Nevada

Fíjense que mi abuela compraba aquí para mi abuelo los filetes de ternera de Ávila, porque el hombre no tendría otro capricho. Pero ya es tiempo atrás y Nevada sigue al pie del cañón. Y no me extrañaría nada que tenga nuevos clientes, pero también los hijos de los que fueron sus clientes.
Es el caso de mi madre. La mia mamma no compra en el supermercado de abajo de mi casa ni la carne ni la verdura. La carne os aseguro que la compra aquí –yo suelo ir con ella– y también aseguro que es un puñetero manjar (lo siento por los vegetarianos e intento no comer animales pequeños, pero lo de la costumbre madres e hijas está estrechamente ligada a mi madre).
Mi madre como mi abuela tiene buen ojo para la carne (ya no sé hasta qué punto éstas cosas son natas o aprendidas) y desde luego no le gusta comprar en otro lado. Sobre todo para Navidad y fiestas del estilo.

Es innegable que para entrar en esta tienda hay que echarse la mano al bolsillo.
No sé si llegará algún momento en el que compre sin mirar el precio, pero de momento lo miro pero bien.
Esta carnicería, sinceramente, es de estos sitos en los que te da igual gastarte lo que sea. Por que eso sí, cuando voy es porque me quiero pegar un homenaje.
La carne, ¿que carne! Especialmente la de cerdo (esta preferencia no sé si viene influida por mi procedencia extremeña, o por que realmente merece más la pena compra cerdo que ternera…). Solomillo, presa, pluma, secreto,…¡de todo vamos! y de una calidad francamente buena.
Si queréis comprar una torta del Casar aquí son más baratas (comparado con el Corte Inglés, y mucha de las pequeñas tiendas del centro que las tienen).
Hace poco me iba a Berlín a ver a una amiga y quería llevarle embutidos envasados al vacío y me pasé por aquí. Además de comprar los típicos paquetitos de jamón, lomo, salchichón y chorizo (todo ibérico), venden unos montaditos de pringá también al vacío. ¡¡¡No sabéis la cara de mi amiga al ver que le había llevado montaditos de pringá!!! No se lo podía creer.
El salmorejo que venden está muy bueno.
Los platos precocinados tienen muy buena pinta, pero no he tenido ocasión de probarlos. Tienen además un microondas para que los compres y te los calientes allí mismo.
Venden además una gran variedad de legumbres (nada que ver con las que venden en los super).
El carnicero es muy simpático.

Esto sí que es una carnicería y lo demás son tonterías. Aviso; el precio no es ni el de los supermercados ni el de los puestos de carne en el mercado. Son mucho más caros, pero es que sólo la fachada de la tienda consigue comprarme.
El que sea caro no es por gusto. La mayoría de los cocineros de nombre, y sin nombre, de Sevilla compran en esta carnicería, así que digo yo que será por algo, ¿no? Sólo hay que ver el color que tienen los solomillos, la carne de estofado de toro, los chuletones de buey…¡ay qué hambre!
Puntazo a favor de la Carnicería Nevada: los platos preparados. Comidas de toda la vida, de las que hacen las abuelas, recién hechas. Vamos, que si te apetecen unas buenas albóndigas y no tienes ni tiempo ni ganas de cocinar, te pasas por Nevada y compras un buen plato. También hay espinacas con garbanzos, chicharrones, caldos, carne adobada… Y si lo que quieres es tormarte un postre después de las deliciosas albóndigas, compra una leche frita o natillas o tarta de queso…
A la tienda no le falta de nada. Vamos, que si quieres comprar algo para picar para la cena, llévate un queso, una botella de vina y unas cuantas regañás…
¡Pero qué placer es el comer!