Cirsa Valencia

Exquisito en todo el sentido de la palabra. Gracias a una invitación de un conocido periódico valenciano recibimos un un estupendo pack en el que pudimos disfrutar de cena, monólogo y dos bonos de cinco euros para jugar en el casino. Desde el mismo momento en que el personal de logística se puso en contacto conmigo el trato fue estupendo. Debo decir que aunque preguntamos si sería posible un menú vegetariano, al llegar al restaurante lo habían olvidado. Dentro de la carta no consideran esta opción, debe ser que los clientes habituales del casino no suelen tener estos hábitos. Lamentablemente tengo que acotar que hace falta al menos una opción vegetariana, ya no digo vegana dentro de la oferta del menú. La ensalada estaba exquisita aunque un poco pasada en aceite. Los demás platos estaban perfectos, hasta el postre se nota que es de alta calidad.

Me acerqué al casino Cirsa para asistir al primer festival de Blues de Valencia. Yo siempre había querido entrar a un casino de esos enormes como los que salen en las películas y este pinta bastante grande desde la fachada, así que me vino de perlas que se celebrara allí para cotillear.
Diré que gracias a esto me enteré de que tienen muchos eventos, cada semana tienen algún monólogo o actuación y no es muy caro (el festival me costó 10 € y tocaban 6 grupos). Además no es nada de pijerío como esperaba. Es un lugar elegante pero igual hacen blues, que un tributo a joe cocker que una cena con espectáculo de bob marley.
También se puede cenar dentro, yo no lo hice pero parece ser que no es muy caro y se come bien, según me han comentado varias personas.
Bueno, lo que es mi experiencia fue muy grata. La compra de entradas online me decepcionó porque no tenía código de seguimiento ni nada, simplemente mis datos en una factura como la que se recibe al comprar productos por Internet. Sin embargo, luego lo arreglaron, porque al ir tenían un mostrador donde se dedicaban a cambiarte tu factura por una entrada de papel. Eso lo agradecí y mucho porque odio tener como recuerdo de los conciertos folios impresos.
Bajamos desde la escalera que estaba junto a la puerta principal. La zona subterránea era bastante elegante, disponía de sala de descanso luminosa, baños y la sala de conciertos. De esta forma queda totalmente separado este ambiente del ambiente del casino que se encuentra al subir unas escaleras eléctricas desde el hall.
La zona del concierto tenía un techo bajo, buen sonido y ambiente, mesitas con sillas al fondo y zona despejada junto al escenario. Además, había dos barras, una en cada extremo, con vino, tirador de cerveza y copas. Los precios no eran muy altos tampoco, vino tinto + doble de cerveza 5 €. La copa era generosa y el vino lo encontré muy bueno aunque no soy ninguna entendida pero tenía mucho «cuerpo» y no necesité más copas.
La música como tal genial, y en la entrada nos dijeron que nos ofrecieron posters gratuitos del festival. También estaba el típico puesto de merchandising con camisetas (las encontré muy baratas, 5 €) y CD’s etc de los grupos.
Cuando terminó el festival subí a la zona de casino a cotillear. En el bar sólo quedaban unos pocos ojos flotando sobre gelatina y alguna galleta (era noche de Halloween), pero seguía abierto en forma de self service a pesar de ser alrededor de las 4.
En las mesas de juego había un poco de todo, mesas rodeadas de chinos y extrangeros, mesas semi ocultas más bien privadas con montones de ficha, máquinas y hasta grupos de venteañeros dando sus primeros pasos hacia la ludopatía. Era un ambiente iluminado, pero silencioso, y tenía una zona habilitada para fumar.
Desde luego el casino no es el tipo de ambiente al que yo recurriría con frecuencia, porque no sé jugar ni a la brisca y no tengo la liquidez necesaria, pero tiene propuestas interesantes y es posible que vuelva a su sala subterránea.

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A mi me gustaba mucho mas Monte Picayo, pero entiendo que esta mas accesible. Suelo ir a las cenas especial con espectaculo en directo haciendo tributo a diferentes grupos o cantantes. Unos mejores que otros, pero en general se pasa una noche agradable. Y luego puedes probar suerte en la sala

Segun vas descubriendo salas son preciosas, curioso de ver. Hay desde actuaciones con musica en directo, ruletas tragaperras, mesas de juego. no es necesario jugar, es ideal para tomar una copa y mirar el escenario que ofrece.

Increíble obra de arte la que han construido en la entrada de Valencia por la carretera de Ademuz, precioso edificio que tiene un año de vida y lo he visto ya tanto que me parece que lleve más tiempo.
Es obra de un diseñador valenciano y su decoración está realizada por un interiorista de la ciudad también…que cosas más bonitas hacemos!
Entré una noche con mi pareja para tomar una copa en la terraza Obento y me quedé enamorada del lugar, con vistas hacia Cortes Valencianas y una decoración muy bonita; la pared de la terraza toda de azulejos pequeños, sillas blancas de diseño y lámparas decorativas.
La sensación que me dio el servicio fue de cantidad de años de experiencia por la edad y la elegancia al servirte las copas.
Sin duda, un lugar para visitar y disfrutar con una copa o para el que lo prefiera, probar suerte en la multitud de juegos de azar que ofrecen.

Me encantan las lucecitas. No se porque será, pero mis padres dicen que desde pequeños siempre que veía una maquina tragaperras me volvía loco. Quizás sea por eso que la entrada de este casino me gusta tanto.
Esa fachada iluminada, para mí es el paraíso. Además, el diseño de los techos, las escaleras y el interior es magnífico. Sobre todo la terraza, perfecta para fumarte un pitillo y relajar los nervios antes de entrar a seguir jugando una partida de poker.
La entrada cuesta 5 €, pero te puedes hacer un carnet de socio con el cual siempre te hacen descuento en las copas, te avisan de los torneos y también de los acontecimientos que van teniendo lugar en el Cirsa.
La ubicación es perfecta, ya que no te tienes que ir hasta Sagunto para poder jugar a alguno de los juegos de azahar que contienen los casinos. A mí, que vengo desde Villamarchante, aún me viene mejor, ya que no me tengo que cruzar toda la ciudad para llegar hasta él.
Quizás una de las pegas es el precio de los torneos de poker que se juegan. La última vez que fui con unos amigos el precio inicial para entrar a la mesa era de 150 €. Puede que sea lo normal, pero una vez estuve en el de Castellón y el precio para jugar en un torneo era de 50 €.
No se que dependerá, pero creo es un poco caro. Las copas también son más carillas, pese a ello, tengo que decir que estoy orgulloso de que hayan abierto y construido un casino con tanta elegancia y estilo como el Cirsa.

Una obra de ingenieria en el entorno de la Valencia más moderna. Con esas palabras se puede calificar al nuevo y flamante casino de la ciudad que abrió sus puertas en octubre de 2010. Edificio moderno y emblemático, James Bond elegiría este lugar para tomarse su Martini con vodka.
Conocí este recinto con la celebración de un Open de Poker. No soy mucho de entrar en los casinos, pero siempre me ha llamado la atención la estética de estos locales y el torneo era una bonita ocasión para conocerlo. Un clima impecable en su interior. Musica en directo, amplias salas de juego, mesas de cartas y un salón inmenso decorado con motivos de la baraja francesa como Poker Room.
Pero si el juego no es lo tuyo y el ritmo de las maquinitas no te va, el recinto puede ser un buen lugar para quedar bien en una cena. Eso sí, prepara la tarjeta de crédito, aquí se come bien pero el precio es elevado. Si no quieres pegarte un susto consulta en la página web del casino. Hay menús más asequibles por los que quedarás como un gentleman mientras podrás fardar con un Martini en la mano.