Vailima

No sé porque este lugar tiene tan pocas estrellas, puede que por donde está ubicado sea un tris costoso pero lo que comí es delicioso!
Primero la atención del lugar muy buena, la mesera asiática súper atenta y nos recomendó unos té ya que no tenía leche sin lactosa, ni soja ni nada así … No pude tomar café.
Fuimos en hora de merendar y estaba lloviendo un poco ñ, entonces nos sentamos adentro. Tiene pocas mesitas al lado de la barra de atención y al fondo un lugar un poco más amplio con otras mesas, todo decorado como un jardín con elementos vintage. El lugar es cómodo y agradable y en verano puedes disfrutar de las mesas en la terraza.
Nos pedimos una tarta de limón y merengue, una tarta de zanahoria, un té frutal y colacao (pedido por mi acompañante). Las tartas súper ricas me gustaron muchísimo que si son más caras de lo normal peor insisto vale la pena.
Volveré a probar más :)

Brunch was good, but I do not recommend the eggs Benedict. Stick to basics (croissants are heaven!) and the tea is delish!
Nice ambiance that was only spoiled by a sudden smell of detergent, I guess they had an accident in the kitchen. Despite the set backs I’ll definitely come back this charming little place!

Loved this cute breakfast/​bakery spot. I had their breakfast special with eggs, lox, toast with café con leche.

One of my favorite things about the Hotel One Shot 04 is that it was close to some really great spots, including this one, a teahouse. I had no idea that the hotel I chose would be on the same block as a great teahouse – and you’d have to know me and my love of tea to know how magical and fortunate that was for me. I see that I only checked in once but I came a total of three times, and I tried several different teas; you’ll notice that they have all kinds of different teas, including – if I remember correctly – flavored teas, but I stuck with high quality greens and Jasmine. It was not inexpensive, but for the kind of tea you were getting it was worth the price. I, personally, don’t like having tea served with the leaves still steeping, it’s pretty common though so I guess that’s just me, but it does make me drink the tea faster so that it doesn’t steep too much, which makes me feel like I can’t sit back and enjoy my tea. Ah well, at least the tea is good. They also have desserts and ice-​cream-​type desserts, but these are just okay, you can get the same thing or better elsewhere.
The décor and feeling of this place is difficult to describe, because it doesn’t have the feel of a café – the closest thing I can think of would be a ‘salon’ like in Mexico, which is like having tea ‘en la sala’ at your great aunt’s house. It has the intimacy of having tea in someone’s home, and so I found myself very relaxed here, apart from having to drink my tea quickly. The service was also good, and I found everyone here to be friendly, which is always much appreciated. I would highly recommend this place to anyone who wants a really good cup of tea after so much coffee.

La verdad es que hemos ido dos veces a este sitio. La segunda fuimos porque la primera experiencia fue buena, claro.
Primero lo bueno: Fuimos por el menú de brunch. No es muy extenso, pero suficiente. Todo bastante rico. El ambiente era agradable y el sitio es bastante chulo y puesto con muy buen gusto. La repostería no la he probado, pero tiene una pinta estupenda. Y la selección de tés es muy amplia y buena.
Ahora lo no tan bueno: La primera vez que fuimos (y esta es la experiencia buena) la mitad de los comensales pidieron los huevos escalfados. TODOS, tuvieron al menos un huevo que más que escalfado estaba cocido. Para mí eso no fue lo malo. Lo malo fue el trato que recibimos la segunda vez. La primera vez íbamos tres parejas, dos de ellas con niños y ningún problema. Así que cuando volvimos con otros amigos que también tenían niños no nos esperábamos que el trato fuera tan malo. La diferencia fue que estaba la que, suongo, es la dueña. Primero nos decía que no había sitio. Pero bueno, nos dejaron sentarnos. Lo malo vino cuando uno de los pequeños se puso a llorar sin parar. A partir de ahí la mujer ya nos empezó a tratar mal. Le pedimos calentar un puré y nos lo devolvió de muy malas maneras. Después, cuando pedí más comida para mi hija que se acababa de despertar, me dijeron que lo que pedía era del menú de brunch y que la hora ya había pasado. Pedí pues un croasan, a lo que la camarera no puso pegas. Pero volvió diciendo que no quedaban. Al irnos, me encontré con un pequeño mostrador con unos cuantos. En fin, supongo que nuestros churumbeles rompían un poco el ambiente y querían que nos fuéramos cuanto antes. Pero aún así, no creo que se justifique el trato. Salimos con muy mala sensación de allí, la verdad.
Una pena, porque tenía pensado volver a probar a la hora de merendar, que tiene muy buena pinta. Pero tengo este defecto de que no me gusta que se me maltrate…

Bonito salón de café con un trato muyyy acogedor. Los camareros son todos tailandeses (creo) y muy simpáticos. Fuimos mi novia y yo buscando un café y acabamos tomando un riquísimo té roiboos chai. Su especialidad parece que son el brunch y la larguísima carta de tés y tartas.

Atmosphere. If you come here you know why. It is a nice little tea shop located near retiro park where you can choose from a variety of teas. The basic tea was 3.20 euros making it a bit expensive in my book, but the ambience, decorations, and music made it an enjoyable experience. What really deserves five stars is the hot chocolate, it is unreal.

Tarde de domingo en Madrid, buscábamos un sitio para tomar un café y nos acordamos de este coqueto local.
La decoración es bastante bonita y cuidada y el ambiente en general muy agradable. Hemos tomado un te (de su amplísima carta), una limonada d fresas (demasiado dulce) y una tarta de chocolate. Un poco caro, pero en la media de la zona. Menos abarrotado que algún otro de la plaza.

Qué dolor me producen las expectativas no cumplidas. Hace unas semanas pasé por delante de este sitio en una agradable tarde de domingo y, al ver su terraza hasta los topes, pensé que seríà la repera merendar aquí un día; aprovechando que íbamos a visitar (infructuosamente) el Museo Arqueológico Nacional y estando nuestra primera opción hasta los topes, me acordé de aquella visión que tuve, que resultó no ser profética. Una y no más.
Por dentro el sitio es más o menos agradable, decorado en blancos, negros y verdes claros; por otra parte, las personas que atienden son correctas sin más, pero tampoco puede pedirse otra cosa. El problema son los productos; pedimos un café con leche, un roiboos chai (tenía un nombre en francés que no recuerdo), un cupcake de chocolate y otro de vainilla. El café con leche no lo probé, pero no parecía ser muy allá; el roiboos estaba bueno, salvando el hecho de que no sabía para nada a chai sino a algún tipo de flor; pero lo de los cupcakes fue insultante: son magdalenas de las que se ven en cualquier supermercado por 1 € la bolsa completa, pintadas por encima con un frosting del de mezclar polvos con agua y decoradas con figuritas de azúcar de las que has cogido de la estantería contigua al resto de productos. En definitiva, todo completamente industrial, de una calidad cercana a la del plástico, y con unas ganancias percentuales exageradísimas. De hecho fue tanta nuestra indignación por lo que pagamos por semejantes productos que nuestro siguiente paso fue irnos a nuestra bollería-​pastelería preferida del momento, donde pagamos varios euros menos por algo bastante mejor.
Lo peor fue que a la salida nos fuimos fijando en el resto de cosas que sirven y parecía evidente que ninguna era casera o hecha siquiera con algo de mimo, salvo que los trabajadores de las cadenas de repostería de estilo fordista estén mimosos ese día. Una experiencia bastante mala, lo suficiente como para no repetir y decirle a la gente que no vaya salvo que sea una urgencia.