedrez! es padrísimo, porque en el lugar te prestan tableros y todo para que pases una agradable tarde de juego.
La comida es buena, yo por lo general he pedido pizza, y paninis, o ”Papas Lulio” son papas gajo condimentadas con ricas especias, ¡¡son deliciosas!!, si vas a desayunar, te recomiendo los chilaquiles, en bebidas, el café es muy rico y las bebidas en general son muy buenas, me gusta pedir chocolate caliente después de comer.
En precio no me parece caro en lo absoluto, pero tampoco es barato.

Conocí este café-​restaurante porque un día mi maestro nos citó aquí para ver avances de una investigación. Y a decir verdad, como se me dificultaba esta materia, la Estación de Lulio y yo, no quedamos con mucho gusto de conocernos, pues aquél día solo tomé un chai y mi cuenta fue doble, porque mi profe se fue antes que nosotros.
Después una amiga me invitó a desayunar ahí, la verdad es que solo de pensar en la otra experiencia no me quedaban ganas de pararme ahí. Nuestra reconciliación se dió en un plato de chilaquiles y un jugo de naranja como parte de un desayuno acompañado de pan de dulce.
Luego probé un té de frutos secos, no tenía azúcar lo permitió disfrutar de lo dulce de cada ingrediente, bastante bueno y recomendable. Los sábados en la mañana hay música a las afueras amenizando muy bien la estadía en este lugar.
Puedes comer o tomar un desayuno por una cantidad considerable. Tiene WiFi y el servicio es eficiente y atento.

El café aquí es BUENÍSIMO, lo digo yo que amo el café, como lo he dicho a lo largo de mis reseñas. Además es muy barato. Mi favoriro, el café Lulio, cuesta sólo 20 pesos.
De ahí mi bebida favorita es el chai latte y aquí cuesta 28, es buenísimo también. Además de estas bebidas calientes, en este lugar también venden cerveza y otros preparados.
En cuanto a la comida, es buenísima también. Mis favoritos son los paninis, que vienen todos acompañados de papas Lulio (ya sé, son bien originales para los nombres), que son deliciosas y si no quieres panini, las puedes pedir como entrada. Las ensaladas y pizzas también son muy ricas y los precios también en la comida, son muy accesibles.

La primera vez que visité aquí es porque estaba esperando a alguién para hacer un trabajo para la escuela, llegué y pedí unas papas Lulio y me encantaron, son como en gajos y tienen especias o algo que saben deliciosas.
Al final nos quedamos ahí y aunque el lugar estaba llenandose cada vez más, estuvimos bastante agusto y no había tantisimo ruido, así que es un buen lugar para ir a platicar.
He ido a desayunar y sus chilaquiles rojos son muy buenos y no gasto tanto dinero y siento que como mucho.
Me gusta también que esta muy cerca de Chapu y entonces el rumbo de por ahí nunca esta solo.

¡Adoro venir a la Estación de Lulio! No es un lugar de chavitos, ni tampoco de viejitos, no es nada hipster pero tampoco muy pachouli. Para mí es la combinación perfecta para un café, ya sea que vengas acá a platicar con las amigas, a comer, a hacer oficina o incluso a jugar ajedrez (bueno, eso sí es un poco de viejitos).
Me encanta que tengan una terraza, especialmente en mis épocas de fumadora, pero también porque la calle Libertad es muy bonita así que el paisaje urbano le añade a la experiencia. La bebida del lugar es obviamente el café, además es muy bueno, pero si el plan es más vago también venden cervezas o vino, que puedes acompañar con unas tapas o unas papitas Lulio.
Para mí lo mejor es su menú de desayunos, prácticamente no se puede fallar, pero háganse un favor y prueben las Enfrijoladas Urive o el huevo con migas. Garantizo pancita contenta y qué mejor que eso para iniciar el día.

Como he dicho antes, me encantan los chilaquiles, es La Estación de Lulio es de los mejores lugares (si no es es el mejor) para comer este platillo mexicano.
Desde que entras al lugar, se te hace agua la boca con el olor a comida recién hecha.
También recomiendo mucho el café, tienen de varios tipos y todos muy buenos. Puedes pedirlo muy cargado o más leve, tienen de olla y demás. Es agradable ir a un lugar que se esmere en la limpieza y este es el caso de La Estación de Lulio.
No importa qué tan sencillo sea el platillo que pidas, siempre quedarás satisfecho y feliz por el buen trato que te dan. Los meseros están al pendiente de que no te falte nada, sin ser enfadosos. En cuanto al precio, no es caro, y vale cada centavo que pagas.

El café es muy bueno y el lugar es muy cómodo. Está muy bien para pasar la tarde trabajando porque es muy tranquilo siempre y cuando no haya mucha gente. Pero si vas en plan de amigos, pueden pedir una pizza o unas Papas Lulio, una de las especialidades de la casa. En cuanto a lo demás de la carta, la comida es buena, pero nada espectacular considerando los estándares de la zona.
Si te molesta el humo de cigarro, tal vez no sea un lugar muy adecuado para ti, porque a pesar de tener ventanas amplias, siempre se cuela algo de tabaco hacia las mesas de adentro. Uno de los aspectos positivos es que hay juegos de mesa, de los que el más socorrido es el ajedrez.

Es toda una experiencia venir a este café, si está vacío es cosa rara, pero lo más peculiar es quiénes lo llenan. En Chapultepec que es una zona predominantemente para jóvenes, en la Estación de Luilio se encuentra un remanso para las personas de mayor edad.
Y es que el concepto es sumamente sencillo, cuidado y tranquilo. Perfecto para ir a platicar con calma tomando una taza de café, o disfrutando de los deliciosos chilaquiles.
Por donde se ubica no hay tantos problemas de estacionamiento, también sus horarios influyen en ello. Así que no hay pretexto para no ir a platicar entre amigos sin riesgos de mal servicio. Por cierto, cuiden sus cosas si están cerca de la ventana pues han habido casos en la zona que pasan rateros y agarran lo que alcancen y se van corriendo. No está de más tomar providencias sobre el tema.