Arroz Blanco

Un restaurante de comida peruana escondido en pleno barrio de la Macarena que debes probar.
Tanto la cocinera como el camarero fueron un encanto, amables, prestados siempre a explicar cualquier duda que tuviésemos y que dieron buenos consejos.
A pesar de que no tenían varias cosas que había escritas en carteles (y que por norma general, les hubiera hecho perder puntos), disfruté enormemente de la comida en Arroz Blanco, y por ello le pongo las cinco estrellas.
Probamos un anticucho, que estaba delicioso, súper sabroso, un ceviche mixto, con pescado y marisco, al que le faltó algún ingrediente pero, para ser mi primera experiencia con el ceviche, estaba muy bueno, un taku taku espectacular, que era una carne salteada con verduras y salsa de soja con arroz, increíble, pensé que no me iba a gustar mucho y estaba delicioso y crujiente. Probamos también unas yuquitas fritas con salsa de aceitunas y de postre una especie de flan (no recuerdo el nombre) pero más denso. Todo buenísimo.
De precio fuimos tres y salió a unos 30 euros en total.
A todos los que no lo habéis probado, ID!!!

En primer lugar, pido disculpas por no haber hecho escrito esto antes. No puedo copiar el formato de reseña de Fran G., aunque reconozco que es el modelo perfecto para esta ocasión.
Se merece cinco estrellas por múltiples motivos, el primero y fundamental por el trabajazo de organizar un evento. Muchas gracias Paco R. y José G. En serio, me consta el esfuerzo que implica organizar cualquier cosa. Salió todo perfecto. Además, si Josephine J. dice que Arroz Blanco es digno de esta puntuación, no seré yo quien le lleve la contraria.
Admito me sorprendió muchísimo encontrarme esta perla en una ubicación tan escondida. Para mí es el mejor peruano de la ciudad, y con mucha diferencia. Además, te sirven platos andinos auténticos.
El local es muy chiquitín y sin ningún tipo de pretensión, algún elemento decorativo y poco más. De hecho, si pasas por su lado no te darías cuenta de que es un restaurante.
En cuanto a la comida, fue tremenda, todo muy sabroso y en una cantidad imposible. Comenzamos con un rollos de patata con aji y ensaladilla de pollo, el aji estaba muy sabroso. Seguimos con un ceviche, reconozco que estaba para rabiar. Después vino el plato que más me impactó, los anticuchos, pinchitos de corazón de vaca sazonados, tenéis que probarlos, merece la pena. A continuación vino un arroz asiático, la verdad es que fue la propuesta menos llamativa, parecía un arroz tres delicias, ojo, estaba muy rico, pero no me supuso nada nuevo. Para terminar, vino un tacu tacu, el arroz hecho al wok me enamoró. Estaba todo tan rico que hubo un momento en que tuve que separar la silla de la mesa para no seguir comiendo, lo sé, soy un tragón irremediable.
Para finalizar, el hecho de que una verdadera chef te explicase la historia, productos y elaboración de cada receta no tiene precio. Como escribe Fran G. volveré, vaya que si volveré.
En definitiva, fue un evento magnífico, tanto por la comida, como por la compañía y la conversación. Es una gran suerte pertenecer a esta comunidad y poder disfrutar de grandes momentos como este.
Buon Appetito.

5 estrellas por cómo dice mi querido Augusto, por la responsabilidad de organizar el evento, que esta vez tenía detrás a Paco y José G.
5 estrellas por la pasión con la que la cocinera nos transmitió las delicias que pudimos ayer degustar y el amor que le pone a sus creaciones.
5 estrellas por la calidad que pudimos probar ayer en este rincón de Perú, aquí en Sevilla.
Pero vamos al turrón, Arroz Blanco es un pequeño restaurante situado cerca del Hospital Macarena. Este barrio ha sido donde los inmigrantes se ha ido asentando a su llegada a la ciudad, de ahí su multiculturalidad.
Allí nos fuimos a la llamada de MiPaco para hacer un 3×1 (#mibarriomola, evento sin pastor y #vueltaalmundo). Se había concertado un menú con raciones para compartir, que a la larga, fue un éxito.
De la comida, podría decirte amigo lector, que fueras y te dejaras aconsejar, que hacía tiempo que no me transmitían esa pasión por la comida como hizo esta señora ayer, pero para darte una idea, no dejes de probar el ceviche (el mejor que he probado sin duda), que te relamas con el Tacu Tacu y alucines con el Anticucho.
No te cuento más, ve y compruébalo por ti mismo.
De nuevo, que no se me olvide felicitar a Paco y José por descubrirnos este rincón que volveré en breve a repetir.
¡Y eso es todo amigos!

Gratamente sorprendida. Aquí la comida sabe a Perú. El dueño te recibe con una sonrisa y te explica la variedad de platos. Sus sugerencias son buenas y sin el. típico afán de vender. Me ha gustado también que al saber que son peruana como él, me ha puesto. unos vídeos del Perú. «Una experiencia completa» Es una pena que esté tan escondido. He tenido que leerlo en Unilocal para saber que existía. Volveremos!

Comida peruana auténtica hecha por una maravillosa cocinera, amante de la cocina de su tierra. El ceviche y el tiradito deliciosos, anticucho macerado en una salsa exquisita, la papa rellena, la papa a la huancaína.Y el plato estelar, el pollo a la brasa macerado en cerveza negra con especias. Comida para llevar. Solo una advertencia, muchas veces no dan abasto en la cocina, debido a que los peruanos van principalmente a tomar el pollo asado y no les da lugar a tener el resto de platos. Para eso lo mejor es llamar y reservar planteándoles en ese momento el menú, así te lo tendrán todo listo.
Estupendo precio.
NOTA: los lunes y los miércoles por la tarde-​noche no abren.