El Abrazo de la China

Un sitio para tomar unas copas o cervezas tranquilamente con los amigos. Tienen una carta con muchos tipos de copas y cervezas.

Pues Maria Q seguro que tiene razón cuando cuestiona las habilidades como profesionales de la hostelería de mis queridos Carlos, Juli y Toni pero como ella dice la vida son opciones y yo me quedo con la espontaneidad en el trato y el encanto personal de sus dueños. Este es un lugar de encuentro para los teatreros valencianos y algunos de los eventos que han organizado (ahí si son fuertes y saben como hacerlo) han sido la bomba. Yo siempre que voy doy y recibo muchos abrazos y no de la china sino de colegas y amigos muy queridos. Un lugar para repetir y empatizar con sus parroquianos. Hay mucho talento que descubrir.

Estupendo sitio para tomar una copa de vino, cerveza… o Gin Tonic si se presta la ocasión.siempre con tu consumición suelen ponerte un platito de papas, palomitas, etc… que aquí en Valencia se agradece!
El local es muy acogedor con sofás y demás, eso si, si os tiráis como yo 2 o 3 horas en un sofá podéis acabar con dolor de espalda, jaja…
Buen sitio en Ruzafa…

Conozco este local desde hace tres dueños porque he vivido muy cerca, y ya como Abrazo de la China he ido bastantes veces a tomar algo con mis amigas después de trabajar. Al sitio le han dado dos vueltas de decoración y está cuidado, apetece entrar y sentarse en sus sofás, pero el servicio tiene que mejorar mucho. Así que sí, he tenido experiencias ¡muuuucho mejores!
Me parece estupendo que un grupo de actores conocidos (muchos de ellos salían en «Bön dia, bonica» de Canal 9 y yo me he visto las dos temporadas) abran un local en el barrio, pero ser camarero no es fácil, es un trabajo muy duro y hay que currárselo con los clientes. Las sonrisas faltan casi siempre, la rapidez tampoco es su fuerte, los detalles son un suspenso (tienes que estar pidiendo cada vez que te saquen 4 papas cuando llevas varias cervezas) y a veces se olvidan de traerte lo que has pedido, habiéndote levantado tú porque nadie venía a atenderte. Todo eso me ha ocurrido con el bar vacío, no entiendo nada. Tienen tostas que no están mal para comer algo rápido y fácil, pero tampoco son la bomba.
En resumen: los abrazos a los clientes se los darán en la China porque en Valencia, cero. Espero que tomen nota porque bares hay mil y la vida son opciones.

Auspiciado por lo más granado de la profesión actoral valenciana, este pequeño local en el barrio de Ruzafa, aparece con su propuesta de sencillo cosmopolitanismo y una pasable ambición multiusos (en el sentido pseudo-​cultural o de ocio), en la que destaca la sensibilidad creativa (el local es de quien es) con informales tintes bohemios (pero actualizados) y bastante desenfado.
Lo más llamativo del local es la confortable atmósfera (una iluminación, en efecto, orientalizada) y lo diverso del servicio: está muy bien para tomar una copa pero también para picar algo, si la tertulia vespertina se alarga y se agudiza el hambre o alguna dosis de insensatez parlanchina.
Las noches se desarrollan con marcado carácter chill-​out y entre un goteo continuo de caras populares, que serán seguramente su baza para convertirse en garito de moda.
Los precios son razonables y el servicio bastante esmerado, aunque el local es pequeño y resulta un tanto ambiguo pretender cenar como toca. Otra opción es la escueta terraza ubicada en la calle, en este rincón cada vez más consolidado de la oferta vespertina y nocturna del barrio.

En el abrazo de la China todo cabe. Quiero decir, que el sitio es perfecto si has quedado con alguien por primera vez, si ya has quedado mil veces y sólo vas a hablar, si tu madre está por el barrio y os queréis tomar un café, si les quieres robar wifi, o si te quieres acomodar en el sofá y dejar pasar horas leyendo tan tranquilamente…
Para tanto vale que también te hace el apaño si se te ha ido el tiempo de las manos y un rugido de hambre te despierta de tu ensimismamiento. Tostas, hummus, unos berberechos (riquísimos, por cierto)… cualquier cosa para acallar a la bestia que habita en tu estómago y seguir la charla, que para eso has ido.

Cuando voy a El Abrazo de la China con alguien que aún no ha estado, me da con el codo y me cuchichea: «¡mira, ese es… ese es!!!» Sí, los dueños son conocidos actores valencianos, ¿qué importa?
Bueno, sí que importa: como buenos actores, saben que hay que contar las historias de siempre (picar, beber) con lenguaje actual (hummus por aquí, leche de soja para el café por allá) y una buena puesta en escena. La clave de esta es la trabajadísima iluminación, que hace de El Abrazo de la China un lugar envolvente, confortable; allí te abandonas a una botella de vino como te sumergerías en una obra de teatro.