Mesón Adrián

El 17 de marzo por la tarde/​noche aprovechamos, un colega y yo, que estabamis por la zona para acercarnos a ver la Falla Antiga de Campanar, siempre pilla algo lejos. Como ya era hora de cenar y ese barrio no lo freqüento eché mano de Unilocal y enseguida ví que cerca estaba este local que tenía marcado como pendiente.
Nada más entrar vi varias cosas que me gustaron como la decoración calida, el tamaño o tener grifos de cerveza Estrella Galicia.
La verdad es que tuvimos una suerte tremenda porque estaba llenísimo pero quedaba una mesa para 2. La idea era picar algo, no fartarse. Así que tras escudriñar la carta preguntamos por la hamburguesa de buey de 200gr, sí no era lo planeado pero era demasiado tentadora y más por 6 €, pero no les quedaba por lo que volvimos a la idea original de algo ligerito. Al final pedimos unas bravas, decentes; unas gambas al ajillo, picantosas pero la ración corta; y 2 tostas de minihamburguesas de buey sobre verduritas, uffff brutales. Todo con sendas birras (1 doble y 1 caña por cabeza) y finalizado con un café.
En global, las sensaciones fueron muy ricas. Solo pondría en contra lo abarrotado que se pone, con el consiguiente escándalo y ligero descontrol de los camareros.
Tengo que volver a probar el menú de mediodia y esa hamburguesaca que me hizo ojitos!!!

Importante situar el momento:Último día de fallas, cierran en Semana Santa, el local a tope, reserva para 3 personas y somos 5.
Acceden a buscarnos mesa para los 5 teniendo cola esperando y además de muy buen rollo, Juan Carlos… un crack!
A pesar de tener la carta limitada por las fechas q son… lo que nos ofrecen es todo excelente y de buena calidad… y nos explican porque.
Una pequeña confusión con el entrecôte de buey q nos lo sacan muy hecho ya do lo habíamos pedido al punto… lo comentamos con Juan Carlos y nos lo cambian ipso-​facto sin mediar palabra. El que nos traen, excelente!
Postres abundantes y cerveza (vivo en Madrid hace años) las mejores tiradas de Valencia que yo conozca y se de lo que hablo.
Volveré otro finde que este en Valencia para disfrutar de su carta al completo… ya os contaré…

Decidimos pasarnos por este Mesón después de visitar la Antiga de Campanar (que es la falla que quedó tercera en Valencia este año) siguiendo las recomendaciones de Unilocal.Como vimos que la mas reciente tenia algún tiempo apostamos por la excusa de actualizar la reseña.
Si me están leyendo, queridos Unilocalers, y se están pensando venir a este local: Aciertan.
El local, decorado excelente cual Mesón, es grande, espacioso y de buen ver.
Lo primero que nos llamó la atención es que saben echar cañas al estilo Madrid y no al estilo Levante. Los cerveceros saben a que me refiero. Punto a favor.
Nosotros abogamos por:
Plato de puntillas, 4 croquetas de la abuela y dos tostas increíbles de morcilla queso de cabra y mermelada y la otra de hamburguesitas de buey sobre cama de verduras con mostaza y miel.
Postraco: tarta de queso con arándanos.
Al tema.
El rebozado de la puntilla es crujiente y lo justo de aceitoso viene acompañada directamente con los dos ingredientes necesarios: el limón o la mayonesa. Ya cada uno que elija con que complementa. Es el plato mas clásico y puede que no marque excesiva diferencia con otro que hayan probado por ahí. Pero esta bueno, correcto y evitan la situación donde tienes que reclamar el limón o la mayonesa porque ya vienen listos para complementar.
Las croquetas de la abuela es la alternativa a las croquetas gourmet que se comentan en otros comentarios por aquí pero que están fuera de carta actualmente. Por euro y medio degustan ustedes las verdaderas croquetas de la abuela. El rebozado sin aceite es excelente y la besamel va a hacer que quieran pedirse 20 platos. Increíbles. Caseras de verdad. Disfrutad cada bocado.
Y llegaron las tostas. Pffff… ni haciéndolo 20 veces en casa van a conseguir unas tostas con una combinación de sabores en las que enseguida van a notar la intención, y se van a enamorar. Están riquísimas: el pan, los ingredientes, la combinación… Amazing, o por lo menos las dos que pedimos, son fuera de serie. Enhorabuena al chef.
Y por favor, mirad las fotos. La tarta de queso y arándanos viene junto con fresas y nata en una combinación de sabores acompañado por una estética que os va a girar los ojos. Que barbaridad!
Puede despistar algo la zona en la que se encuentra el local aquí en Valencia. Olvídense. Ni caso. Se vienen y lo degustan.
Eso sí, personalmente como recomendación diría de venir pronto. El local se pone hasta arriba y tiene cierta intensidad de volumen de ambiente por la dimensión del mismo. Nosotros vinimos 20:45 — 21:00h y creo que es excelente.

Lugar muy familiar y cercano donde el menú no sobrepasa de 8,50 € y son platos grandes y muy completos
La terraza está muy bien, amplia y cómoda
Los dueños un verdadero encanto

Birras baratas acompañadas de encurtidos y/​o frutos secos. Muy recomendable para tomar unas cuantas cañas con los amigos

No recuerdo ya cuántas veces me invitaron a cenar a este lugar. Pero lo que sí sé es que quedé tan satisfecha con el restaurante en sí, con la maravillosa atención recibida y con los propios platos de la infinita carta que tienen (¡mmmmmm! ¡Qué rica estaba aquella copa gigante de mousse de chocolate!), que más de una vez he vuelto yo sola a comer o a cenar, porque la verdad es que el sitio merece la pena.
El restaurante es grande, tiene un montón de mesas, y en más de una ocasión me he encontrado allí grupos bien numerosos de gente cenando con motivo de algún evento importante; pero no por ello nos quedamos nosotros sin mesa. Además, el restaurante tiene dos salas, una para fumadores y otra para no fumadores, la cual se halla detrás de una elegante pared con una bien decorada entrada de arco de piedra.
Por si fuera poco, también posee una terraza exterior, aunque yo nunca he estado en ella; yo siempre he disfrutado del interior, tan bien cuidado y decorado al estilo rural, con sus paredes de piedra, además de luminoso. El estilo rústico de las mesas y de las sillas también le dan cierto encanto.
En fin, pues todo esto, sumado a una televisión, una atención y familiaridad sin igual por parte de los camareros y unos cuartos de baño perfectos (amplios, limpios, elegantes, modernos y con una luminosidad cálida, como a mí me gusta), hace que éste pueda ser un lugar ideal para dedicárselo a la cena de una noche. ¡Creedme que variedad de platos para elegir hay, y mucha! De allí uno no se va con el estómago precisamente vacío.
Eso sí: yo le quitaríà la máquina tragaperras que tiene. Esas cosas afean cualquier lugar.