Fum de Llum

La verdad que no me terminó de cuadrar. Fuimos la semana pasada a cenar y queríamos compartir algunos entrantes. La
carta en mi opinión es algo corta. Se reparte entre algunas tapas y platos principales de carne. Yo personalmente pocas veces suelo salir a cenar y pido plato tan contundente pero bueno, de todo tiene que haber. El trato muy bien y la lástima que es estaba algo vacío en comparación con el resto de la zona. Yo creo que replanteando la oferta podrían tener mejores resultados

En el grupo de amigos tenemos una «ruleta de las cenas» en la que cada sábado le toca a uno elegir restaurante y reservar.
Ayer le tocaba a una amiga, y eligió este, ayudada por Unilocal!
El sitio no es muy grande, bien decorado, sencillo pero con colores cálidos. Muy agradable.
Antes de empezar, mientras tomamos las cervecitas para esperar a los más tardones, nos trajeron a cada uno un chupito de gazpacho de remolacha, aperitivo invitación de la casa. Muy bueno y original.
Eramos siete y pedimos todo al centro, para probar un poco de todo, como solemos a hacer.
Así que pedimos:
— Croquetas de Choco con ajo aceite de Yuzu. Muy original!
— Tempura de champiñón. Es lo que menos me gustó pero estaba rico, pero lleva dentro bacon, para mí demasiada bomba, pero para gustos… Al resto le gustaron bastante.
— Gambon con setas y salsa sihirtaki (o algo así). Muy bueno, pero atención! Picanteeee!
— Crujiente de pato con cebolla caramelizada. Riquísimo!
— Cordero cocinado a baja temperatura. Súper rico.
— Entrecot de buey gallego, con aceite de humo de naranja, con patatitas al horno. Muy tierna al punto.
La verdad estaba todo muy bueno y el camarero nos lo explicaba todo fenomenal súper amable, la camarera también, uno de mis amigos pidió tinto de verano y no tenían pero ella le dijo que enseguida se lo preparaba.
Para terminar pedimos un surtido de tres postres, las tres partes que tienen en la carta muy ricas … en especial la de queso con limón.
Y dos botellas de un vino tinto valenciano, que no conocíamos y que se llamaba Angosto la Tribu y nos sorprendió muy gratamente.
Café y chupito para terminar.
Salimos a 24 euros, hasta arriba de comer!
Repetiremos seguro!

Hacía mucho tiempo q queria probar este sitio y aproveché la promoción d Tapas con Turia para pasarme y probar su menú. Muy completo y riquísimo. Por 18 euros puedes probar una amplia gama d platos, todos muy bien elaborados y originales. El camarero muy atento. Repetiré cuando ya no esté la promo para probarlos en su verdadera esencia :)

Un lugar a tener muy en cuenta si estás buscando cocina mediterránea con un toque original. Me encantó el trato de su camarero, un chico que no dejaba de sonreír a las mesas y de explicar las cosas con educación y amabilidad. Todo salió a tiempo, fluido y a la temperatura adecuada.
Llegué con unos amigos y primero dudamos si ponernos fuera o dentro, ya que tiene una terracita agradable en Conde Altea. Como hacía bochorno nos metimos dentro, pero al no llegar el aire bien a la parte de delante del local, el chico nos sugirió que fuésemos más hacia el fondo, y así lo hicimos. Estuvimos muy a gusto, la verdad. El local es moderno, bien decorado, con gusto y personalidad. Me gusta que el nombre esté en valenciano, le da la sensación de familiaridad que buscas cuando sales a comer o cenar y eres de aquí. Nada más sentarnos nos sacaron humus de tomillo y humus con especias de la casa, así de regalo ¡qué bueno, no duró nada!
Estuvimos mirando la carta un ratito y tras dudar le pedimos recomendaciones al chico, al final nos decidimos por varios platos a compartir: tostas de sardinas (muy ricas), triángulos de espinacas (hechos con pasta filo), croquetas de choco con alioli de Yuzu. Aquí me detengo, porque realmente merecen un aplauso, estaban súper suaves y tenían un sabor muy especial, a mar pero con un toque cítrico y especial, nada de ajo que se te repite hasta tu cumpleaños (del año siguiente). Vale la pena pedirlas. De carne nos decidimos por un plato de ternera con soja, sésamo, base de patatas y puerro. El conjunto estaba muy rico, me recordaba mucho a la salsa teriyaki que he probado en algunos japoneses (de los de verdad, claro).
Con estas entradas y la carne quedamos muy satisfechos de cantidad y nos atrevimos a pedir un par de postres para el segundo estómago. El brownie estaba realmente tremendo, porque en vez de helado de vainilla lo llevaba de frambuesa ¡qué mezcla tan acertada! El chocolate era negro, algo que a mí me vuelve loca. La torrija de horchata con helado de leche merengada a mí no me gustó tanto porque me resultó demasiado dulce, sin embargo no dejamos tampoco nada, ya sabéis que es de mala educación.
Lo que además me encanta de este sitio es que el precio y la calidad están muy ajustados. No es tan fácil comer cosas buenas y sorprendentes por un precio asequible y, desde luego, en Fum de Llum hacen malabares para conseguirlo. Ahora solo me queda volver para probar las sangrías de cava y otras mezclas explosivas que vi en la carta. ¡Un fum de aplausos para ellos!