Las Rehoyas

«Primo hermano» de Las Palmas, pues tengo entendido que lo llevan los mismos (de hecho, estando en Las Palmas te sirven tapas de Las Rehoyas si las pides y, estando en Las Rehoyas, te ponen las míticas costillas de Las Palmas).
Las comparaciones son odiosas; si bien es cierto que, tratándose de «lo mismo», pueden incluso ser constructivas.
La atención en Las Rehoyas es notoriamente mejor. El local no es tan «puro» pero es nuevo y mucho más moderno (no es difícil).
Tienen mesas altas y bajas en el interior y únicamente dos meas en la terraza, no sé si porque no les dejan o porque no sacan más licencia.
La comida… buenísima y barata. Por 10 € sales de allí harto de probar tapitas, pues su precio ronda los 2 – 2,50 €.
Muy recomendable. Seguiré viniendo.

Las Rehoyas es un bar de tapas situado en la Avenida San Franciso Javier y que nace de Las Palmas, el típico bar pequeñito del que esperas poco y recibes una maravilla. Tanto en Las Rehoyas, como en Las Palmas, debes probar las costillitas, con un aliño exquisito. Otras tapas imperdonables son el lagartito ibérico, los spaghettis negros o las croquetas de cabrales. Para terminar, la tarta de galleta y chocolate de la abuela.
El lugar es cómodo aunque algo caluroso. La atención muy buena.

Situado en San Francisco Javier muy cerca del conocido barrio de Nervión, las Rehoyas emerge como la renovación de la tapa en todas sus variantes. Comida sabrosa, que incluye una mezcla de culturas apetecible a la hora de probar siempre algo distinto.
Los precios de la tapa suben la media de 2,50 € y el servicio es atento y encantador siempre que el bar no excedan los comensales y los camareros y el cocinero dejen su falta de coordinación al descubierto.
De día es un bar para gente de negocios y de noche acoge todo tipo de público siempre selecto, quizás por la zona en la que se encuentra.
El vino es excepcional.
Volveremos pero un día entre semana, que es cuando la atención es personalizada y no da la sensación de rancho.

De las Rehoyas hay que destacar las ofertillas que ofrecen. Por ejemplo, solomillo al cabrales con una botella de Rioja por 10 euros. Yo no entiendo mucho de vinos, pero me pareció un poco «cagaillo», pero nos pusimos finos.
La oferta de quesos variados con botella de Rioja o Ribera o blanco por 12 euros. Está bien servido, quiero decir que no te ponen 3 triángulos de cada uno y dan más 3 tipos de quesos. Me faltó alguno de Zamora… pero bueno…
Y está lo que yo creo que es lo que mejor de precio está, la hamburguesa de buey por 4 euros.

Las Rehoyas se trata uno de los tantos bares que se presentan en este nuevo formato impuesto en estos días que es el de «cocina creativa» y tradicional, todo en uno. Increíble pero cierto, todo bar que abre o cambia de manos o se repiensa, se presenta a la gente bajo este concepto, que tan bien saben llenar algunos con buena cocina de calidad, y tan vacío dejan otros con tapas que ni son creativas ni tradicionales. Las Rehoyas, digamos que se queda a la mitad, sin alcanzar las cotas de calidad ofertada por algunas gastrotabernas, pero sin llegar a caer en la ausencia de creación y tradición. Las tapas están buenas y el lugar es agradable, especialmente cómodo si se va en grupo, al menos fue la versión que yo conocí, cena en grupo, y ya se sabe que no siempre se cabe y que no siempre lo que ponen cuando se va en grupo sabe tan bien como cuando se va en petit comité. Si me quedo con algo es con la tarta de galletas y chocolate, pues sí, me encantó y repetiría con mucho gusto.