Parada de la Croquetorruta 1.0, tienen especialidad en croquetas, y la verdad es que están buenas, pero no son espectaculares. Es una franquicia y han de esperar a que les traigan el género. He ido dos veces y las dos no tenían de todos los sabores que pedimos. Tienen una cosa muy curiosa, las super torres de cerveza que te dejan en la mesa y puedes ir sirviéndote tú mismo. El servicio es muy atento y simpático. Posiblemente de lo mejor que tiene este bar/restaurante. El local está bastante bien. Tienen menú de picaeta bastante bueno y asequible. En navidad hacen cenas para grupos a 17 €, y aunque no lo probé, tenía buena pinta. En general bien, pero no se pasa.
Samuel M.
Classificação do local: 4 Valencia
Este sitio también lo conocí en la Croquetorruta 1.0 y me sorprendió. Tenían bastante variedad de croquetas y estaban bastante bien, auque menos las de pescado. Por otra parte, parece un buen sitio para organizar cenas de grupos. Tienen menús a buen precio y esos disponsadores de cerveza de hasta 5L que te ponen directamente sobre la mesa. ¡Tengo que probar a organizar algo aquí!
María Q.
Classificação do local: 3 Valencia
Este restaurante, aunque ya exisitía, acaba de ser reconvertido por sus nuevos dueños y llega con una filosofía estupenda al barrio de l’Eixample: dar una calidad muy correcta y servicio amigable y cercano con unos precios más que competitivos. Fuimos una noche a probar alguna de las muchas clases de croquetas que aparecen en su carta(había unas cuantas, vaya) y la verdad es que salimos encantados. Yo creo fue una mezcla de buen rollo de la pareja que lo lleva y la alegría que traíamos en el cuerpo los 14 que íbamos en comitiva, pero estuvo genial la experiencia. Nos habían reservado una mesa larga(previo aviso por teléfono) y nos ayudaron a decidir la clase de croquetas que debíamos elegir. Finalmente nos decidimos por las de morcilla y las de bacalao, aunque yo que no soy fan de la morcilla me pedi una de jamón y huevo cocido. Junto a las croquetas nos sacaron papitas y aceitunas con variantes, es de agradecer porque se convirtió en un picoteo de lo más completo. A su vez pedimos unos«camúmetros», como le llaman a unos largos tubos de plástico con hielo en los lalerales que te los llenan de cerveza, muy divertidos aunque se acababan en un plis, eso sí. En cuanto a las croquetas, me quedo con las de bacalao y cebollino(buena mezcla), ya que las de jamón y huevo cocido me resultaron un poco insípidas, de las de morcilla me hablaron muy bien el resto de amigos que acompañaban la velada. El caso es que es para volver porque tienen unos menús nocturnos de 17 euros con varios platos, bebida y postre incluidos que está fenomenal para cualquier reunión familiar o grupal. Me parece un buen sitio para compartir una noche de amigos y no dejarse los bolsillos llorando el resto del mes. Cocina sencilla pero con gracia y sobre todo, un servicio amable, cosa que yo aprecio lo más grande porque me parece que falta salero en el servicio en muchísimos locales de la ciudad.
Daniel R.
Classificação do local: 3 Valencia
No conocía este sitio hace poco, pero en las últimas semanas he ido dos veces porque el local formaba parte de una quedada Unilocal para degustar croquetas. Y, lamento decir que, a pesar de que iba con una predisposición más que buena, me ha decepcionado un poco el sitio. * Primera visita: Entro, en busca de croquetas, y al instante pienso«¡pero si esto es una cadena!». Mala señal, aunque mi acompañante parece no haberse dado cuenta. Pero, ok, adelante. Vamos a probar las croquetas. Pedimos. Le faltan varias de la carta. Vaya. Tras excusas varias, nos ponen algunos tipos de los que les quedaban. Las croquetas: correctas. Vaya, otra vez. Ninguna delicia, tampoco están malas. Un 6 sobre 10. * Segunda visita: Entro, esta vez para cenar de picoteo. Pedimos croquetas y un par de platos. Vaya, no hay justo de ese plato. Pedimos otro. ¡Qué coincidencia! Tampoco hay de ese. Hay que ver que tino… Al final, pedimos dos tostas y lo que sí que tenían, que no era mucho. Excusas varias otra vez. Nos sirven, tras mucho rato, las croquetas. Ok. El pincho de ternera. Frío. Las tostas. Sin el queso fundido y bastante simples. De esas tostas que tienes la sensación que te las puedes hacer en casa tú. * ¿Conclusión? El camarero fue muy amable en las dos ocasiones, y se agradece, pero que no tengan lo de la carta mosquea bastante. Luego, la comida tampoco es para tirar cohetes(y coincidió que la sirvieron algo fría aunque supongo que no será lo habitual), por lo que tal vez otras opciones de la bien surtida zona me hubieran merecido más la pena. Coincide que ambas veces fui entre semana y quizá se deba a eso que no tengan determinados platos. Aunque si es porque todo lo traen precocinado… En cualquier caso, un lugar suficiente. De 5.9 sobre 10. Tienen comida decente y algunas ofertas que parecen interesantes. Y, sobre todo, parece un lugar idóneo para grupos de amigos a los que les importe más pasar un buen rato(tienen ‘vasos’ de cerveza de muchos litros a compartir) que los platos del lugar. Dale una oportunidad y me comentas :)
Gonzalo M.
Classificação do local: 4 Valencia
¿Qué habría pasado si me hubiera dejado llevar por mis prejuicios? ¿Qué habría pasado si me hubiera dejado llevar por los comentarios? La respuesta a estas dos preguntas es bien sencilla: Que todavía hoy no conocería ‘Casa Camu’. Y eso no estaría bien puesto que, por el hecho de que un negocio esté franquiciado o no existan comentarios sobre el mismo, nunca está de más darse la oportunidad de descubrir nuevos sitios. Así fue como este lugar de tapas y tostas se constituyó como la segunda parada de la ‘Croquetoruta_VLC-v1.0′, brindándonos la posibilidad de conocer su amplia oferta sobre este producto, con anécdota de organización incluida que ya os contaré en otra ocasión… A ‘Casa Camu’ llegué con la idea de probar las croquetas de morcilla de burgos y de bacalao con cebollino. Fue una sugerencia bien vista por los miembros de la expedición y, bajo mi punto de vista, muy acertada. Ambas de factura casera, fritas al momento, la primera mostraba un exterior crujiente y un interior muy sabroso con una textura muy agradable, mientras que la segunda me sorprendió gratamente por su rebozado, con algo de puntilla, y su excelente sabor. Aunque con la desaprobación del dueño –que fue sumiller, según nos contó, y se sorprendió con la combinación-, las acompañamos con unos ‘camumetros’, originales tiradores de cerveza que, junto con los ‘pensamientos’ que cuelgan de las paredes, nos hicieron sacar más de una sonrisa, evolucionada rápidamente hacia la pertinente ronda de chistes en la que, he de decirlo, Manolo L. se salió. También quiero destacar los momentos que pasamos charlando con la pareja que regenta el local, descolocados al principio, por la sorpresa que causa que alguien venga a degustar únicamente croquetas, pero muy amables y con muestras evidentes de querer hacer bien las cosas, de evolucionar introduciendo nuevos ingredientes para satisfacer al cliente y de respetar a este último, hasta el punto de salir a la calle para avisarnos, tras nuestra despedida, de que nos habíamos dejado unas monedas sobre la mesa. ¡Chapó por ellos! Sugiero este sitio, claro está, por sus croquetas(¡¡¡cuentan con ocho tipos diferentes!!!), pero me quedo con las ganas de probar el resto de la carta, especialmente las tostas, que tan buena pinta tenían, así como los menús de oferta, con un precio muy sugerente en estos tiempos. Lo dicho: ¿Nos vemos en ‘Casa Camu? ;)