El Emigrante

El sábado pasado fui a descubrir este bar, curioseando en Unilocal me encontré con el comentario de María y me picó la curiosidad. El barrio de la Macarena y la zona de El Cerezo se han ido convirtiendo en el barrio de inmigrantes de la ciudad y contrario a lo que muchos piensan, es una ventaja para la ciudad en lugar de un foco de peligro (fomentado sobretodo por el miedo a lo desconocido).
Así que me pillé la bici, pude el mapa en el móvil y me lancé a El Emigrante. Un bar pequeñito pero en el que se respira un buen ambiente, se ve que los clientes son parroquianos habituales y las charlas son bastante amenas. Tuve que contar varias veces el por qué estaba yo en Sevilla, cuanto tiempo llevaba en la ciudad y esas cosas, que es mas o menos la carta de presentación de la mayoría de la clientela.
Me tomé tres cervecitas y prometí volver, esta vez acompañado. Tengo varios amigos por la zona y creo que les gustará.

No se puede ser más acertado al bautizar el bar con este nombre: El Emigrante.
Entre las callecitas del barrio de la Macarena te encuentras este bar donde ponen unas tostadas de muerte. En su barra puedes ver a muchos africanos, sudamericanos, chinos… es un pequeño mapamundi de razas en apenas 40 metros cuadrados.
El rey de la barra es un señor bajito canoso muy simpático que hace unos cafés muy ricos, tiene cara de estar enfadado siempre, pero es sólo una expresión congénita que tiene, porque luego tiene unos golpes muy buenos y te tienes que reír.
Para tomar unas tapas a medio día está muy bien, ensaladilla y cervecita para eso de la una de la tarde que ya el desayuno está a la altura de tus tobillos y el día es muy largo, faltan muchas horas y hay que estar alimentado y feliz.
Si no tienes pasta para hacer turismo seguro que esta barra te puede solucionar muchas dudas. Pásate, haz amigos y pregunta. Siempre es interesante escuchar a gente que tiene o ha tenido vida muy distinta a la tuya, el humano es la mejor enciclopedia.