Great spot around the corner from Sagrado Corazon Hospital. Nice, attentive service. Great decoration — themed to bullfighting. Try the fried Calamari as an appetizer with amazing homemade Tartar sauce on the side. For a main dish I recommend Secreto Ibérico — succulent pork strips cooked to perfection.
María C.
Classificação do local: 3 Santiponce, Sevilla
Ayer operaron a mi padre en la Clínica Sagrado Corazón. Nada grave y todo salió muy bien, pero la tarde fue eterna entre las paredes de ese hospital. Hicimos un descanso a eso de las 21h para ir a tomar una tapa y bajé con mis tíos a un bar que está a la vuelta de la esquina, el Casa Paco. Llegas y te encuentras con un velador de sillas de mimbre y mesas de mármol y hierro forjado, propio para tomar unas caipiriñas, pero entras y el mundo cambia por completo: dos cabezas de toro gigantes presiden la pared, un traje de torero en una vitrina con su maniquí incluido, canastos de mimbre llenos de especias, jamones colgando, una pequeña bodega a la vista… nada que ver con la idea que me hice al ver la puerta. Pedí calabacín con queso de cabra, jamón y huevo de codorniz. Estaba muy bueno, la verdad… pero desde luego es la tapa más minúscula que me han servido nunca. El huevito de codorniz era lo más grande que se veía en el plato, imagina… Me quedé con hambre, claro. 2,50 € el bocado. La camarera un encanto, además cecea y me hacía mucha gracia las expresiones que usaba.
Macarena H.
Classificação do local: 5 Sevilla
Aunque al pasar por la galería de sillas de la calle que ponen cuando hace bueno y ves los platos servidos en las mesas ajenas te entran ganas de sentarte a comer, os voy a dar un consejo: No habléis con el toro. La comida exquisita, sí. Es verdad. Hay una ensalada de escarola que te ponen con salsita de pimentón y ajito frito que quita el «sentío», pero, repito: Ni se os ocurra hablar con el toro. –Vaya las horas –me dice el animal. Bueno, el animal… La cabeza y el cuello. –Sí, hijo, sí. Aquí vengo a tomarme unas tostaditas. Es que Rosa se ha caído, ahora está en urgencias, un desastre. Y, claro, como nos pillaba al lado del hospital, pues nos hemos pasado para recargar fuerzas. –Tienes el Rimmel corrido. Y la ropa te huele a tabaco. Es que tienes peores pintas que yo, que estoy muerto– analiza, no sin razón. Sin embargo, por decirlo finamente, me sienta fatal. Son las nueve y media de la mañana, de un sábado, y tenemos que esperar a que Rosa salga de urgencias. No tengo ganas de entablar conversación con un toro decapitado. –Bueno, voy a comer… -¿Jamón? ¿De cerdo? Dios bendito… Los cerdos tienen grasa, la carne de ternera es mejor –Sí, hijo, sí –respondo, cansadísima de la conversación. Lo que pasa que soy una buena persona y a mí un animal muerto en una pared me da mucha pena. Para una conversación que tiene el pobre, no lo voy tampoco a mandar a la mierda. Que eso es Kharma, que luego se te devuelve. –El toro de enfrente, ése, el marrón, es un estúpido. El otro día le dije que si quería jugar conmigo al dominó y se negó. El muy imbécil, poniendo la excusa de que no tiene manos. Joder, estamos muertos. Puestos a poner una excusa, que sea una buena… –insiste él. Echo un vistazo al otro toro, que ya me cae mucho mejor que éste. Pero no es mi toro, claro. A mí me ha tocado el pesado. Igualito que me pasa en las discotecas. –Mira yo voy a comer –advierto, mirando la tostada de jamón y aceite que me había puesto el camarero. El jamón grasiento, cortado muy finito… Mmmmmmmm –Pero puedes hablar mientras conmigo. -¡No, no puedo! –grito, enfadada –Maca –nos interrumpe María-. ¿Estás bien? Llevas cinco minutos hablando sola… -¿Qué hablas? Si hablo con el toro –lo señalo, para enfatizar… –Mira que te lo dije, ningún tío te ofrece un cubata gratuitamente. Y menos, si el cubata no lo prepara delante de ti y es obvio que ya lo tenía preparado, esperando a la primera tonta para divertirse un rato… -¿Qué quieres decir? –hago un barrido a todo el local, sorprendida– ¿Y cuándo ha cambiado la decoración de este sitio? Ahora hasta el toro es rosa… –Nada, Maca, nada. Sigue masticando la tostada de jamón Y yo sonrío para adentro y asiento dándole la razón como a los tontos. Tostada de jamón dice, está claro que se ha vuelto loca. A saber lo que ha bebido por ahí. ¿Quién puede confundir una tostada de jamón con un filete de ternera rosa? Esta María…
Antonio Miguel G.
Classificação do local: 4 Dos Hermanas, Sevilla
No sé cuántos bares que se llaman Casa Paco habrá en Sevilla. hay muchos, muchísimos. Cada uno de su padre y de su madre. Del que voy a hablar hoy, puedo afirmar con rotundidad, que pone las mejores tostadas de toda la zona de Bami. Esta mañana he tenido que ir al hospital(en serio, piso ese sito mucho más de lo que me gustaría). Cuando pasas mucho tiempo en el hospital, te cansas de los sitios de siempre, y te apetece probar cosas nuevas. Esta mañana nos hemos adentrado un poco más en la calle Bami y hemos entrado en un bar de los que tiene uno de esos nombre que te hacen recordad el bar de debajo de tu casa. Y Dios sabe que ha sido una buena elección. A pesar de lo recargado de la decoración. Se han columpiado un poco con las fotos de toreros y la cabeza de toro. Con las ruedas de carro que flanquean las puertas del local y los barriles del interior. Con el alicatado del interior, que te recuerdan los de un salón de celebraciones. Pero lo recargado del ambiente se te olvida en cuanto ves una tostada enorme, con mantequilla y jamón york, en un pan de pueblo enorme. Un punto más a su favor es que no te dan la mantequilla en la tarrina de pástico, sino en botecitos de barro pequeñitos, con lo que te puedes servir a tu gusto, con la tranquilidad de que nadie más ha sobado la mantequilla, y no te vas a encontrar miguitas de pan. No tengo ni idea de cómo será comer en ese ambiente tan flameco, ni cómo será la comida, ni si tiran bien o mal la cerveza. Lo que sí sé es que para desayunar, es el mejor de los bares que he probado en la zona de Bami.