Puratasca

No es un sitio de paso, hay que buscarlo un poco pero merece la pena ir. Es un poco pequeño por lo que conviene ir temprano para podrr coger mesa. Tienen unas tapas bastante elaboradas, nada típicas pero muy buenas. No son baratas del todo, pero el precio va acorde con su tamaño. Recomendables el arroz meloso, las piruletas de chorizo y el foie con chutney de manzana.

Llevábamos tiempo queriendo conocer este bar por recomendaciones cercanas y anoche fue la cita tan esperada. Su ubicación en un barrio humilde de Triana coincide con el decorado y espíritu del bar, sin embargo, su cocina es novedosa, creativa y por supuesto atractiva. Esperamos un buen rato para disfrutar de una mesa dentro del local por su alto reclamo y porque había reservas de mesa, pero la espera mereció la pena.
Tienen una buena variedad de vinos, comenzamos con un Albariño y un entrante de piruletas de chorizo con mayonesa con curry que estaba muy bueno. Luego continuamos con dos vinos tintos y pedimos dos platos, un solomillo de buey en su punto con patatas y pimientos de padrón junto a la que fue para nosotros la grata sorpresa de la noche. Apostamos por un plato desconocido (se llamaba algo así como SNEW YORK) y es una especie de puré de patatas con picatoste, mango y un toque picante muy sabroso. Por último, los postres te los presentan en una bandeja con todos los que tienen en carta para hacerte la boca agua. Todos estaban apetitosos pero finalmente optamos por un brownie con chocolate y otro de 3 chocolates que estaban riquísimos.
En definitiva, nos pareció un bar tranquilo con un servicio atento y al cual volveremos a probar sus platos más solicitados que son el arroz meloso y el wok de verduras.

En esta ocasion quisiera hacer referencia a otro de los muchos sitios en los que podemos ir ha disfrutar en la magnifica zona de Triana, en concreto me estoy refiriendo al Puratasca. Mi experiencia al visitarlo fue bastante satisfactoria pudiendo disfrutar de sus magnificas tapas bien elavoradas y de una calidad bastante aceptable. El personal amable y atento con los clientes en todo momento. El local no es muy grande por lo que se llena enseguida, os aconsejaria si pensais ir que vayais temprano. Calidad-​Precio corresponde. Lo recomiendo para ir a tapear junto con los amigos o bien la familia.

Sentimientos encontrados son los que me ha despertado este sitio.
Lo erróneo que es venir a los sitios con grandes expectativas. No es que no estén buenas las cosas y sean platos elaborados, pero lo veo caro para otros similares que conozco. Aparte tampoco veo que tengan en la carta nada que puedas decir, ¡sólo lo tienen aquí! O ¡vaya bien que lo hacen!
Está situado en Tríana, en una pequeña calle, en la cual, no hay sitio nunca. ¡OJO!, importante venir con reserva, porque suele ser difícil coger sitio y la media hora larga no hay quien te la quite.
En cuanto al servicio, no está mal organizado pero el otro día no fue uno de sus mejores días.
Nosotros probamos un par de ostras, tapa/​tabla (según lo que consideremos cada una de sus acepciones) de quesos andaluces y un arroz meloso.
Todo bueno pero sin destacar nada. Y de precio me parece como dije al principio caro.
En fin, mejor que vayáis vosotros y juzguéis vosotros mismos.
¡Y eso es todo amigos!

Eigentlich ja fast 5*. Dafür fehlte aber dem Restaurant leider der Charme und ich fand kaum etwas für mich auf der Speisekarte (was aber an mir lag).
Meine Begleitung war aber rundum glücklich mit dem Essen.
Der Service war wirklich sehr geduldig mit meinen Essens Eigenheiten, da ich an jedem Gericht irgendwas nicht mochte. (Es gab mein zuerst gewähltes Gericht leider gerade nicht)
Wirklich ein außergewöhnliches Restaurant, was man so auf den ersten Blick nicht erwartet.
Und die Desserts (welche alle an den Tisch zur Auswahl gebracht wurden) waren sehr lecker. Alles Cremes in diversen Geschmacksrichtungen.

Ahí, a caballo entre un bar de barrio y un gastrobar, está Puratasca. Algo apartado de Ronda de Triana, pero de fácil acceso y complejo aparcamiento, nos encontramos con un local pequeño, coqueto, repleto de pegatinas de Unilocal,que ofrece una carta la mar de interesante, siendo la mejor opción de tapeo por la zona, con absoluta diferencia.
La mojama, las anchoas y las piruletas de chorizo con curry son imprescindibles, pero la verdad es que prácticamente todo lo que hemos podido probar aquí estaba delicioso. La última vez tenían unos rigatoni con crema de setas que estaban de rechupete, pero creo que fuera de carta. Su fuerte son los productos de temporada.
Además, los camareros son rápidos y amables. La única pega es que aparcar cerca es una pesadilla y que, afortunadamente para ellos, siempre está lleno de gente, lo que hace que a veces haya que esperar mesa o sentarse en las mesas altas, que no son tan cómodas como las sillas.

Me encanta la idea de tener este local cerquita de casa; no llevo ni dos días por la zona y ya han sido un par de veces las que hemos parado a tomar algo para cenar.
Decir «Triana» es decir «cantidad de buenas opciones» y Pura Tasca, es una de ellas, uno de esos bares en los que debes hacer una parada obligada si estas por la zona.
Se encuentra en la Calle Numancia, puede que no la conozcas tanto como otras (yo la descubrí hace poco, en mi recién estrenada «trianería» jeje), pero seguro que la encuentras sin problema (es difícil aparcar, ten paciencia que merece la pena).
Local pequeño, con una decoración curiosa. Me gustaron algunos detalles como la presentación de la carta (tienen al final de ella alguna sorpresa, para entretenerte) como la cocina (como dijo uno de los que íbamos «no esconde nada»).
La comida estupenda. Aparte de estar muy buena, la presentación y combinaciones, en mi opinión sorprenden; aunque todo lo que he tomado esta buenísimo, no dejéis de probar las Piruletas de chorizo, las Anchoas y la Mojama.
Si tuviese que ponerle algún aspecto a mejorar, aunque no es muy grave, es el trato del servicio. Para mi gusto, poco cercano según el camarero que atienda.
Aunque hay gente en todo momento, es verdad que cuando más ambiente tiene es por la noche, sus veladores se llenan rápido y puede que encuentres lista de espera, así que te recomiendo que vayas prontito a coger sitio, aunque en realidad son bastante ágiles y seguramente esperes poco y será un buen momento para aprovechar y empezar la velada con una copa de vino ¡para ir abriendo boca!

Un gran descubrimiento en Triana. Me sonaba algo el nombre, pero no tenía ni idea de la existencia de este bonito local en este rincón del famoso barrio de Sevilla.
Estábamos por la zona y, para probarlo por la fama que tenía, decimos tomar «un par de tapitas». Al final terminamos probando cuatro tapas y un par de cervezas, encantados con los sabores que descubrimos aquella noche.
Cada plato se merece su propia reseña:
— La mojama: tierna y deliciosa. Iría a Puratasca tan solo por la mojama.
— Piruletas de chorizo: para mi gusto el sabor del chorizo robaba el protagonismo al resto de sabores (tempura y curry), aunque a mis acompañantes les fascinó. Yo no repetiría con esta tapa, pero me pareció muy original.
— Arroz meloso: muy rico y sabroso. Quizá la menos original de las opciones, pero perfecta para llenar un poco el estómago.
— Anchoas: OMG! Una interesante propuesta por parte de Puratasca. Consiste en unas regañas, una especie de salsa agridulce y anchoas en aceite, con un tamaño bastante apañao. Riquísimas. ¡Sírvete tú mismo!
Por lo demás, fueron bastante rápidos y el precio no estuvo mal, aunque tampoco está tirado de precio, ya que las tapas suben de lo habitual, pero pagas por lo que comes de manera bastante digna.
El servicio fue menos llamativo para la experiencia general, acostumbrada quizá a otros sitios en los que se desviven por ti. Pero fue correcto.
Con respecto al local, no es muy grande. De hecho, no admiten reservas de más de 8. Sin embargo, es apropiado, también con algunas mesas en terraza (en temporada de buen tiempo, se llena). La decoración es algo distinta, aportando un toque original, con una cocina abierta en la que puedes ver todo lo que se hace.
Dicen, además, que son lo mismos que Lacayejera.
¿Volveré? Sí

Bonito y acogedor bar en Triana. La verdad que tras leer algunas reseñas me animé a ir para comprobar el buen gusto que tiene al realizar sus tapas. Lo primero que sorprende es que estuviera lleno hasta la bandera, eso indica que malo no puede ser.
Al estar toda la zona exterior llena, decidimos entrar dentro. Ni se está mal. A si contemplamos la cocina, que se puede ver desde el pequeño, pero acogedor, salón del establecimiento. Olores y sensaciones desde primer momento, pero sin amalgamas ni estridencias. La verdad que eso me encanta. Todo ello acompañado de un gran servicio (algo primordial para mi).
Decidimos probar la mojama de atún de Barbate. Más que notable. Presentada en un papelón y con AOVE por encima. Se notaba la calidad del producto.
Después nos decidimos probar el rissotto de setas. Le noté a la receta mucho parecido a la de ‘El Mercado de Enma’ ñ. Pero un rissoto bien cocinado es un manjar, por lo que este era un ejemplo.
Por último disfrutamos de la ternera (creo que era gallega). Bien cocinada, con verduritas y una salsa que invitaba a mojar pan.
La verdad que repetiremos, PuraTasca cumplió las expectativas marcadas.

Desde que a finales del 2009 abrió sus puertas Pura Tasca he venido infinidad de veces… Que por qué recuerdo esta fecha… Porque fui con un grupo de amigos guiris y cogieron una cogorza que tuve que sacarlos a rastras del local :-D … Anécdotas aparte, lo mejor de PuraTasca sin duda son sus tapas. Si tuviera que definirlas con un solo adjetivo sería el de sabrosas. Todo está bien sabroso aquí. Me encanta su ensaladilla, para mí de las mejores de Sevilla, con ese aceite con hierbas que le añaden como topping; el risotto que va variando según las verduras de temporada; los salmorejos, el de fresa con melva está delicioso; el ravioli de toro; la torrija de hongos y bacalao… Probablemente si seducidos por mi relación de tapas vais a probar por primera vez el Pura Tasca, os podréis encontrar con que no hay nada de lo que relato… Y es que la cocina de este bar es cocina pura de mercado, de temporada, de ahí la buena materia prima que manejan siempre (el congelado para otros).
Los postres son de Manu Jara.
Tienen además bastante variedad de D. O en vinos por copas, lo cual se agradece.
El local me encanta. El reciclaje de un antiguo bar de barrio de los años 70, utilizando elementos modernos (cocina a la vista ordenada e impoluta) y conservando reciclados los elementos de aquella década, lo hacen también un lugar especial.
Me extraña muchísimo los comentarios que hablan de que el servicio no es muy bueno. Yo siempre he tenido la experiencia contraria, de hecho, me encanta sentarme en la barra para charlotear con los cocineros. La mayoría de las veces además está alli el mismo Cayetano Gómez (cocinero y uno de los propietarios) y es de lo más amable y simpático.
Es increíble que hayan pasado ya 6 años desde aquella noche de estreno… y la cocina de Puratasca sigue en forma!

A lovely bar/​restaurant nestled in the Triana barrio. It offers a wide selection of international-​influenced tapas, and a well-​balanced variety of meat/​fish/​vegetable dishes. Friendly and attentive waiter service. Fancy food but relaxed atmosphere — a little pricey, but good quality

Las tapas están muy bien pero el servicio es pésimo y te tratan bastante mal.
La primera vez note que eran un poco prepotentes y decidimos no dejarle propina, y la segunda vez que fuimos fue un desastre, a las 22’45 nos apuntamos en la espera de lista para sentarnos en la terraza, y a las 23,50 nos dijeron que no nos íbamos a poder sentar porque la cocina cierra a las 00’00. Pero dónde se ha visto eso? La primera vez que me pasa.
En fin que con el tiempo justo fuimos en busca de otro bar que nos pudieran dar de cenar, y encontramos PALADARES en ronda de triana. Todo un descubrimiento y unas tapas verdaderamente buenas.
Un saludo
**Tener cuidado en puratasca no vayais acabar de pelea**

This is now our go to dinner spot. We’ll be back again and again! We had Sangria which was a wonderful blend of wine and fruit and bubbles. The Risotto (Arroz Meloso) was perfect, not under or over cooked. The Raviolis de Cordero which we expected to be a ravioli in red sauce, was a wonderful Fried Ravioli and in a delicate sauce which complimented it magnificently. The chef here is stepping out of the traditional spanish tapas cuisine and creating exquisite contemporary dishes. The next night I had the same items and again they were exceptional!

Tenía muchas ganas de ir y la verdad es que las tapas no decepcionaron pero cuando llegamos a los postres la emoción se esfumó. La tarta de queso, normalita, no sabía a «casera», el brownie era un pastelito empalagaso que nada tenía que ver con su nombre y la tarta de galleta sosa. Todos parecían postres industriales. Con unas tapas tan buenas es casi un delito esa carta de postres.

Entre clasicismo y modernidad. Un local de estilo clásico con una carta innovadora, así como una carta de vinos amplia. En esta ocasión probamos gran variedad de platos:
— arroz meloso con setas, hongos, parmesano y trufa. Simplemente sublime. Aunque sea solo por probar esta exquisitez hay que venir a este sitio.
— tartar de salmón. Otra maravilla, textura y sabor.
— salmorejo de fresas. Antes de probarlo dudaba de este plato, luego me encantó.
— solomillo de buey. Excelente el punto de la carne y muy tierna.
También probamos el pollo cantones y los fideos con pato, si bien estos platos no me convencieron, sobre todo los fideos.
Para terminar probamos diversos postres, algunos mejores que otros.
Un sitio de calidad a un precio algo alto.

He ido a este sitio una vez y me ha encantado, la comida es fabulosa y los postres más. Sobretodo el arroz meloso con pato, sin embargo le quito dos estrellas por el trato que he recibido la segunda vez que lo he visitado. Al no haber mesa preguntamos para cuando estarian libres aproximadamente, sin embargo la mujer que nos atendio solo queria evadirse y seguir su trabajo sin prestarnos atención alguna. Al final desistimos de este sitio y fuimos a otro. Espero que a esta «tasca» no se le haya subido los humos por los buenos comentarios y clientela.

Llevaba muuucho tiempo queriendo venir a Puratasca, había visto su blog, conocía al dueño porque coincidimos en una cocina trabajando y sobre todo había oído muy buenos comentarios.
El caso es que por fin pude probarlo y lo primero que me pasó nada más entrar es que el local me impresionó mucho; pensaba que sería un sitio muy grande y en plan moderno, pero la verdad es que no. Se trata de un pequeño local con 7 – 8 mesas que mantiene la imagen castiza de Triana, con sus platos Duralex naranjas y verdes de los de toda la vida… Es un local cutrecillo al que han sabido sacar su encanto y le han dado su toque personal.
Mención especial tiene la cocina. Podéis encontrar una carta con un poco de todo: chacinas y quesos, ensaladas, platos fríos y calientes y una gran variedad de postres. En mi caso, probamos un poquito de todo y el resultado fue una magnífica cena :)
Llama la atención el momento del postre, en el que te ponen un plato grande de madera con un montón de vasitos y latitas con diferentes rellenos (tarta de queso, tiramisú…) todos caseros, de manera que comes los que te apetezca y a la hora de pagar le dices al camarero cuantos han caído :)
Me gustó el hecho de que copearan con botellas Magnum ya que, según los entendidos en vino, la calidad de los caldos es superior a la de las botellas de ¾.
Buen sitio, buen ambiente y no olvidéis no llegar muy tarde ya que se llena muy rápido de gente y es difícil encontrar mesa.
Pd. muy curiosa la tele de la esquina :)

Puratasca es una joya escondida en una zona con poco encanto de Triana, pero el viaje merece la pena para disfrutar de una cocina contemporánea riquísima.
Puratasca se levanta en o que puede parecer un antiguo bar de barrio o incluso una tienda de ultramarinos o frutería, un local en principio cutre. No han intentado esconder esto con una gran reforma, sino que han aprovechado este encanto se han limitado a pintar las paredes de negro y utilizar gran parte de ellas de pizarra, porque en Puratasca la carta va cambiando constantemente. Esto es algo que me encanta, porque así siempre que vuelvo puedo probar algo nuevo.
De sus platos más típicos me quedo con la piruleta de chorizo, las trompetas de langostinos y los raviolis de cola de toro, pero sobre todo con el arroz meloso con pato. Es algo superior, casi adictivo. Al terminar te traen una bandejita con distintos postres para que elijas. Yo soy más de salado que de dulce, pero es una verdadera tentación tener esos postres cerca y es difícil no picar. La bodega también es bueno, y hay vinos que vendrán bien a todos los platos que pidas.
Aunque haya dicho que Puratasca es una joya escondida, el boca a boca ha hecho que todos los cazadores de tesoros culinarios la conozcan, así que hacerse un hueco es complicado si no se va temprano.

Pocos bares superan con sus platos al Puratasca. Eso sí, el sitio se les ha quedado pequeño y el trato de los camareros cuando el bar esta lleno no es el mejor. Creo que ha ido perdiendo calidad a medida que su fama crecía. Ahora bien, sus postres son de lo mejor que hay en Sevilla. Mi recomención: La Piruleta de morcilla

Local neighborhood tapas that are fresh and original. Oh, and it is delicious. We went with 12 people and the staff was friendly and helpful. Service kept things moving. Highly recommend the risotto with duck, the bacon wrapped shrimp, the tuna (multiple styles) and the specials of the day!

Uno de mis bares de tapas preferidos de la ciudad. Situado en una zona sin demasiado encanto, han hecho olvidar este extremo y atraer a una clientela que tras su primera visita se suele convertir en habitual.
En una boda a la que fui invitado por un amigo que es cocinero, y de los buenos, en Australia, las conversaciones entre el y el resto de sus amigos, que muchos habían estudiado en la Taberna de Alabarderos, giraban en torno a las propuestas mas interesantes en este mundillo. Unanimamente recomendaban Puratasca, así que no quedó otra que conocerlo.
El hecho de coger el típico bar de barrio y reconvertirlo en algo novedoso guardando la esencia del lugar, ya dice mucho de las intenciones de sus gestores. Los camareros son muy amables, siempre atentos a tus necesidades. Citar por ejemplo el risotto, los fideos chinos, el tartar de atún, el foie… con sus respectivos apellidos que olvido, todo está realmente bueno. Yo, que soy bastante reacio a esto de la cocina creativa y tal, me han hecho ver que con verdadero talento tiene sentido, que no todo es una estafa de platos grandes en presentaciones espectaculares con comidas minúsculas que intentan sacar los cuartos a quien necesita gastar mucho para distinguirse del resto de los mortales. Un vino afrutado alemán llamado algo asi como Dr. Loose, es una gran elección. Los precios son bastante ajustados y los postres están para chuparse los dedsos. Han asesorado la apertura de un par de bares en el centro y el Porvenir, pero al menos en el que está en Felipe II, no demuestran el cuidado especial con la clientela que exhiben los de Triana.
Ya estoy deseando volver

Cuando mi amiga Carmelu nos sugirió ir a cenar al Puratasca, nadie de los que estábamos allí sabíamos a qué bar se refería. Nos aventuramos a encontrarlo en el entramado de calles de Triana, y tras preguntar a uno y a otro, dimos con la calle y dimos con la tasca. La segunda vez logramos llegar directamente, y la tercera, y la cuarta,…No tiene pérdida, una vez que se llega por primera vez, claro.
Salimos encantados con la carta. Todos queríamos probar de todo lo que se pedía cada uno. Si a la calidad de las tapas le sumas unos precios más que asequibles y el trato del personal, siempre atentos a si nos faltaba una cerveza, el resultado es una «tasca» convertida en punto habitual de nuestros tapeos por Sevilla.

Mezcla entre el típico bar de barrio y los nuevos locales modernos de tapas innovadoras que se llevan ahora. Tipo gastrobar. La decoración es setentera y aunque está bastante escondido merece la pena una visita. Las tapas son muy creativas y los postres están exquisitos.