Milhojas

Vale, sí. Es cuqui, muy cuqui y la dependienta es muy amable, pero tampoco es para echar cohetes.
En principio, entramos atraídos por la oferta de un chocolate que luego, por la causa que sea, no tenían y acabó siendo un capuchino, pero de ahí a ponerle 5 estrellas sabiendo que tienes que servirte tú mismo porque solo está la chica en la barra y, que tanto el capuchino como el café con leche fueron de lo más normal, creo que va un trecho.
Precio normal, teniendo en cuenta la zona tan céntrica, así que, si quieres tomar algo caliente, en un sitio cuqui, en una calle del centro y con solera, con una dependienta amable, pero sin grandes pretensiones, este es tu sitio.

De casualidad encontramos esta bonica cafetería panadería en pleno Cirilo Amorós.
Los puntos a favor que la diferencian son:
El ambiente es relajado y la decoración y disposición del mobiliario invita a la conversación. Además los aseos están muy limpios y contienen todo lo necesario, a saber: jabón de manos, papel secamanos y papel wc. Cuidan los detalles con perchas y ambientador tipo mikado.
En cuanto al trato del chico que nos atendió fue impecable, amable, nos seguía nuestras chanzas de humor inteligente (quien conoce a la guindi sabe de lo que hablo) y se mostró bastante predispuesto a contarnos un poco la historia del local: su corta y meteórica trayectoria comenzó con despacho de pan, dulces y empanadillas que traen de una pandería de Gandía (no dijo cuál, pero todo tenía un aspecto suculento). Su pretensión es poder llegar a hacerse ellos sus propios productos, pero poco a poco pues llevan poco tiempo. El chico fue tan simpático que nos regaló una barra de pan para que la probáramos. La pena es que no tengan productos sin gluten, quizás cuando ellos elaboren las masas lo incorporan pero de momento los celíacos sólo podréis mirar y babear.
Otro punto a favor es que tienen zumo de naranja natural, café nespresso y muchos tipos de panes a elegir: de centeno, pasas y nueces, integral… Recomendaba los cruasanes normales y unos rellenos de dulce de leche que tienen mucho éxito, la tarta de queso, la de manzana y sus empanadillas que tienen de muchos tipos que vale la pena probar!!!
En definitiva, como los precios son medios, es una buena opción para tomarte algo si estás por el centro!!!

Ya hacia un par de meses que quería entrar a probar esta cafetería taaaan bonita, al ir a trabajar pasaba por delante pero no tenía tiempo, nunca encontraba el momento…, pero por fin ayer fuimos una amiga y yo a tomar algo.
Se trata de una de esas cafeterías donde todo es bonito, tiene rincones preciosos donde sentarse, hay mesas que tienen silloncitos y otras sillas, tiene un rollo muy campestre chic tipo campiña francesa, nosotras tuvimos suerte y pudimos sentarnos en una mesita con silloncitos .El local no es grande, pero así se garantizan un trato perfecto al no tener un tamaño desmedido.
La chica que nos atendió era un encanto y todo lo que había en el mostrador tenía una pinta fantástica, tengo que volver a probarlo todo.
Yo me pedí un café con leche y una ensaimadita y mi amiga lo mismo pero con croisan, tengo que destacar que el café con leche estaba muy bueno y la bolleria también me encantó, se está tan a gusto que te quedarías horas sentada de charreta.
Espero que no cambie y sigan así, cuidando los detalles y al cliente, porque eso es lo que diferencia ahora a los locales, porque cafeterías bonitas hay un montón, pero en las que te sientas como en casa y no quieras salir escopeteado hay pocas.