La Malvaloca

Anoche estuve cenando con mis amistades. En total eramos 8 personas y estuvimos dando tumbos por Ruzafa para encontrar sitio sin haber reservado… Si vas buscando un sitio con tanta gente por este barrio es muyyyyy complicado. Llegamos a este sitio de casualidad, porque sí que había sitio para todos, dentro y en una mesa redonda grande, así que al final no nos pudimos quejar.
Cenamos a base de tapas y bocadillos.
Pedimos de tapas:
Lacón
Patatas bravas (patata grande asada y luego cortada a gajos con ajoaceite y tomate en medio)
Hummus
Croquetas. Yo pedí la de boletus y estaba muy buena.
Los bocadillos estaban bien, no excesivamente grandes, aunque para mi eran d tamaño correcto.
Los refrescos eran de botella de 200ml, mal… no soporto que me saquen d ese tamaño y a 2 €, que al final es ahi dónde te la clavan.
Salimos a 13 € por cabeza, creo que para lo que pedimos hubiese sido más aceptable salir a 10 € por persona.

Un buen sitio con terraza para tomar unas tapitas y/​o bocadillos.
En la carta te muestra las posibles intolerancias alimenticias que puede haber en sus productos.
Las tapas están bastante bien pero tampoco son espectaculares y de tamaño normalito.
Sus ensaladas son de un tamaño más considerable.
Recomendaciones: el rabo de toro frito y la ensalada de espinacas.
El servicio en general bastante rápido, lo único que me chocó es que la ensalada la sacaran al final en lugar de al principio.
Los postres son decentes, el bizcocho de naranja y chocolate es casi el que más me impresionó por diferente.
Lo único que no me terminó de gustar es que acabados de cenar, con café y todo… Estabamos de tertulia y nos invitaron a irnos si no pedíamos una copa o algo ya que había gente esperando para tomarse una copa y no podíamos estar en la terraza sin consumir.
Eso me pareció muy feo, sinceramente, pero bueno, la camarera era graciosa y no nos lo tomamos a mal. Por eso no le doy más puntos.
Al final salimos a unos 13 € por barba, no está mal para una cenita de picoteo.

Fuimos para tomar unas cuantas tapas, y la verdad me decepciono.
Pedimos un ajoarriero, que estaba echo de patata y muy poco bacalao, despues un revuelto, que no tenia mucho, patas bravas (aceptables) y hummus, que estrañamente era identico al del mercadona.
Hay sitios mucho mejores que este para cenar.

Buena terracita y buenos precios, pero la comida no es nada del otro mundo. Tipicas tapas y los bocadillos normales. Bueno para picar algo entre semana.

Tiene tapas más curiosas que las habituales, como sobrasada a la miel, camembert con mermelada o una ensalada con troncos de bonito realmente curiosa, esta bueno y está muy bien de precio, tienen una terraza grande donde puedes difrutar del ambiente de Ruzafa. Muy recomendable!

Sinceramente descubrí este local una noche porque el ‘Rus’ (bocateria de respetada fama que está justo enfrente) esta ‘hasta los topes’.
El local es agradable, y tienen una oferta parecida a la de su competidor. Bocadillos, tapas, ensaladas… Lo que me pareció extraño es que los precios son un poquito más caros. Y digo extraño porque éste estaba vacio mientras que el de enfrente con 4 parejas haciendo cola… Pero vamos, cada uno lleva su negocio como quiere.
En cuanto al bocadillo estaba muy muy bueno y tanto éste como las tapas son de gran tamaño, asi que si venís que sea con hambre!
Esta mañana estuve tomando una cerveza Alhambra y considero que ir a esta zona de Russafa los domingos por la mañana deberia ser prescripción médica contra todos los males… Y es que su terracita a sol-​sombra invita a tomar asiento. :)

Friendly, rustic but not sleepy. If it’s not on the card, just ask. Enjoy!

Excelente primera impresión de este local, al que acudí un sábado a mediodía tras buscar algún menú decente por la zona.
Por 10 € nos sirvieron una crema de verduras deliciosa, unas costillas a la miel abundantes y suculentas y un postre a compartir de tarta de queso y bizcocho de naranja para chuparse los dedos. Un 10 sobre 10 en el apartado gastronómico.
Además, el menú incluía café, bebida y pan. Algo que, según mis criterios, es muestra de honradez y saber hacer: si no te intentan estafar cobrándote después la bebida aparte y el precio que te indican en el cartel es el que terminas pagando, es que quieren hacer bien las cosas.
El servicio fue amable y medianamente rápido. El local algo pequeño, pero limpio y bien resuelto. La cocina está a la vista, pero no hay ningún humo (y puedes ver que todo está igual de limpio también tras la barra).
No puedo poner menos de 5 estrellas cuando todo fue tan estupendo. Eso sí, volveré sin duda para ver si mantienen esas estrellas :) Por la carta, parece que tienen productos y vinos de Requena. Algo que me hace pensar que seguirán con su puntuación…

Esta taberna fue el gran descubrimiento que hicimos hace poquito mis amigos y yo en la zona de Aragón. Un lugar muy agradable y espacioso de ambiente tranquilo ideal para comer comida mediterránea y sobre todo casera, muy casera.
El local es grande, estrecho pero largo. Las paredes pintadas de colores llamativos y colgando cuadros muy bonitos también llenos de colorido.
El trato es muy amable y cercano, manteniendo el ambiente de barrio. La verdad es que cuando hemos ido siempre ha estado prácticamente lleno… creo que está cogiendo cierta fama en el barrio o quizás es mi sensación: ya lo he escuchado nombrar en varias ocaciones y por distintas personas.
Los revueltos están buenísimos, de verduras o de gambas están riquísimos. Mis amigos siempre alaban las carnes que tienen, yo no las he probado, ya que para la cena no me gusta hincharme tanto, pero la verdad es que a juzgar por las apariencias debe estar tan buena como dicen.
Hay carta de vinos y de cavas. Y unos postres buenísimos hechos como en casa. Vale la pena reservarse un hueco en el estómago para probarlos, sobre todo la tarta tatín, una tarta como de manzana pero más buena (de hecho a mí la de manzana no me gusta y esta sí… curioso).
Las cenas salen por unos 17 euros cada uno. SIn duda, me parece una buena relación calidad precio.