Una peluquería/barbería que parece sacada de los años 40⁄50 en una película del padrino. Ponen música clásica, jazz u oldies. Los dueños(padre e hijo) visten un impoluto traje y pajarita. Asientos y artilugios antiguos. Es una auténtica gozada mas allá del corte de pelo y que en algunas veces al año disfruto yendo allí. –Lo mejor: La ambientación intencionada o no que te deja llevar la mente a épocas pasadas. –Lo peor: Que busques un corte moderno, tintes o algo mas allá de la espuma y navaja.
Paco P.
Classificação do local: 4 Sevilla
Una vez en mi vida tenía que probar que era eso de afeitarse en un barbería, como salía en el principio de los«intocables de Elliot Ness». Con una toalla caliente en la cara que después me pondrían al hombro antes de extenderme la espuma con una brocha como a los señores. Pues hice realidad este absurdo sueño en esta barbería. Nunca me afeito, pero no quería morirme sin hacerlo alguna vez en la vida, y como no se sabe en que momento puede llegar la pálida dama ha hacerte una visita, pues lo hice cuanto antes y fuera, ya está hecho, una cosa menos. La verdad es que la experiencia fue más parecida a «No desearás a la vecina del 5º» que a los«Intocables». No hay comparación, creo que la próxima vez tengo que buscarme un entorno mas cinematográfico, un local con mas señorío. De todas formas fue barato, es muy barato afeitarse, y el afeitado dura de la hostia. Más que el que te haces tu en casa fijo. Además me perfiló las patillas y el bigote(que son intocables), me dejó que parecía el Gitanito Antón recién llegado a la boda de Farruquito, porque ya que estaba, le pedí que me arreglara un poco la cabellera, muy gitana, por cierto. Como todo peluquero que se precie, me cortó más de lo deseado y también me recomendó que me echara una cera, la cual me echó mientras me preguntaba si quería que me la echara, según él:“muy suavita, muy suavita… que casi no se nota”. Su p… m. dr!!!, que no quiero na ni na! Con que pintas salí de allí dios, yo que no me peino ni recién levantado. Dios, que vergüenza andar por la calle. Yo voluntariamente me he hecho cosas peores, pero ha sido mi voluntad joder. Asi que nada, con toda la pinta de patriarca me fui pa mi casa. Le experiencia me sirvió para andarme con ojo cada vez que quiera cumplir un sueño.