Las Palmas

Existe la creencia de que si en un sitio de comidas hay mucha gente eso es señal inequívoca de que se come bien. Siento ser yo quien os recuerde que también puede ser señal inequívoca de que mucha gente se ha equivocado de sitio.
Pasaba por allí y, atraído por los cantos de sirena de sus mesitas al sol, decidí pararme con la intención de comer de tapas pero a la segunda, una de croquetas de ¿algo?, he tenido que rendirme, pedir la cuenta y huir porque, como bien sabéis: Soldado que huye, vale para dos guerras.
Apuntadlo: Uno de esos lugares a los que no ir (a menos que pienses que los noventa y tantos montaditos o similares son una apuesta segura).

Reseña de lunes post día de la exaltación del amor, no se me ocurre mejor sitio que Las Palmas.
Bar de referencia en Nervion que, si bien no destaca por su presencia, ha conseguido hacerse un hueco por su excelente género, y servicio, además de una terraza donde disfrutar del Dios Sol que tanto abunda en Sevilla.
Tienen fama sus costillas, pollo frito, provolone, enchilada y aliños varios a un precio inmejorable.
Aunque hay muchos bares por la zona y es frecuente que este el aforo completo, mi botellin helado de Cruzcampo y tApita de zanahoria aliña agazapa en la barra, no me la quita nadie!!.
Totalmente recomendable para extranjeros y para cualquier persona que no conozca este santuario del costillar y el pollo frito.

A mi no me gusto mucho el sitio la verdad, no entiendo porqué siempre está lleno, me pareció muy sucio, si, es el típico bar sevillano de tapas corrientes en donde si te sientas a la barra corres el riesgo de quedarte pegado en la mugre que en ella habita, le pides al camarero que si por favor seria tan amable de pasar aunque sea una bayeta por la zona en cuestión en la que puedes vislumbrar los cercos de los vasos de cerveza del primer cliente que la apoyo allí años a… Y este con muy mala cara decide hacerlo, pero cuando lo ves aparecer con la bayeta en la mano te das cuenta que has cometido un error y que mas vale malo conocido que bueno por conocer, ya que la bayeta está aún más mugrienta que la propia barra, ennegrecida toda ella y apestando a cerveza y cosas peores… La verdad es que ni siquiera recuerdo que tomé o si las tapas eran buenas, el aspecto del sitio me dejó totalmente en shock!

Como vecino, llevo años viniendo a Las Palmas y a su «hermano gemelo» Las Rehoyas. Sin duda, es uno de los bares de la zona que tras años y años sigue gustando a todo el mundo.
A uno le da igual que las mesas sean como sean, que la calle esté como esté, que tarde más en quedarse una mesa libre, que te atienda uno u otro,… con tal de tomarse una tapa de costillitas! Sin duda, de las mejores que he probado. Cada tapa con su buena parte de romero y su cantidad de sal al límite de saturación de la costilla, pero exquisitas.
Además, la atención es muy buena y la terraza es de lo mejor en verano.
Éste es uno de los sitios en los que comes por 8 € y dices «Jo…, que mucha gente vaya al McDonalds porque dice que con 7 – 8 € no puede comer en ningún lado…».
Pues animo a todos vosotros a que probéis aquí todas y cada una de las (baratas) tapas que tienen:
Lagartitos.
Pollo frito.
Costillas.
Queso frito.
Papas con mojo.
Zanahoria aliñá.
Y en Las Rehoyas (que es de ellos también…) tienen muchas más cosas que, si las pides, te las traen a Las Palmas:
Provolone.
Enchilada.
Presa ibérica.
En fin, infinidad de tapas muy buenas y nada caras.
Seguiré viniendo, como llevo haciendo mucho tiempo, a devorar una tapita de costillas con una Cruzcampo helada cuando asoma abril por Sevilla.

Parada obligatoria los viernes despúes del trabajo, cervecita fría y bien tirada y una tapa de costillitas.
Esto son los puqueños lujos de nuestra ciudad, en primavera yomar el som en sus mesas que tiene fuera, eso si tienes suerte de encontrar una libre porque suele estar lleno.
Llevan con la misma carta desde que tengo uso de razón gastronómica, pero para que cambiar algo que funciona tan bien.
Dentro suele hacer calor, pero es lo que es, una tasca de nervión.
Las tapas son abundantes y el surtido amplio. Casi todo lo tienen en exposición asi que lo puedes ver antes de pedirlo, y como está siempre lleno, la rotación del género es alta, así que todo lo que se pide es fresco, no les da tiempo a que se ponga nada malo.
Totalmente recomendable!!!

Cuando buscaba un sitio para tapear por la zona, éste era mi primer objetivo. Una carta original y muy rica, el único inconveniente era encontrar sitio porque dentro es pequeñito y fuera caben pocas mesas… Aunque siempre queda el recurso de la barra en la ventana, jeje.
Ahora ha aumentado la competencia y ya hay bastantes bares a su alrededor pero para mi gusto, sigue siendo un referente.

Oye, ¡que me he enamorado!
Sin grandes lujos. Sabiendo qué te comes (algo muy de agradecer visto las cartas de gastrobares de platos imposibles). Con un servicio profesional… el de toda la vida…
Las Palmas es ese bar de barrio que no necesita más red social que una buena materia prima, un rápido y eficaz servicio y un pedazo de esquina soleada que hace las delicias de cualquier sevillano en enero.
Te recomiendo que:
1. Llegues pronto. Siempre y repito SIEMPRE está lleno. Nos fuimos a las cinco menos cuarto de la tarde, con todas las mesas llenas y aún marchando la cocina.
2. No te pierdas las costillitas, las huevas de choco, los champiñones y el lagarto frito.
3. Pide, calla y disfruta!
Hala!!! A comer!!! :P

Interesante bar de tapas. Lo conocí por Unilocal,esperando para entrar en el cine en Nervión Plaza, está realmente cerca, y no ha defraudado. Tiene las mejores costillas al horno que he comido en mucho tiempo. El pollo frito tampoco está nada mal. Me ha sorprendido gratamente la velocidad con la que te sirven la comida. La cerveza está muy fría y es de agradecer en las calurosas noches de verano sevillanas.

El martes a medio día quedé con mi hermana para tapear en este sitio. Al llegar, sobre las dos y media, nos quedamos «planchaos». No sólo no había ni una mesa libre, sino que además no había casi manera humana de acercarte a la ventana o entrar para pedir una cervecita.
Después de un ratillo buscando hueco nos pedimos unas cervecitas y empezamos con la misión imposible de buscar mesa. A mí este rollo me causa mucho estrés y prefiero quedarme de pie antes de tener que estar jugando a «mariconelúltimo». Me pone enfermo.
Mi mujer y mi hermana, que son unas marujas de ‘cuidao’ fueron las encargadas de llevar a cabo la misión. Al cabo de un rato de estar observando las mesas para prever cuál de ellas se quedaría libre antes, una señora hizo un leve gesto de meter la mano en el bolso.
En milésimas de segundo mis chicas se colocaron estratégicamente en los alrededores y le lanzaron una estupenda sonrisa a la señora, ante lo cual la mujer no tuvo más remedio que decir, «Nosotras nos vamos ya. Si os queréis sentar…»
Hacía un solecito ‘descándalo’ y se estaba de maravilla. Nos pedimos unas cervecitas y para picar unas tapas de pollo frito (creemos firmemente que en Las Palmas es mejor pedir por tapas), unas de costillitas, unas de papas con mojo, unos pinchitos de pollo, y alguna otra más que no recuerdo. Todo riquísimo y muy barato.
Nos llamó la atención un par de parejas que estaban tapeando sobre el capó de un coche. Pensamos que el coche sería suyo, pero alucinamos, doblemente, cuando se fueron paseando y sólo un par de minutos después otros clientes volvieron a ocupar el coche-​mesa, sin ningún tipo de reparo… Moraleja: si vas al bar «Las Palmas», no aparques el coche en la puerta” ;-)
Lo más original: los coches-​mesa
Lo peor: el estrés ‘buscamesa’
Lo mejor: el pollo frito (vaaaaaaaaale, y las costillitas)
Valores añadidos: buena terracita y sol… gratis

A Las Palmas habría que llamarlo de usted. Sí, con ese respeto. Cada vez que lo menciono, se me llena la boca. No importa que no tenga una decoración mega-​super-​archi currada ni un espacio interior impresionante. Si siempre está lleno, por algo será, ¿no?
Es tradición, es cultura hecha comida. Andalucía y Canarias en una cocina. Muy buenas tapas, muy buen trato con el cliente y rapidez en el servicio. Prueben los boquerones en vinagre, el salpicón de marisco y las albondigas. Son, sin lugar a dudas, mis preferidos.
Exquisito. Si tienen hambre, no lo duden por muy cerca y baratas que estén las hamburguesas.
Regresarán.

Yo diría que este lugar es uno de los mejores bares de tapas de la zona de Nervión y fiel reflejo de algo que me llamó mucho la atención la primera vez que visité Sevilla, que la gente vive en la calle.
A simple vista, el local en cuestión no destaca por nada en especial, ni es muy amplio ni tiene una decoración exquisita, ni tampoco cuenta con demasiadas mesas para sentarte fuera. No obstante, si echas una ojeada a su carta de tapas (¡y las pruebas!) descubrirás un auténtico paraíso gastronómico. Aunque ojo, muchas de sus especialidades no son muy amigas del colesterol, como las deliciosas costillas que se exhiben en su vitrina o el cochifrito.
A un buen número de variadas recetas, como diferentes aliños, habas con jamón, papas bravas o al mojo, hay que añadir otra generosa lista de ricos montaditos que te sirven con pan crujiente.
Además, a diferencia de otros negocios, y a pesar de las limitadas dimensiones del Bar Las Palmas, hay un buen número de camareros y son bastante rápidos, algo que se agradece cuando el hambre apremia.
Y si vas por la mañana, también puedes desayunar en este local, aunque abrígate si es invierno y decides hacerlo fuera, porque te arriesgas a coger un catarro.

A primera vista no llama mucho la atención y hasta podría resultar un sitio incómodo para estar por su reducido tamaño y sus mesas atravesadas en la acera, pero así suelen ser algunas joyas gastronómicas de la ciudad. Para descubrirlas sólo hay que probarlas y, en este sentido, este pequeño bar de cocina canaria y andaluza tiene mucho que ofrecer.
En primer lugar, las costillitas merecen un merecido reconocimiento. Yo diría que el plato estrella, hechas al horno y adobadas con especias. Destacan también las zanahorias aliñadas, las papas con mojo, los guisos, el pollo frito y el queso.
El ambiente del bar es sencillo y familiar, y se ha convertido en un punto de encuentro de amigos y vecinos. Las tapas son bastante económicas, por lo que no es de extrañar que diariamente se vea mucha gente de pie ante su puerta.
Un consejo: Llega un poco antes de las horas punta (14:00 a 16:00) si quieres conseguir una mesa y ten paciencia para aparcar, porque no es fácil en esta zona.