Vaya con el Travelling, lo descubrimos por casualidad porque la entrada no llama mucho la atención, me sorprendió, para bien, me gustó mucho la música, el ambiente, la decoración com ola de los bares grunges de Malasaña. Había bastante gente bailando y pasándolo bien. Ponen rock, sin mayor pretensiones, grupos modernos y antiguos, mezclando entre unos y otros. Las copas nos costaron 7 €, un precio mas o menos normal, teniendo en cuenta que abre hasta las 3.30. Creo que volveré a echarme unas«air guitar».
Paz R.
Classificação do local: 4 Madrid
No había entrado nunca. Ni lo conocía, pero va ser uno de esos sitios a los que sé que voy a volver. El Travelling es para bailar música rock. ¡Muy buena, buenísima la música! En serio, ¿por qué no lo conocía? El local no es muy grande, lo que invita a que acabes conociendo a todo el mundo. No hay que pagar entrada y está abierto hasta las 3.30 horas. Esto haría pensar que la copa te cuesta un riñón y, no, el precio es normal. Por una copa, pagas 7 euros y no es garrafón o, al menos, a mí, hoy no me duele la cabeza. Pues eso, está genial ubicado, ponen buena música, cierra tarde, los precios no son abusivos, el ambiente es majete, no hay que pagar entrada… ¡Decidido! Es una buena opción para que no decaiga la noche y una gran alternativa al Candela.
Lolo R.
Classificação do local: 3 Madrid
Como a Juan, me pasaba un poco que nunca había asomado la cabeza a este garito, no sé si porque no me interesaba, o porque nunca nadie jamás me habló de él. Pero el otro día salí con mis amigos por Lavapiés y alguien dijo que si íbamos al Travelling. Yo no había estado en mi vida, así que no me opuse. Me sorprendió muy gratamente cuando entré: estaba lleno hasta la bandera, animadísimo. El ambiente era lavapiesero-modernete, aunque sin perder la esencia Lavapiés. Y la decoración era un poco como si alguien hubiera cogido el Tupperware, lo hubiese pasado por una lavadora de rock y lo hubiese instalado en Lavapiés. Lo único que no me gustó es que las copas me parecieron un tanto caras para la zona y el tipo de bar. No tenían Seagrams, y a diferencia entre un «nacional» y un «premium» es tan poca que merece un poco la pena tirar por el premium, la verdad. Creo que me cobraron 8 € por un Beefeater, que me pareció un poco dislate. QUÉESPERARDELAMÚSICA: Bastante rock, y pocas concesiones al pop. Pero divertida. Eso sí, hay poco espacio para bailar, así que no esperes hacer mucho headbanging.
Juan D.
Classificação do local: 4 Madrid
No deja de ser gracioso que yo pase por delante de este sitio todas las mañanas y lo vea abierto mientras lo limpian pero que nunca hubiera estado dentro en su horario de funcionamiento; de hecho, teníà la impresión de que era un tugurio de mal vivir en el que solo la peor calaña podía recalar y creo que por eso fui anoche. Qué decepción y qué sorpresa grata a la par cuando descubrí que era como entrar en un garito de la Malasaña que algunos conocimos en nuestra ya extinta juventud, pero sin el dedo de suciedad que solía proteger suelos y baños. De verdad, fue casi como estar en ese lejano barrio que está a media hora andando y volver a entrar en un garito de rock hasta las 6 o similar, pero sin la sensación de insalubridad que tenían aquellos; en este hasta el alcohol es de verdad, o eso me dijeron los que lo tomaron, que yo soy de vida monacal. La única pega que le puedo poner es que cuando entramos se estaba muy bien pero reventó de éxito al rato y no había posibilidad alguna de moverse o de respirar en condiciones, así que tuvimos que hacer mutis por el foro tras la segunda ronda. Si no os gustan los agobios, mi recomendación es ir cuando abren y huir mientras todavía se pueda; si no os importan, entonces parece un buen sitio para echar la noche.
Andrea A.
Classificação do local: 3 Madrid
Lavapiés estoy acostumbrada a frecuentarlo más de tapeo que de otra cosa, basicamente porque es lo que más se puede encontrar, pero dentro de este barrio entregado al cañas&tapas el travelling ofrece buenas copas, buen precio, buena música y buen ambiente. No le doy más estrellas porque el sitio no es muy grande y a partir de cierta hora se pone un pelín agobiante.
Miguel Ángel M.
Classificação do local: 4 Madrid
Buena música, buenas fotos y decentes santateresas con cocacola son la propuesta de este refugio rocanrolero del barrio de Lavapiés. Es uno de los mejores destinos si lo que acabas de hacer es cenar bravamente en cualquiera de los restaurantes con denominación de origen del universal y global enclave madrileño. Ambiente humano variado entre las paredes de una propuesta estética radical. Si vas muchas veces, y lo haces subiendo desde la Plaza, se te pondrán los glúteos duros.
Alberto P.
Classificação do local: 3 Madrid
Junto con el Botas, el bar más rockero de Lavapiés. Su estética está mas cuidada que la del Botas, más canalla. Recuerda a los bares rockeros de las pelis americanas: Fotografías de artistas como Marylin Monroe, matrículas americanas en las paredes. Pero lo que le da el toque es su luz rojiza. Parece que estuvieses en la sala de revelado de un taller de fotografía. Huelga decir que suena buen rock. Así que cámara y… ¡acción!: Entras en la sala, te diriges a la izquierda donde está la barra. Pídete una copa. Mientras te la sirven gírate a la derecha. Saluda con gesto surfero a tus amigos del fondo. La cámara se para. Fin del travelling.