Llama la atención desde lejos. Uno no espera ver resquicios de diseño e imagen de marca en ningún local del Polígono Hytasa. Ni aunque esté en su esquina, en su cara más visible, justo al lado ya del vasto Centro Deportivo donde medio barrio(mejor, media ciudad) sacia sus ansias deportivas. Pero sí, ahí está, luciendo palmito medio moderno y atrayendo así a personal, que es de lo que se trata. Lo cierto es que conocí este sitio hoy mismo, desayunando, y me ha llamado mucho la atención por su propuesta. Están abiertos, todos los días, de manera ininterrumpida, desde las 7 hasta la 1 de la madrugada. ¿Qué consiguen así? Convertirse en una referencia que se te vendrá pronto a la cabeza cuando sean horas intempestivas y no sepas qué hacer. Aquí podrás venir porque tienen dos turnos de personal(joven) que lo mantiene vivo. No es la hora la única arma con la que saben luchar. Si miras la carta, te darás cuenta por dónde voy. Al fin alguien se percata e que estamos en crisis y de que un menú de 12 euros no es barato por mucho que se haga llamar«menú». Aquí, por 7,5 € nos sirven un primero, un segundo, bebida, pan y postre. La batalla por los precios la siguen dando con el tablón que tienen puesto fuera anunciando botellines a 0,60 céntimos. No he leído la letra pequeña y me huelo que será a ciertas horas del día solo. Pero oye, conmigo el reclamo ha funcionado igualmente sea así o no. El desayuno, que es de lo único que puedo hablar, está bastante bueno. El pan es apetitoso y los zumos de naranja no están aguados ni vienen en un vaso de chupito, como parecen haber tomado por costumbre en otros lugares de Sevilla. Sólo hay un elemento discordante del que pensé que me iba a poder librar por aquello de que la decoración tiene pretensiones de ser algo más que una simple tasca clásica de barrio sevillana. El Cristo. Como siempre, hay una Cristo colgando de un cuadro. Oigan, de verdad, que no da mala suerte no ponerlo colgado, que garantizo que hay algún negocio que ha sobrevivido sin ellos. Al menos esta vez no hay un cuadro anunciando 6 toros 6 de una corrida de hace 50 años. Poco a poco parece que vamos superando la Sevilla castiza del papelito en el suelo lleno de serrín. Algo más falta para que dejemos de ser más papistas que el Papa.
Ignacio L.
Classificação do local: 4 Dos Hermanas, Sevilla
Se me hizo tarde para volver a comer a casa y tuve que hacerlo por la zona de la Ronda del Tamarguillo. Empecé a buscar sitios curiosos por la zona y vi este sitio. No lo contemplé como lugar para comer, aquello de bar cafetería lo asocié a café y copas. Supongo que por la imagen exterior ya que no tenía pinta de que pusieran comidas para el almuerzo. Finalmente opté por otro sitio donde sentarme y tomar el cuchillo y el tenedor. Después, en ese tramo en el que no se sabe decir si mediodía o tarde volví para tomarme el café necesario para no caer rendido. Allí estaban otros tomándose no sólo ese café sino también tapas acompañadas de una cerveza. Las apariencias engañan y este lugar es una buena señal de ello. El sitio estaba bastante curioso. Muy luminoso y amplio. No sé, es como una mezcla entre un bar español y un rollo un poco americado en la decoración como esos locales que salen en las pelis en los que el prota para a comer en un bar de carretera. El trato en mesa es bastante acogedor. En aquel momento eran cuatro los camarros y no muchos los clientes. Supongo que los días de entre semana no será su fuerte. Su mayor potencial seguro cae sobre el sábado y el domingo.