La Gintonería

Cuentan las lenguas antiguas que el fin del reinado del ‘gin-​tonic’ está próximo. Que poco a poco veremos el resurgir del vodka como la bebida reina. Los que sigan las modas, tendrán que aprovechar para seguir tomando ginebras con tónica el tiempo que les quede. Los que no, podremos seguir visitando locales tan buenos como este.
Desgraciadamente, los ‘gin-​tonics’ se están convirtiendo más en muestras de jardinería que en bebidas. Sinceramente, odio que se me metan en la boca ingredientes minúsculos que enmascaren el sabor de la ginebra. No obstante, en sitios como La Gintonería, tratan la bebida como se merece. Hay que respetar el producto al 100%, lo dicen los cocineros y con toda la razón. En el alcohol es igual.
La Gintonería es un pequeñisimo local. Tiene algunas mesas fuera a modo de velador para las noches y atardeceres más calurosos, aunque bueno, las vistas no son muy atractivas. Su interior tiene poco espacio. Rápidamente te das cuenta de que allí se bebe ginebra. Botellas de varias marcas, diseños exclusivos y tónicas que posiblemente no hayas visto en tu vida. Es normal que esté lleno, dadas las pocas mesas existentes. Pero bueno, siempre puedes buscarte un hueco en la barra.
La experiencia difiere mucho según quién te atienda. Si está el dueño, vas a disfrutar mucho. Es un auténtico experto y seguro que te asesora según tus gustos y preferencias. Creo que es lo que se espera de un local especializado en una bebida, ¿no?
De precios la copa está entre 7 y 10 euros aproximadamente. Asequible si se tiene en cuenta que el garrafón está prohibido y que hay marcas premium cuyo valor está fuera de mercado.
En definitiva, un buen lugar para apreciar el sabor de un buen ‘gin-​tonic’. Sin tonterías, claro.

No volveré !!

Estuve allí con unos amigos para tomar una copa tranquilamente y estuvo genial. Para empezar tuvimos suerte y nos pudimos sentar uniendo 2 mesas, digo que suerte, porque al rato empezó a llegar gente y a colocarse en la barra (todos nos miraban para ver si nos marchábamos pronto, jajaja). Aunque había bastante gente el volumen de ruido era el justo para poder mantener una conversación tranquilamente.

Vaya por delante que no soy amante de la ginebra, lo he intentado varias veces pero no puedo con su sabor, así soy yo :)
Estuve en este local no hace mucho tiempo. Vinieron unos amigos de Madrid a visitar la ciudad y estaban ansiosos por tomarse un gin-​tonic (gintonic? Gin tonic?). Como se suponía que yo era la anfitriona me dejaron a mí la faena de buscar un lugar donde los prepararan buenos, bonitos y baratos, y claro, dejar esa tarea a una persona que ni fu ni fa la ginebra pues… agarré mi app de Unilocal y me dejé llevar por lo obvio: gin-​tonic? Pues a La Gintonería ¿no? xD
El local no es muy grande pero tiene algunas mesas fuera en las que se está bastante bien por la noche. Obviamente la niña bonita allí es la ginebra en todas sus formas, pero también disponen de otras bebidas alcohólicas típicas: ron, whisky, vodka, cerveza… Mis amigos pidieron gin-​tonics premium (hay cada botella que es una obra de arte!) y a juzgar por sus caras debían estar bastante buenos. Siempre me ha hecho mucha gracia todo el ritual de preparación que existe en torno a este cóctel, más bien lo veo como demasiada tontería para tan poca cosa, pero para gusto los colores!
El rango de precios es lo normal en este tipo de locales, entre los 7 – 9 € creo recordar y la atención por parte de los camareros fue bastante buena. Eso sí, la chica que nos atendió parecía que aún no había memorizado la carta de ginebras, mis amigos le pidieron que recomendara alguna marca y no supo hacerlo.
En fin, que para los amantes de esta mezcla pues debe ser un sitio imprescindible en sus rutas, pero para mí es una coctelería que no creo que vaya a pisar con asiduidad.

#LunesDeReseña
El nombre «La Gintonería» me parecía un poco prepotente, pero al entrar y probar sus preparados descubrí que era el nombre más adecuado. Una carta más que completa de diferentes combinaciones de ginebras, tónicas y «añadiduras», aparte de combinados con otro tipo de bebidas y la opción siempre de elegir un gintonic simple, pero preparado con esmero y precisión para que las cantidades sean las correctas de una buena combinación.
En esta primera visita (que espero que no sea la última), fuimos un grupo bastante numeroso, y el responsable del local se preocupó de que estuviéramos lo más cómodos posible, dentro de las limitaciones del local. Fue muy amable y tuvo algún detallito de agradecimiento por haberle llenado el local durante una tarde de domingo.
La decoración es muy agradable, con cuadros que te llevan a los años 20 y música jazz-​blues a un volumen perfecto para disfrutarla y a la vez poder charlar tranquilamente con tus acompañantes. ¡Gran descubrimiento!

Comenzamos con este #LunesDeReseña con un garito donde vende «moda»… perdón Gin&Tonics sobre todo (copmo su nombre bien indica), así como otro tipo de bebidas espirituosas y cafés.
Tiene una buena variedad de Ginebra, sin llegar a ser algo excepcional, encuentras las más famosas Gins Premiums, aunque para mi gusto le faltaban algunas esenciales.
Correctos en su preparación, incluyendo la máquina que termina de enfriar tanto los hielos como la copa, haciendo un ruido estremecedor y un humo que llama la atención.
El barman muy simpático y cercano, ofreciéndote diferentes opciones posibles para degustar tu copa en buena sintonía.
En cuanto a cervezas, tiene Alambra de barril, CarlsBerg en botellín y una más que no recuerdo. El precio de la Alambra de barril en una copa a 2 €.
En cuanto al local, es un local pequeño, con un par de mesas nada más entrar a la derecha, y una barra en forma de «L», donde para mi gusto es más cómoda y amplia, o bien en las mesitas altas que se encuentran en el exterior del local.
En definitiva, Es un sitio agradable para una post-​comida, aunque algo más caro que en otros establecimiento parecidos (aunque por poco, es cuestión de ²⁄₃ € por copa aproximadamente)

#LunesDeReseña en @YelpSevilla :)
La Gintonería, que sorprendentemente no estaba dada de alta en nuestra web, ha sido el descubrimiento de la semana. Tras meses, o años, pasando por la puerta y pensando en probarlo algún día, finalmente ayer se dieron las circunstancias y un nutrido grupo de Unilocalers, unos 16 aproximadamente, acabamos aquí tras un evento de hamburguesas y un paseo infructuoso por el centro buscando un local abierto donde meternos un domingo por la tarde a tomar copas, café y quizá algún dulce.
La elección no pudo ser más acertada, pues está en una localización envidiable y el camarero se portó estupendamente con nosotros, que éramos muchos y le llenamos el local que apenas tenía un par de parejas allí tomando algo. Entre cafeles y gintonics, el camarero nos dejó amablemente traer pasteles de un obrador cercano para consumir allí mismo, lo que ya hizo que se ganara una crítica positiva.
El local es pequeño, con algunas mesas en el interior y el exterior, con una barra larga que ladea el estrecho local ambientado en una nube de otros tiempos, como si entrásemos en un capítulo de Mad Men o en un club de jazz del West Village neoyorkino. La decoración con cuadros de soul y blues, retratos de ilustres como Miles Davis y una excepcional música de fondo hacen que los gintonis, a partir de 5 euros, merezcan más que la pena.
Sin duda volveré pronto, porque me pilla cerca, porque tengo ganas de conocer más en detalle la carta y lo que ofrece y, además, porque me parece un sitio magnífico para tardes de lluvia y charlas con tu pareja y/​o amigos, en un ambiente relajado, íntimo y, afortunadamente, fuera de lo clásico sevillano o modernito wannabe tan radicalizado últimamente :)

Parece mentira que un lugar donde preparan unos gintonics de escándalo, no estuviera aún en Unilocal.
Hace ya cuatro años que Miguel, el propietario, regenta este pub. Eso sí, al principio bajo el nombre de Aborigen.
Se trata de un pequeño local con cuatro mesas dentro y dos en terraza, con alargada barra, donde poder degustar cafés normales, elaborados con esencias y como no, haciendo mención a su nombre, unos buenos combinados de ginebra. Es aquí donde hacer especial mención, ya que tiene muchas referencias: clásicas marcas como Rives y Larios (5 €), a premiums como Rives Special ó 1880, de 12 años, BullDog, Gin Mare y la más cara, G Vine (ascendentes de 7 hasta 12 € creo recordar) La calidad en la elaboración, se paga. Copas de balón enfriadas con máquina de dióxido de carbono, tapón medidor y complementos (fresas, lima, manzana, uva, pimientas, enebro…)
Fuimos un grupo amplio de Unilocal y todo fueron facilidades, desde permitirnos traer unos pasteles, ocupar todas las mesas gracias a unos señores que se levantaron para cedernos la totalidad del saloncito.
Un café bien tirado y después cayeron ginebras diversas (Ophir, Rives Special y Seagram).
Muy recomendable para ir en pareja o pequeños grupos, tomarte la copa y conversar con música de fondo muy agradable, en clave de jazz, soul y blues.