He estudiado Comunicación Audiovisual, y debido a que en mi época no estaba construído el Taller de Audiovisuals de la calle Serpis, muchas clases las dábamos en el aulario 5, que está justo enfrente del Nou Gascó. Como el aulario no tiene cafetería propia, el Nou Gascó se convirtió para nosotros en lugar de reunión antes y después de las clases(y durante, más a menudo de lo que debería…). Siempre había alguien de clase en el bar desayunando o tomándose un café. El ambiente pues eso, muy juvenil, con gente acabando de estudiar, o acabando un trabajo… En el Nou Gascó suele haber bollería, y está muy buena, sobre todo los croissants, y además, tiene una terracita bastante amplia donde pasar las mañanas de invierno al solecito mientras te tomas algo. Recomendable si estás por la zona.
Maria V.
Classificação do local: 4 Valencia
Miras el reloj y les dices… — Bah, pasan diez minutos, por lo que queda no vamos a entrar… Ellos ni te contestan. Todos sabían que no se iba ir a esa clase desde que pedisteis el café. ¡Y es que se está tan bien en el Gascó! El solecito entrando por la ventana, el croissant a la plancha, el periódico leído a medias… Por supuesto, mientras lo leéis, comentáis lo mal que está el mundo e intentáis arreglarlo mientras mojáis el croissant en el café con leche… Para mi eso es el Gascó, un lugar perfecto para ir a desayunar, charlar y arreglar el mundo. Le he echado muchas horas ahí dentro y le tengo un cariño especial porque con sus desayunos populares he empezado el día durante años. Están muy bien de precio y te dan opción a elegir, lo que no siempre pasa. Cuando cae la tarde tampoco se está nada mal. Su terraza, junto unas cervezas, buena compañía y los primeros calores sienta estupendamente. Mi experiencia me ha demostrado una y otra vez que así es. Si estáis cerca, no dejéis de probarlo.
Rodrigo M.
Classificação do local: 4 Valencia
Durante los años de universidad, pasé probablemente más tiempo del que debía en este bar, que se halla justo al lado del campus de deportes de Blasco Ibáñez de la Universitat de València. No tiene nada que lo diferencie de otras cafeterías, a excepción del espíritu juvenil que emana debido a su emplazamiento. En las horas punta del almuerzo, el ambiente es demasiado tentador como para aprovechar sólo el rato de descanso entre clase y clase. Convéncete a ti mismo de que únicamente emplearás quince escasos minutos para el café. Yo lo hacía, y de esa forma eludía los remordimientos al entrar tarde a la siguiente asignatura. Después de todo, muchos de los instantes que he compartido con mis amigos en las mesas de este local permanecen intactos en el recuerdo de la etapa universitaria. Más allá del nexo emocional que puedes establecer con el Gascó, en caso de que tu facultad se ubique en sus alrededores, la terraza que montan durante el buen tiempo en una calle peatonal anexa es genial. Altamente recomendable cuando brilla el sol, para recargar los ánimos de cara a los últimos exámenes con el preludio del verano que espera después.