La Rebotica

La Rebotica bar que nació en los años 80. Donde después de ir a la plaza de Burgos a tomar algunas cervezas, nos íbamos la Rebotica a por los chupitos y a ponernos hasta el culo. Lo que me gustaba era el decorado de las pareces que era cómics.

La Rebotica lleva años siendo uno de los pequeños bares de referencia en la Alfalfa, sobre todo como un buen pub para comenzar las noches de invierno (porque cuando empieza a apretar el calor… ¡allí no hay quien esté!). Se trata de un local pequeño que está en la calle Pérez Galdós, y que se llena cada viernes y sábado hasta los mismísimos topes.
Una de las cosas que me gustaban de La Rebotica cuando la solía frecuentar (ahora es más raro que pase por allí) era el curioso «empapelado» de las paredes: todas estaban repletas de cómics. También molaba el poder tomarte tu cervecita en la puerta al fresco, porque la calle solía tener muchísimo ambiente (algo que supongo que no agradaría tanto a los pobres vecinos que quisieran descansar…). El caso es que este bar siempre ha sido uno de los que más ha triunfado en la Alfalfa, supongo que sobre todo por sus precios baratos. Bueno, y probablemente también porque sirven unos mojitos tamaño «maceta» con los que más de uno ha empezado y terminado la noche al mismo tiempo…
Por supuesto, aparte de cervezas y mojitos tienes también diferentes licores y, además, un largo listado de chupitos para probar, algunos de ellos con nombres tan originales como «Orgasmo» o «Cerebrito».
El ambiente de La Rebotica es sobre todo de adolescentes y universitarios, a los que se suman muchos estudiantes extranjeros (Erasmus, americanos…). Supongo que por eso ha sido siempre también un buen sitio para practicar inglés ;)

Precios imbatibles. Hora feliz hasta las 24 con cócteles, chupitos, y cervezas por apenas nada de dinero… Litros y medio litros de cerveza, cócteles, tinto de verano, y etc., por menos de 8 €… El sitio es pequeño pero con el buen tiempo que casi siempre hace por Sevilla no hace falta mucho espacio dentro; pide tu bebida y ¡à la calle! Una parada obligatoria en la ruta de juerga de Sevilla.
Única queja: la decoración de cómics de animé pornográficos para nosotros era… Vamos, una distracción. No es exactamente lo que pondría yo en mi bar… pero es algo diferente.

Parecemos viejunos comentando con el ¿tú te acuerdas? Pues sí, La Rebotica es igual a chupitos y apretujamiento, que dependiendo de la situación, pues tampoco está mal.
Es que pasan los años y la zona ha cambiado. Aquella calle era un hervidero y ahora parece una princess. Seguro que el vecindario agradece el cambio. Yo me alegro de haberlo vivido, porque era pasar toda la noche allí y no aburrirse.
Mi experiencia en La Rebotica es divertida, porque los chupitos lo son. Y cuando hay ganas de chupito hay ganas de reir. Y el día en el que estoy pensando había ganas y mucha necesidad de reir, carcajadas ¡por favor!
A mí, no me preguntéis por qué, pero asocio esta calle a la de Farmacia de Guardiaaaa

La Rebotica es un clásico de las salidas nocturnas universitarias de primero de carrera. Está en plena Alfalfa, una zona poblada de bares y de erasmus. Fue de los primeros sitios en coger la moda de poner macetas de cerveza pero lo suyo son los chupitos. Hay de todas las clases e incluso sin alcohol para los más sosos. Ideal para comenzar la noche. Si quieres sentarte y tener un rato de charla agradable este no es tu sitio. El local es muy pequeño por lo que aconsejo pedir y salir a la calle. Ahí te encontrarás con centenares de erasmus por lo que es un lugar ideal para practicar idiomas (o sea para ligar, vamos).

Hablar de La Rebotica es hablar de mis primeros pinitos en la noche sevillana. Aquellos años en los que la zona de La Alfalfa era un hervidero de noctámbulos, ávidos de juerga. Una de las noches más surrealistas de mi vida empezó allí, con sus correspondientes macetas de cerveza y la compañía de tres de mis mejores amigos. No sé muy bien cómo pasó, pero bien entrada la noche decidimos coger el coche (el conductor no bebió, que nadie se altere) y plantarnos en la playa de Matalascañas.
Luego pasó el tiempo, y se prohibió beber en la calle. El tradicional bullicio de la zona se fue viniendo abajo, hasta el punto de que se ha convertido en una zona con menos tránsito, y por lo tanto menos diversión.
La Rebotica se mantiene de forma estoica, a pesar del bajón que ha pegado la zona. Sigue teniendo su clientela, su trato cercano con los que se acercan a la barra. Pero los problemas de espacio, pesan. Y mucho.
Evidentemente, se trata de un buen sitio si se va de paso por allí. Pero no es el sitio de antaño, en el que te podías pasar la noche, hasta el momento en que se decidía cualquier plan descabellado.

An interesting little bar. We only stayed here for a little bit but were sure to go to the bathrooms to check out the comic book porn on the wall. A very interesting choice in décor.