El Cotorro

Lo que mas me llama la atención de esta panadería es su nombre, se llama Manuel, y tras el mostrador jamás hay un hombre. Misterios de la pequeña empresa, en fin. El caso es que no puedo superar la tentación de entrar siempre que paso camino a casa y me falta pan, picos o regañá.
Es una panadería que suministra producto del horno semi industrial la Parra. La oferta es variada y de enorme calidad, la panificadora de Valencina está especializada en los modelos sevillanos en tanto a formas de pan se refiere, de tan variopinto nombre. A los noveles les costará diferenciar entre una telera, una viena, un mollete, una gallega o un bollo, y esto es generalizando mucho. Se forman colas tremendas antes de la hora de comer, yo siempre que paso pillo uno de los diversos panes y un litro helado.
Me gusta la algarabía que se forma los días de diario a media mañana, la cola a esta hora es de estudiantes de los coles cercanos que van con su uniforme a devorar el bocata que la panadería Manuel suministra para saciar el hambre adolescente, y no tan adolescente porque yo también me los compro a veces, por nostalgia de los recreos.