La Borra del Café

Una cafetería con un ambiente tranquilo y sencillo, es de los mismos dueños de 100 montaditos así que comparten instalaciones y puedes ir de aquí para allá sin problema alguno. Tiene cómodas salitas, mesas y áreas de trabajo para grupos que necesitan un lugar donde reunirse, cuentan con dos balcones para descansar, uno con buena vista del camellón Chapultepec. Las bebidas no difieren mucho de otros lugares, aunque las bebidas frutales son muy dulces por los jarabes que usan para prepararlas, pide algo clásico sería mi recomendación.

Excelente ubicación para un día de lectura o solo una conversación informal al costado del paseo Chapultepec con un delicioso y exquisito café y no podía faltar pan de elote para complementar

Tiene una sala de juntas muy bonita, que puedes reservar llamando por teléfono o usar si no está ocupada. Ideal para reuniones, aunque el café no es muy bueno y el trato de los colaboradores, aunque no deja de ser amable, es un tanto impersonal.

El clima se prestó para aprovechar y entrar por primera vez a este bonito lugar, pero creo que no nos me fue muy bien como esperábamos.
Tal vez por el clima y por ser sábado, el lugar estaba lleno. Haciendo fila para ordenar mi novio y yo hablábamos de tomar ahí el café o para llevar. Uno de los meseros nos escuchó y nos dijo que si queríamos quedarnos ahí, buscáramos una mesa y una persona iría a tomar la orden, así que fuimos pues a buscar una, todo estaba lleno pero encontramos una. La cosa es que pasaban y pasaban los minutos y nada, nadie venía y nos fijamos que 2 mesas alrededor de nosotros con más personas estaban en las mismas. Creó que pasaron 10 minutos y llegaron a darnos la carta y a los 10 minutos después nos tomaron la orden.
Pedimos: un cappuccino, una cerveza y un croissant de jamón y queso (calientito).
Primero llegó el cappuccino, a los 5 minutos la cerveza y más al rato el croissant (frío).
El café no me gustó, el croissant estaba normal y la cerveza pues bien.
Bueno cuando nos tomaron la cuenta también se la tomaron a las 2 mesas de a lado, una con 4 personas y otra con 7, durante todo ese tiempo que estuvimos ahí, NUNCA LES LLEGÓ SU PEDIDO A ESAS MESAS y solo vimos que se levantaron y se fueron.
No se si era mucha gente, o no tenían mucho personal, pero sentí que estaban muy lentos. Tal vez nuestro error fue confiar y no pedir nosotros mismos nuestras cosas en mostrador y luego buscar lugar. Puede que sea mala suerte, no lo se.
Acepto que es un lugar muy bonito, pero no me gustó ni el café ni el servicio (solo para entregar la cuenta fueron veloces).
No se si voy a regresar, puede que visite otra sucursal o puede que no. Tal vez les de otra oportunidad pero no será pronto.

El lugar es muy muy amplio, y tienen muchas sillas y sillones para que te acomodes dónde quieras.
Ofrecen servicios como pantalla por si deseas tener una junta un tanto informal, y espacios para que interactúes en general, como una pared para rayar con gis.
El servicios es amable, aunque desconocen algunas cosas de las áreas que no les fueron asignadas.
En el menú no hay nada extraordinario, pero si estás por la zona, puedes pasar a conocer el lugar o descansar un rato.

Un excelente lugar para ir con los amigos para una buena platica, instalaciones amplias y el jardín es un buen concepto que le dieron ahí en Chapultepec.
Los precios son normales y la calidad del café es buena, no soy muy fan del café pero no me desagrado.

Un bonito lugar, confortable y agradable. Atención personalizada y amable, un buen lugar para pasar una tarde, leyendo o con amigos.
El sabor del café es en promedio medio pero si vas los lunes sabe mejor ya que cuentan con el 2×1 en todas sus bebidas preparadas.

Recomendable para reuniones. El menú es el tradicional de un café, con tisanas, cafés, frapes y algunos paninis. Tienen varias salitas muy amplias e incluso una con pantalla gigante para proyectar imagen y video.
Los precios en promedio son de $ 45 pesos.

Tengo que admitir que pasé muchas veces por este lugar, pero jamás se me antojó entrar porque creí que era un Starbucks con otro nombre. Ok, lo dije. La verdad es que un poco sí por la dinámica de ir a pedir tu café tú mismo y que pongan tu nombre en la vasito.
El lugar fue lo que me en can tó. Hay una terracita en la parte de enfrente que da para Av. Chapultepec, después entras y en el segundo piso está el mostrador, en el tercer piso es donde hay más lugares para escoger donde sentarse, desde un balcón que da a la avenida, dentro del lugar y en una terracita que da un patio trasero donde también hay mesas del café y se comparte con la terraza de 100 montaditos.
Una de las últimas veces que fui me senté con mis migas en una mesita, con sillones muy cómodos por cierto, junto a un ventanal que daba a la avenida y desde donde pudimos disfrutar un flashmob que organizó un muchacho para pedirle matrimonio a su novia, toda la familia estaba esperando en la café –en la mesa al lado de nosotras– así que pudimos echarnos el chisme más completo, já.
¡Te amo, La Borra del Café Chapultepec! Fin.

Entre todos los cafés que puede uno encontrar en la zona de Chapultepec (aunque hay más sucursales) este es uno de los mejores, porque es muy cómodo para ir sólo a platicar y tomar café o cualquiera de las bebidas que ofrecen y se te antojen, comer algo rápido como un panini, un muffin o algo parecido; también es un lugar muy cómodo para ir a trabajar, hacer talleres o juntas porque cuenta con red de wifi y varias salas que te permiten variarle al uso de la cafetería.
Por ejemplo hay una sala de juntas que puedes reservar y es muy buena opción para trabajos escolares en equipo o juntas de trabajo porque es cómoda y está aislada de la música exterior.
También hay una «sala de cine», decorada como tal, que también puedes apartar para ver películas, dar alguna clase o taller o algo similar, pues cuenta con una gran pantalla y muchos sillones para que tu grupo se acomode.
El café es bueno y el servicio también, definitivamente es uno de mis favoritos.
Ah y como tip, los lunes conviene ir y mejor acompañado, porque todas las bebidas están al 2×1.

Una de mis mejores amigas me citó en este lugar después de mucho tiempo de no vernos. Lo ubicaba solo por el bar que tiene a un lado, pero como la intención era platicar y ponernos al día con todo lo que había pasado, un café se antojaba.
El lugar tiene dos pisos y una terraza, es muy amplio, primer punto a su favor. Se siente un tanto más acogedor, como si estuvieras en la sala de tu casa bebiendo un café tranquilamente. Recomiendo la bebida de caramelo si es un día frío, esta deliciosa.
Mi favorita es la planta alta, con vista al andador de chapultepec y sillones muy cómodos. Justo ese día estaban presentando una obra de teatro en los saloncitos de arriba, tuvieron un costo y fueron muy cortitas, pero desconozco si era solo ese día o seguido se presentan. También puedes optar por ver una película.
Es un buen lugar para hacer la tarea, tener una junta de trabajo o simplemente ir a leer un libro tranquilamente. Sin embargo, cuando el lugar esta lleno el servicio me parece insuficiente.

Nos acaban de presentar formalmente. La Borra del Café es un lugar muy atractivo. Me causaba curiosidad la proximidad con los 100 Montaditos, pero la verdad es que no tiene nada que ver. Todo en el café me encantó, es completamente mi estilo, de hecho tengo que aceptar que tomé un par de ideas para mi cuarto. Desde que entras es una sensación muy cálida, la barra y la caja están en un cuartito ya entrando, lo que hace que no te sientas desembolsado. Además de que los precios están increíblemente competitivos. Los lunes tienen la promoción 2×1 en bebidas, eso explica porqué estaba llenísimo el día de hoy.
Una de las cosas que más me gustó fue que tienen dos salitas como para tener juntas de trabajo. Una es un poco más formal, un poco aparte del café. Mis amigos incluso hicieron el comentario de que podrían irse a vivir ahí y ni quién se de cuenta. Tiene una mesa amplia para 10 personas, cómodas. Parece que tenía una televisión por la instalación, pero ya no está.
Tiene paredes y lugares para que dejes algo con gises y hay frases que «inspiran» en muchas de las paredes. Me fascinó el falso balcón. Pero lo mejor del mundo fue el autógrafo de Adal Ramones en la pared. (Jajaja lo siento, era su fan de niña).

En Chapultepec también pululan las cafeterías, teterías y lugares con terraza para sentarse a charlar. Sin embargo, la Borra del Café ofrece todo esto conjugado en buena calidad, a buen precio y con un bonito ambiente.
La primera vez que fui me cité con una persona para una entrevista y la esperé por al rededor de treinta minutos antes de que llegara, por lo que decidí ir pidiendo un café e instalarme en un cómodo lugar para la espera.
No quería café, así que pedí un té. El chavo me recomendó un té de naranja con especias de la India, que sonaba muy interesante. Y así lo fue. Las especias hacían que el té supiera un tanto condimentado, pero no mal, al contrario, un sabor fuerte, novedoso y delicioso.
El servicio fue rápido, los chavos muy amables. Les pedí la contraseña del internet y me la dieron de inmediato.
Decidí poner a cargar mi celular y afortunadamente había muchos enchufes a mi alcance. Creo que es un café pensado en funcionar también como espacio de trabajo provisional y eso se agradece.
Les recomiendo mucho que visiten su terraza, porque es relajante y cómoda. Por las mañanas el ambiente es muy tranquilo, lo que propicia un ambiente armónico y perfecto para concentrarse.

Lo mejor de este lugar son sus espacios de trabajo. Es un lugar ideal para venir a trabajar, tener juntas o reuniones para proyectos. Puedes rentar con tiempo algunos de sus cuartos del segundo piso que tienen adecuados con pantallas para realizar exposiciones.
El café es bueno a secas y tienen una gama de tes. Los postres dejan mucho que desear y la comida es muy mala por lo que no es buena opción para la hora de comida. El lugar es muy amplio y las instalaciones siempre están limpias.
El personal es servicial. El jardín del lugar es compartido con un restaurante y es muy bonito, perfecto si quieres hacer catch up con tus amigos.

La imagen y ambiente me llamaron la atención por lo que decidí entrar y probar, la verdad no fue una buena experiencia, el servicio fue bueno y amable pero la calidad de su café me pareció baja, sus postres lucían viejos y refrigerados desde hace varios días, no se apetecen a la vista.
Sobre el café, me parece que su grano, o por lo menos el que me sirvieron ese día, no tienen un buen tostado, estaba demasiado aguado y sin aroma, me extrañó que un ligar que se especializa en las bebidas basadas en café tuviera un grano tan flojo pero pensé que podría haber sido un mal día, todos los negocios lo tienen por lo que decidí regresar luego de varios días y la experiencia fue más o menos la misma, en la segunda visita el café estaba de nuevo sin aroma ni personalidad, supongo que tiene que ver con la manera con que preservan su grano.
Es un lugar lindo pero algo caro, para nada lo recomiendo si eres un amante del buen café.

Me gusta mucho el concepto de este café, y se ve que llegó para quedarse, pues en Chapalita ya están abriendo otro. Es un lugar muy relajado donde puedes llegar a platicar por hooooras, tiene su terraza que es muy bonita en la noche.
También tiene una sala de trabajo con una telesota para poner lo que tu quieras, también ponen pelis de repente y tienen varias actividades. Esta la puedes apartar gratis, con la esperanza de que los que vayan consuman por supuesto.
Siempre cometo el error de comprar un café más grande de lo necesario, así que si no pretenden tomar el mundo de café, pregunten por los tamaños, ya que yo siempre acabo con la panza harta de café (si es que eso es posible, claro).
La otra vez llegué y estaba lloviendo, y los del valet parking bien buena onda llevaban el paraguotas a tu coche para recibirte. También está padre lo de los libros que puedes cambiarlos, aunque la verdad en la tarde noche se llena tanto que ni te puedes concentrar en leer o pensar, a esas horas es más para platicar. Pero en la mañana sí está de lujo, está muy tranquilo.

Por unos meses se convirtió en mi base de operaciones. Me hice la rutina de llegar por mi café americano o un té verde cream y sentarme en alguno de los sillones que estuvieran cerca de la ventana o, si estaban ocupados, en la terraza. Es muy cómodopara trabajar y hay una vista espectacular del camellón de Chapultepec.
Lo único que a veces me hacía irme era el volumen de la música, demasiado alto en ocasiones, contraproducente si quieres algo de «inspiración» o concentración en tu lectura. La selección no es mala, pero de todos modos llega a ser muy distractora.
Un buen detalle es que hay una sala con una pantalla gigante donde puedes ver películas. También hay una sala de juntas ideal para presentaciones o negocios. En general es una experiencia muy buena.

Adoro este lugar, sus bebidas y alimentos son muy ricos y variados, pero no es eso lo que me encanta de ir aquí, lo que más me gusta es que el concepto esta muy fresco y esta padre que se puede interactuar con el lugar porque hay muchos espacios de pizarras para escribir o dibujar.
Como es enorme es mejor pedir en la entrada y pagsr y ya llevarte tu comida e irte a sentar donde te guste y sino puedes pedir a los meseros que te dan un aparatito para llamarlos.
El lugar es hermoso, tiene mucha luz y es amplio, hay un jardín muy bonito que por cierto lo uné por la parte de atras con el restaurante 100 montaditos. También en esta parte hay un pozo de agua con barandales donde la idea es poner un candado con las iniciales tuyas y de tu pareja que simboliza el compromiso de la relación jojo
Me gusta que puedes llegar con tu perrito y no te harán el fuchi, puedes estar por eso en la parte de atras o en la terrazita.
Lo que luego me molesto de este lugar es que comenzo a ser punto de reunión de grupos como Organo Gold y eso se me hace que no va con el lugar.

En invierno del año pasado mi pareja y yo buscábamos algún lugar donde pudiéramos tomar un buen café y que no estuviera tan lleno como otros lugares, como Starbucks. Íbamos caminando por Chapultepec y nunca nos dimos cuenta que ahí estaba un nuevo café: La Borra de Café.
Este café es uno de los mejores, en el concepto, que pueda haber en la ciudad. Pides tu café y te vas a sentar al lugar que quieras. Puedes tomar libros para leer y comprarlos o intercambiarlos.
Aunque soy fan de Mario Benedetti, no comencé a leer su libro La borra de café hasta que entré a establecimiento con su mismo nombre y vi el libro dentro de una caja de vidrio, a la mera entrada.
En este café hay un montón de sillones cómodos para sentarte, lo que me encanta. Puedes estar todo el rato que quieras y sin que nadie te moleste. Ahí me la pasé gran parte del invierno pasado.
El sabor del café es bueno, quizá no el mejor del mundo, pero te quita el antojo y lo disfrutas.
Definitivamente la decoración del lugar es lo mejor y como lo dije, el concepto que manejan. Dense una vuelta, es un lugar muy grande: para sentarse afuera, en sillones o en la terraza. ¡Ah! Y también puedes escribir o dibujar lo que gustes en un pizarrón que tienen por ahí.

Era un sábado por la noche, me quedé de ver con mis hermanas para tomar una cerveza y conversar un rato. Caminando por la Avenida Chapultepec nos encontramos con este lugar que a simple vista parecía agradable y cómodo para sacar el estrés.
Decidimos entrar y echar un vistazo, al final nos quedamos; su carta nos convenció, tenían cervezas, bebidas preparadas, vinos, cafés; lo necesario para pasar un buen rato.
Unas semanas después regresé, pero esta vez fue por la mañana; recuerdo que tenía que enviar algunos documentos de emergencia y su red de internet me salvó la vida.
Después de las experiencias vividas en este lugar, puedo decir que La Borra de Café no solo es un lugar para reunirse con los amigos, también se puede convertir en tu lugar de trabajo.