Carmela

Carmela is a great find located in the older area of Sevilla. We had an early dinner on the patio. Tortilla with potato and onion was served warm. It was moist and delicious. I added a little Tabasco hot sauce to make it perfect. We had Greek salad, chicken curry, meat and cheese plate, couscous salad, mini hamburger, and potato with dipping sauce. The curry dipping sauce was very good. All items were very tasty and filling. Wait staff was attentive and the price was surprisingly reasonable. Ten Tapas, two bottles of water and three glasses of wine totaled 47 Euro including tip.

Notre hôte à Séville, nous a recommandé plusieurs adresses de bars à Tapas dont celle-​ci. La nuit tombe peu à peu et nous marchons dans les rues chaudes et tranquilles de Séville pour rejoindre le restaurant. Nous nous installons, l’endroit est agréable (plus le soir qu’en journée) et passons nos premières commandes: poulet au curry avec riz, brochette tomates mozzarella, petits hamburgers, salade de couscous: le poulet et les petits hamburgers (rien à voir avec les hamburgers auxquels vous pensez) sont vraiment bons. C’est aussi le cas pour la brochette et la salade de couscous qui est bien assaisonnée mais ce sont des tapas moins originaux.
Le premier contact étant prometteur, nous passons une nouvelle commande: une nouvelle fois le poulet curry, du boeuf servi dans une petite marmite avec de la sauce tomate, une crêpe fourrée au chèvre chaud et recouverte de myrtille et du jambon ibérique et encore une crêpe chèvre myrtilles parce que c’est excellent !! Chaque tapa est délicieux ! Et cette fois nous sommes pleinement rassasiés ! L’accueil est simple, les serveurs sont agréables (bon il y en a un qui né décoche pas un sourire mais s’il n’a pas envie d’être content au moins il n’est pas désagréable avec le client et puis ça né nous empêche pas de vivre norre moment à nous !) Le service est bon. A cela, s’ajoute le fait que nous nous en sortons avec une note de 34 Eur à trois, sachant que nous avons aussi commandé 3 bières et 2 bouteilles d’eau. Pas mal non?

Excellent tapas with friendly service and a jug of sangria that can’t be beat. And just a stone’s throw from the royal Palace and the cathedral.

Really good food! (We ate tapas). Delicious! Especially the dessert tasted super!!!
There was one middle-​aged woman servicing us, but she was a bit unhappy, maybe tired of her work or smth. Who knows. Otherwise the place was really hippy! We enjoyed a lot, lot, lot !!

Los mejores desayunos de Sevilla en su terraza, eso sí, un ataúd es más espacioso que su váter y ellas son bordes de cuidado.

El Carmela tiene una carta súper variada de la que recomendaríà la milhoja de calabacín con queso de cabra, entre otras cosas, porque lo cierto es que tiene mucho donde elegir. No te pierdas su sangría, está bien cobrada, pero está bien hecha: la mejor que he probado en la zona de Santa Cruz, la fruta y la canela no le faltan.

El Carmela es una de tantos bares hechos por y para los guiris que pasean Santa Maríà la Blanca para arriba, Santa Maríà la Blanca para abajo. No tiene la fuerza de la autenticidad de otros bares de la zona, los menos a día de hoy, y tiene los precios para turista despistao que paga más el lugar donde se ubica la terraza del bar que la esencia del bar mismo. Una perfil de establecimiento que tiene su público, los turistas, y del que no soy parte.
La terraza está en una plaza privilegiada, sol de mañana, sol de tarde, donde los niños pueden expandirse para la tranquilidad de los padres. La situación es lo único reseñable. Las tapas y la calidad de la comida no es mala para nada, pero a mi entender no aportan gran cosa a la escena gastronómica de la ciudad, no más al menos que el resto de bares de la zona.
En fin, que si hablamos del Carmela, es como hablar de un bar sin chicha ni limoná.

La plaza de Santa Maríà la Blanca es uno de los espacios urbanos más agradables de Sevilla. Esto es lo que salva a este bar, que por lo demás no pasa de uno más entre tantos que copan el entorno y el cercano barrio de Santa Cruz.
Sentarse en su terraza es recomendable, aunque sea para tomar una cerveza, café o copa (según la hora), e imbuirse del ambiente, mitad sevillano, mitad turístico, de este paraje de la Puerta de la Carne. Las tapas, en muchos casos originales, no están malas, pero tampoco son como para tirar cohetes, teniendo en cuenta que las cobran muy bien cobradas.
No colabora el hecho de que son lentos hasta desesperar al más paciente. Es el típico sitio donde se nota a leguas que te está sirviendo un chico estudiante que todo lo que tiene de simpático lo tiene de inexperto y que, además, el pobre está solo para atender todas las mesas.

Me despierto, me visto y me dirijo a Santa María La Blanca. Una plaza amplia, con vida, que transmite energía… con mucho encanto, zona de paso para los turistas.
Llego al quiosco de la plaza, compro el periódico y me siento en una mesita del Carmela a disfrutar del solecito mientras me entero de qué está pasando en el mundo. Mi situación es tan plácida que ni siquiera me altero con esas noticias que harían saltar a cualquiera del sofá de su casa un domingo cualquiera.
En mi caso es distinto, esta es mi rutina dominical, en la que el café sabe a gloria no tanto por su sabor sino por el contexto que lo rodea.
Los camareros cambian constantemente, generalmente son guiris que están temporalmente en Sevilla, muchos algo despistados y aturdidos a la hora de comer, que es cuando no quedan mesas libres. En realidad podríamos decir que siempre están llenas: desayunos, aperitivos, comidas, meriendas, cenas…
Definitivamente, aconsejo el café matinal y de sobremesa, incluso el mojito vespertino muchas veces de oferta a 3,50 €. Son fáciles de servir y largos de disfrutar.