Jimmy Glass

No puedo decir mas que maravillas de este club de Jazz, siempre que vengo que ya han sido unas cuantas veces es espectacular, tanto el ambiente, el trato, como los músicos que pasan por aquí, y encima puedes cenar a un precio mas que asequible, eso si recomiendo reservar siempre, así te pondrán una mesa cerca del escenario, lo dicho para escuchar buen jazz ahora y siempre el Jimmy Glass,

Ayer fuimos por recomendación de un amigo al Jimmy Glass local ubicado en la C/​Baja 28. Desconocía totalmente la existencia de este local y he caído rendido ante su encanto, esencia y sobre todo buena música
El Jimmy Glass es un local alargado con una carta mas bien asequible por la cual podrás cenar o tan solo tomar una copa disfrutando de música en directo.
Su programa es tan extenso que resumiré diciendo que:
Los martes tienen artistas internacionales de altura y por tanto se paga entrada, los jueves pianista con cantante, y los viernes y sábados generalmente duos de jazz o blues (piano+ saxo, piano+guitarra, etc)
Los días que no se paga entrada solo hay una condición. Sumar 1 €por persona a la consumición por la música en directo.
Muy recomendable!!!

Me gusta el Jimy Glass. Lo frecuento desde hace 15 años, lo que me hace pensar, que si ya hace 15 años que voy a sitios como éste, es posible que yo, ya no sea tan joven como antes. Mi DNI corrobora esta teoría. ¡Maldita sea!
Pero vayamos al meollo de la cuestión, siempre quise utilizar esa expresión, El Jimmy Glass es el mejor garito de Jazz de la ciudad. Bueno, es el mejor y también creo que es de los pocos que existe en Valencia, no lo sé, de jazz aquí, el Jimmy Glass, y poco más. Rimas fáciles, mañana de sábado, disculpen mi torpeza.
Es un sitio medio en penumbra, perfecto para beber un gran ron servido en una copa ancha como se merece, y es perfecto para charlar con tus amigos, o con tus amigas, nunca se genera el defecto del efecto ruido que producimos las personas cuando nos acumulamos en sitios pequeños.
Aquí, no. Gente educada, pues sí, gente que va a su rollo y no quiere molestar a los demás, pues también.
Las paredes las recuerdo oscuras, o casi negras, y al fondo hay un billar que me ha visto perder partidas cientos de noches. Antes vivía dos calles más para allá, y éste era uno de mis puntos de encuentros preferidos. Ahora voy menos, pero sigo yendo, y me sigue encantando.
La culpa la tiene Woody Allen, que una vez te haces fan de él, y miras sus películas con devoción, y escuchas sus bandas sonoras llenas de jazz, de trompetas, de saxos… te pica en el alma el jodido bicho del jazz, y ya no puedes escapar, pero es que yo, no me quiero escapar.
¡¡Viva el Jazz y el Jimmy Glass!

Es milagroso como sobrevive el Jimmy Glass -¡20 años ya!- al paso de los tiempos en una ciudad que, además, pasa de la música de banda al «bakalao» más cutre sin casi solución de continuidad.
Y no sólo sobrevive, si no que esta verdadero punto central del jazz valenciano está en plena forma gracias al amor por la música de la gerencia y a la falta de competencia.
En fin, que si quiere disfrutar de una copa bien servida con jazz de fondo, acuda a este local situado en el Barrio del Carmen aunque un punto lejos de las arterias principales.
Aquí, de hecho, han tocado desde el mito local del jazz –Perico Sambeat– hasta la sugerente vocalista estadounidense Mónika Heideman. Si Clint Eastwood fuera a Valencia, probablemente se perdería en el Jimmy Glass.

Pese a que ha perdido carácter en ausencia de la humareda densa que le era habitual, todavía le veo gran atractivo a este jazz bar con luz de mesa de billar repartiendo penumbra en cada rincón.
Excepto los días de concierto (que suele llenarse en estrechez), es perfecto para divagar con una copa y en buena compañía, con la música (jazz no tan obvia como pareciera) de fondo y entre gran parte de la ralea musical del barrio (El Carmen).
Para los conciertos es mejor pensar con lógica: si no formas parte del público especializado y acudes a la llamada de un cartel incitador, a poco que la curiosidad convoque a dos docenas de personas, es probable que te veas en demasiada familiaridad (física) con la concurrencia. Además, el escenario es longitudinal al propio local (con proporciones de pasillo) y se corre el riesgo de ver el concierto, nunca mejor dicho, sólo de oídas. De todas formas, para mí, nada mejor que tomar una copa con buena música en directo, embriagado con la acústica sucia y predispuesto al circuito de locales nocturnos con más solera del barrio.

Te gusta el Jazz pues ve al Jimmy, la coleccion de cd’s de Chevy es impresionante seguramente de las mas completas de valencia. Tiene algo bueno para un club de Jazz y es que te ahorras a los ‘memolos’ que se encuentren en otros locales de Valencia.
Seguramente uno de los garritos mas genuinos del Carmen.
PD: Pedir cocteles y NO FUMEIS O DEJEIS COPAS en la mesa de billar.