Lo bueno de madrugar es que llegas puntual a las citas, lo malo, que llegues demasiado pronto y al sitio al que vas esté cerrado todavía… Eso me pasó el otro día estando cerca de las Plaza de los Sitios, era temprano y hacía un típico día de niebla y frío, por lo que Il Corso fue mi salvación de la temperatura hostil de Zaragoza. Seguro que lleva abierto tiempo, pero no me había parado en este bar nunca, y por casualidad entré para no pasar frío como digo y me tomé un café con un trozo de bizcocho de chocolate casero que me dejó como nueva, los 2 € mejor invertidos del día. El ambiente es cálido y acogedor, un local moderno con unas camareras amables y profesionales, además de rápidas, y eso que el local estaba lleno de la gente que va a desayunar antes de entrar a trabajar, y con razón, todo esta riquísimo y había unos bocadillos en la barra que habrá que ir a probar otro día con más tiempo. La carta de raciones, bocadillos, carnes y pescados tenía una pinta estupenda, algo cara quizás, pero habrá que probar un día y ver si con la calidad merece la pena; mi bizcocho desde luego estaba estupendo, casi no llego a tiempo a hacer la foto… como esté todo igual de bueno… desde luego para desayunar o almorzar es totalmente recomendable.