Serrano

Horrible, no es que yo sea una persona que no me gusten los bares, pero sinceramente hacer unos chocos fritos en condiciones no creo que sea muy difícil. Pedimos además unos montaditos (hemos comido cinco) y el pan por ejemplo me recordaba al del comedor del colegio. Han tardado muchísimo en servirnos hasta las bebidas. Malísima experiencia y empiezo a notar dolores de barriga. Deseadme suerte.

Precios que no son elevados y cantidades en las tapas que satisfacen, eso es lo que yo destaco de este bar situado cerca del hospital Virgen del Rocío.
Su terraza es grande, y en días que estén buenos es todo un lujo comer fuera, de no ser así dentro tampoco se está mal, no es un bar ruidoso y su interior es acogedor.
Ofrecen un menú del día por 8 euros, cosa que está de arte, ya que te incluyen la bebida y el pan en él, pero si no lo queremos así, por 2’50 ponen unas tapas muy bien servidas y con un par de ellas podemos estar más que satisfechos.
Las espinacas están riquísimas y suelen ser tapa del día, con un puntito que le dan de picante muy rico, el solomillo al whisky también es destacable al igual que todo lo que tiene en su carta porque este bar tiene una cocina sencilla, casera y de categoría. Es un sitio además idóneo par grupos por lo amplio de su terraza.

Yo, que iba con un experto en bares, quise comer allí. «Este no está lleno» dijo él «por algo será». Pero a mí cuando se me mete algo entre ceja y ceja es imposible que nadie me baje del burro. Quería comer en Serrano.
Menú 8 euros. Lo que ocurría era que yo no quería menú. Yo quería probar tapitas y hartarme hasta reventar. Eso quería, sí. Así que, en principio, pedimos, para mí, una tapa de salmorejo y una carne con tomate y, para él, salmorejo, una tapa de espinacas y solomillos al whisky.
Todo exquisitísimo. Pero, por encima de cualquier cosa, el salmorejo. Algo fuerte de sal, pero eso rojísimo, que se nota que usan buenos tomates, vaya. Con su guarnición de taquitos de jamón y huevo duro. Nos gustó tanto, que repetimos. Y, claro, él engulló el salmorejo junto con sus palabras.

Si hay algo que abunda en la zona de Bami (en realidad en toda Sevilla, pero la zona de Bami es algo tremendo) son los bares. De todo tipo: para desayunar, para comer, para tomar café… Uno en los que más paro es el Serrano.
Para desayunar, el Serrano es un plan B. No por nada, sino porque está pegado a otro bar que pone un chocolate con churros que quita el sentido. Si se es más de tostadas, es mejor internarse un poco en la calle Bami, que hay un par de sitios la mar de interesantes.
Sin embargo, a la hora de comer, o de cenar, o si simplemente lo que apetece es tomarse una tapa el Serrano es muy recomendable, a pesar de la cantidad ingente de personas que agolpan allí, tanto en el interior como en la terraza. Esa acumulación de gente hace que a veces sea desesperante esperar a que te atiendan. A mediodía sobre todo, por la tarde-​noche se hace más llevadero.
Una vez que nos atienden, es obligatorio probar lo montaditos para acompañar la cerveza. Especialmente el de melva… qué cosa más rica. Además que son grandes de tamaño, no nos vamos a quedar con hambre.