Ca Duart

Gracias a una recomendación descubrimos Ca Duart. El local no es muy grande, pero sí acogedor. Puedes comer a la carta o de menú (hay varios) cuyos platos se eligen de los que componen la carta!
Muy buen trato y rapidez, si no está lleno (lo que es entendible)
Hemos estado un par de veces y en ambas ocasiones no pudimos resistirnos a pedir huevos trufados (ya nos lo habían recomendado)! El arroz de pato mudo estaba muy bueno, así como el rossejat de sepia (cantidad considerable).
Los postres caseros están deliciosos, pero me quedo con el tatín de manzana!

Sitio estupendo donde comer, con un menú diario de 15 euros y poco. Arroces, fideua, tratar de atún… muy buena atención y tranquilo, recomiendo llamar para reservar.
PD: el pan ecológico muy bueno, pero caro.

Fue mi elección para Valencia cuina oberta en esta edición (junio 2015). Lo elegí, principalmente, por el número de reservas de la pasada VCO, porque había leído y escuchado opiniones positivas sobre el sitio y por mi suegro, que ya que íbamos con él prefería elegir un sitio que tuviera buena comida sin que le pusieran una deconstrucción o se pasaran con el alginato, eso ya lo dejo para otra ocasión.
Este menú tenía diversas opciones y pensé que acertaría.
Para empezar nos recibieron con unas arbequinas y un gazpacho de sandía que no estaba nada mal, con su punto de vinagre perfecto (es decir, era aguantable para mi paladar vinagrofobo).
Continuamos con unas cocas de caballa ahumada con berenjena que estaban deliciosas, y eso que el ahumado tampoco entra en mis planes ‘foodies’.
El tartar de salmón y aguacate estaba tremendo, con un punto super bien cogido.
Aunque lo que más me gustó, sin duda, el huevo trufado con setas. Una delicia absoluta. Se deshacía en la boca y tenía un sabor brutal! Nos cautivó a todos.
De plato principal yo me pedí bacalao confitado con puré de coliflor y espinacas. No estaba nada mal, muy suave. Eso sí, el arroz de pato mudo con boletus de mi suegro lo superaba, y el rossejat de fideo fino con pescado de roca y zamburiñas de mi novio. Sense paraules. Yo pensaba que les sobraría a alguno y me lo pondrían en un Tupper para el día siguiente pero no cayó esa breva, porque se lo comieron todo! Ni un grano de arroz, ni un fideo.
Me sorprendió también el prepostre, que en Valencia por lo menos no hay costumbre y menos en restaurantes de este tipo, es decir, asequible para los mortales. De postre tarta eta de limón, que fue de lo que menos me gustó y crème brûlée de chocolate y avellanas.
Todo estupendo, el servicio tardaba un poco, pero no lo tomé en cuenta. Se ve que mucha gente había pensado lo mismo que yo al reservar para VCO. Estaba llenisimo!
Seguro que vuelvo, espero que antes de la próxima edición. Se va a la lista de restaurantes favoritos y para recomendar para una comida especial (o un gustazo que tampoco están mal de vez en cuando).

A group of us arrived 10 min before they opened (which was 9pm on Saturday) and they were very accommodating and let us come in and sit down. They were very helpful in answering any questions we had about the menu. I ordered the express option which came with a tapa, entrée, and dessert. My table also ordered a bottle of wine. It was only $ 21 which is a great deal especially compared to the United States for that quality of food. The quality of food was very high, the waiting staff was helpful and friendly, and the food delicious! (The crème brûlée is to die for)

Muy rico todo y a un precio razonable. Estuvieron un poco despistados con el servicio, pero no parecía estructural. Habrá que volver.

Tenía ganas de venir a este sitio a comer… y el menú de Cuina Oberta nos brindó la ocasión.
Cuina Oberta consiste en que durante 10 días los mejores restaurantes de Valencia ofrecen deliciosos menús a precios especiales. Aquí más info, todavía podéis reservar hasta el 29 de junio:

Tras revisar todos los menús, el de Ca Duart me sedujo mucho, así que reserve para este sábado.
Empiezo por lo bueno: el menú es espectacular, todo muy bueno y muy completo, salimos rodando. El menú consiste: con aperitivos: Aceitunas, Chips de boniato, Salmorejo.
Entrantes: Tataki de atún, Navajas, Huevo trufado.
Y luego segundos a elegir, y pedimos: Rossejat de fideo fino con cabracho, zamburiña y ajo tierno. Muy bueno, y mucha cantidad, una paellita para 1 persona, esto nos encanto y nos sorprendió.
Y también pedimos Presa Ibérica. Un plato con mucha cantidad, pero lo sirvieron muy poco hecho sin preguntarnos, pero ya pasamos de pedir que nos lo repasaran porque eran casi las 17 de la tarde.
Y aquí empieza lo malo. Llegamos a las 15 y salimos de comer a las 17 de la tarde, sin sobremesa. Era mucha comida sí, pero yo y mi pareja nos caracterizamos por comer rápido, el problema estuvo en que eran bastantes platos, y entre uno y otro estuvimos esperando unos 20 min.
Como puntos negativos resumo: Yo tenía que ir controlado con el menú en la mano lo que nos iban sirviendo, ya que todos los camareros llevaban todas las mesas, eso era un caos, dos veces nos traían un plato repetido, luego otro no lo tenían y lo tuvimos que reclamar… y mucho tiempo entre platos, excesivo. Me llama la atención ya que tampoco era hora punta y el restaurante no estaba lleno… no sé qué pasará cuando está lleno. Los camareros eso sí, muy majos, pero muy muy perdidos… la gente de las mesas teníamos que guiarles en qué nos tocaba comer.
En conclusión, la comida y el menú espectacular, pero el servicio iba muy perdido y la cocina lenta, mucho tiempo entre plato y plato. Una pena, ya que se merece por la calidad/​precio que comimos, 5 estrellas.

Un menú llamativo hace que entres a la caza de un buen plato mediterráneo en Ca Duart. El local es sencillo, moderno y un pelín pijo para mi gusto, pero tranquilo y muy limpio. Lo recomiendo para comidas de trabajo u ocasiones de celebración, en la puerta puedes ver lo que tienen en el día que se compone de 3 primeros, 3 segundos y un postre. Fui con varias amigas a las que hacía tiempo que no veía y entramos un poco despistadas, atraídas por los 10 euros que marcaba en la pizarrita de fuera, sin fijarnos más que en el pelo de la que se lo había cortado, lo guapa que estaba la otra o lo simpático que era el bebé de la de más allá, cosas de las distracciones, luego lo pagamos caro.
La camarera fue amable aunque un pelín cortante en ocasiones, ya que una de mis amigas sacó una caja llena de pulseritas, colgantes, broches etc que vende para una asociación benéfica y la camarera vino y nos dijo, medio en broma medio en serio: «Os voy a cobrar por vender aquí».
La verdad es que igual quedaba un poco raro, pero chica estábamos seis amigas allí y era el momento de sacar los abalorios. Ese comentario me sobraba, la verdad. En cuanto a la comida me pedí calçots de primero, estaban deliciosos todo sea dicho y la salsa romescu de 10 pero… ¡nos pusieron 3 calçots! Si alguien los ha comido alguna vez sabe que has de comer entre 100 y 150 para saciarte (vale algunos menos, eso ya es vomitar, pero ¿3 matados?) me parecido muy pobre el plato con tres míseros calçots. La sorpresa fue el segundo plato, un gazpacho de codorniz, era una paella de 5 para una persona (una vez más, vale, una paella para dos pero es que podía haber comido gazpacho 4 días). No entendía nada… con ese pedazo de paella me bloqueé, estaba realmente bueno, con mucho sabor y en su punto, pero era una paella enorme y la ración de codorniz ridícula, no se veía por ningún sitio, mejor dicho era gazpacho con aroma a codorniz porque ese mini pedacito de ave sólo le daba un toque, nada de sabor y menos de alimento.
En cuanto a los platos de mis amigas hubo una ensalada de ventresca con bastante buena pinta y una carrillada que tampoco estaba mal, tierna, aunque un poco escasa también en la ración. Después otras tres pidieron arroz de marisco y les encantó. En general todo muy bueno, aunque creo que deberían mejorar cosas, como controlar el tamaño de las raciones. Además, la cuenta al final sube hasta los 15 o 16 euros, o sea que de 10 ¡NADA!