Kakure

¡Cuánto ha cambiado este sitio desde que fui en 2015! Y no para bien…
Ya no tienen bufé por 11,95 € en la cinta, sino que ahora tienen un sistema en el que los platos rojos cuestan 1,80 € y los negros, 2,50 €. Lo que más me llamaba la atención de este sitio era precisamente el bufé, así que estoy decepcionada.
Me pedí un plato de yakisoba udon (foto) que estaba muy rico, pero por ese precio me esperaba más cantidad. También comí un par de platos negros de la cinta (los platos rojos que había eran de aguacate y pepino). También estaban buenos.
Las bebidas estaban entre el 1,50 y los 2 €. En total fuimos siete amigos y nos salió la comida por casi 90 €, aunque como teníamos un descuento del 10%, se quedó en 80,60 €.
Al parecer tienen menú entre semana por menos de 15 euros. Quizás vaya a probar eso algún día, pero de momento me quedo con otras opciones de sushi en Sevilla que tienen mejor relación calidad/​cantidad/​precio.

Cuando se habló de hacer un evento comunidad para venir a un local que tiene una cinta transportadora de sushi fui de las primeras personas en decir «¡me apunto!» porque en fin, una cinta transportadora de comida japonesa, quién podía decir que no.
Fuimos a este local para almorzar y aunque tuvimos que esperar para sentarnos alrededor de la cinta, atractivo principal del local, no fue un tiempo excesivo. El mecanismo es muy sencillo: al mediodía entre semana, por 11,90 € (más bebida aparte) puedes coger durante 40 minutos todos los platos que van acercándose a ti gracias a la cinta, que incluyen rollitos, fideos, arroz con curry y sobre todo variedad de sushi (makis y nigiris principalmente).
Aunque 40 minutos puedan parecer pocos no lo son, da tiempo suficiente para comer y llenarte, sobre todo porque la comida no para de pasar y la variedad siempre aumenta.
Probé distintos california rolls y nigiris, muy ricos y de los que se nota que están recién hechos. En general la comida me gustó bastante, por su calidad y variedad, aunque eché de menos algunos platos.
Además de La Cinta (en mayúsculas porque me parece todo un acierto y digna de ellas) tienen carta y menús que no he probado y de los que no puedo hablar, pero es probable que vuelva, lo haga y actualice la reseña. Hasta entonces, en Kakure se puede tomar sushi de forma distinta, original y deliciosa, así que tanto si eres un asiduo a este plato o es tu primera vez, te lo recomiendo.

Desde hace bastante tiempo he tenido la curiosidad de visitar Kakure, todas las veces que he pasado por su puerta y siempre me he quedado con las ganas. Hoy he pasado por delante y me pregunté ¿Y por qué no? ¡Adelante! Así hice y estoy bastante contento por haberlo hecho.
Kakure es un lugar moderno, bien situado y con una organización bastante clara y bien pensada, los clientes lo agradecerán. Fuera del establecimiento tienen mesas altas y también mesas para estar sentado. En cambio dentro, está dividido en dos zonas: mesas para comer por carta y mesas que rodean la cinta transportadora de «amor» (platos de sushi, verduras, maki, etc) pero también se puede pedir cosas de la carta.
Disponen de menú diario (de lunes a jueves), siendo buena opción para comer bien y con diversas opciones (3 platos y bebida). También disponen de «come lo que quieras» en la cinta transportadora durante 40 minutos (persona y día, sin bebida) y puede ser la opción perfecta para probar de todo. Una buena idea para saber qué te gusta y probar el plato grande de la carta. Por supuesto dispone de platos a la carta, muy variado y completo, tanto a los que le gusta el sushi como a los que están más interesados en otra comida japonesa.
El precio del menú diario es de 14,50 € (3 platos y 1 bebida) y los «40 minutos de la cinta transportadora» por 11,50 € pero no dispone de bebida en el precio.
El trato es bastante amable, te aconsejan platos y te explican las opciones que tienen disponibles, en ese sentido no te quedarás con dudas. Las mesas son cómodas y están a una distancia correcta con respecto a las demás. Me han parecido curiosas las sillas que tienen, pueden parecer incomodas pero cuando te sientas descubres que no es así.
La calidad de la comida (y los ingredientes) es bastante alto. El sushi que pude probar (del menú), me encantó y lo disfruté, el pescado era correcto y la cantidad como el corte estaba de 10. Lo único que no me agradó pero tampoco me disgustó (o será que estoy acostumbrado) es el tipo de arroz, en vez del grano redondo era grano largo. No estaba malo pero es más propenso a romperse cuando lo mojas en soja.
Bastante contento por entrar y descubrir un nuevo lugar para comer sushi en Sevilla. Recomendable venir con amigos pero también es una buena opción para celebrar «cualquier cosa» con tu pareja.

Dos veces he ido ya a Kakure en un intervalo corto de tiempo. Debo reconocer que es muy buen restaurante japonés y vale la pena «inspeccionarlo» :)
No me he sentado en la zona de la cinta, las dos veces he ido a la zona de restaurante para cenar a la carta. En ambos casos opté por la Tempura que está especialmente buena, también tienen un pollo marinado y rebozado que vale la pena probar si te apetece algo nuevo que no sea tempura.
En cuanto al sushi, los California Rolls son de los mejores que he probado nunca y también me dejé caer con una bandeja de sushi y sashimi variado que valió bastante la pena.

Restaurante de ambiente muy agradable, decoración atrayente y cocina japonesa de calidad. El trato del personal fue muy amable y cercano. Poder elegir entre la tradicional carta y la oferta de platos en transito por una cinta transportadora (no he tenido la suerte de visitar Japón, pero me cuentan que es muy típico allí) resulta toda una novedad. El precio es un tanto elevado, pero a cambio no pudimos poner pega alguna a los platos que disfrutamos.

Por fin un restaurante japonés en Sevilla que, realmente, merece la pena. Desde el primer momento ves que no es un sitio normal que se han apuntado a la «moda» del sushi (que ahora sabe hacer todo el mundo), sino que es un lugar donde prestan atención a los detalles y cuidan por encima de todo la calidad de la materia con la que trabajan.
Lo primero que llama la atención es la cinta transportadora de «tapas» de sushi, donde en función del color del plato podrás optar por las de 2,50 ó 1,80 euros, si no recuerdo mal. La decoración también es bonita y llamativa, sin caer en los tópicos ni en los excesos que hacen que otros parezcan un restaurante chino.
Sin embargo, y pese a lo «molón» de la cinta, lo interesante es sentarse en una de las mesas normales y poder pedir a la carta. Es interesante saber que también tienen platos fuera de carta, pregunta por ellos porque pude probar un pez mantequilla en tempura que estaba delicioso.
Aun así, lo mejor del sitio es el sashimi. Directamente. Los makis y demás están buenos, pero donde se disfruta el sabor y la calidad de los atunes, salmones o lo que te pidas es degustando directamente el filete de pescado en tu lengua, con un toque de wasabi y bien empapado en soja.
No he tomado un sashimi mejor en toda Sevilla y, probablemente, cuando vuelva iré directamente a por él porque, al menos para mí, es lo mejor que tienen en toda la carta.

Sí, señor. Por fin tuve la oportunidad de probar este japonés moderno, con cinta transportadora de sushi, y la experiencia fue más que gratificante.
Seguí los consejos de unos amigos y, en lugar de sentarnos juntos a la cinta, nos sentamos en la mesa para comer de la carta. Al principio, algo desorientados, optamos por el surtido clásico de sushi (sashimi, nigiri y makis). Además, tenían platos fuera de carta. ¡Menudo acierto ese pez mantequilla en tempura!
Pero lo mejor de aquel día fue descubrir el sabor de un verdadero sashimi fresco (tras pasar la congelación que exigen los controles de calidad). La explosión de sabor del sashimi en la boca nos hizo pedirnos otro surtido, pero exclusivamente de sashimi.
En otros japoneses (o aspirantes a serlo, como suele ocurrir en Sevilla) el sashimi es mi pieza menos preferida, sin embargo, aquí no pude parar de degustarlo la primera vez que fui…
Como ocurre con este tipo de restaurantes, el precio no es asequible para cualquier bolsillo, pero la experiencia merece la pena. Volveré cuando tenga algo que celebrar, sobre todo, a principio de mes.
Y volví, pero me enamoró un poquito menos… Esperemos que a la tercera salga mi opinión definitiva.

Un restaurante japonés, vale. Pero con una peculiaridad: es un suhi bar. Es decir, que aquí tienen barra de sushi, esa cinta transportadora en torno a la que se colocan los comensales y de la que se recogen los platos que apetezcan, recién salidos de la cocina. Una novedad en la comida asiática sevillana.
Los valientes que se han atrevido con esto son Fernando y Abel, que tras una temporada en Asia han decidido implantar el sushi bar en Sevilla. Esto viene a ser una suerte de tapeo japonés, pues cada plato que se recoge de la cinta tiene un precio de 2’5 €. Además, el restaurante cuenta con una zona más clásica donde se puede pedir a la carta. Dicen primar la calidad por encima de todo (y es verdad, pocas veces he probado un sushi tan bueno), pero es verdad que eso afecta al precio, y este es más elevado que en otros japoneses. Ahora bien, también se está pagando la decoración, muy por encima de la media, y la variedad tanto en sushi como en otros platos más tipo wok y en los vinos.
He estado este fin de semana cenando allí, en la parte de sushi bar (a quien no le apetezca encaramarse a la barra que no se alarme, tienen unas mesitas de dos justo a su lado –eso sí, este sistema no es el mejor para grupos-​). Estaba realmente bueno, pero los platos nos resultaron algo escasos. Pagamos alrededor de 10 € por persona, pero la verdad es que al salir teníamos aún algo de hambre. Si solucionan esto último será sin duda mi japonés de referencia.