The Monkey

¿El éxito de este local? La ubicación. Y no es que esté en plena zona de marcha sino que alrededor no hay NADA, con lo que se convierte en la única opción que tienes de seguir la marcha si no quieres desplazarte, ya que abre hasta tarde.
Antiguamente era el «Painting the Monkey» hasta que cambió de dueños y con esto de nombre, pero el resto sigue igual: música actual (sin pachangueo), en momentos un poco chunda-​chunda, porteros con cara de pocos amigos y camareras monas.
La entrada 10 euros, no negociables (saben que son la única opción y que la gente lo va a pagar).
Nada más entrar ves el ropero y a la derecha del mismo, los baños. En la otra dirección pasas por delante del DJ, la barra y la zona de baile, que tiene buen tamaño.
Coincido con Paz R., a las copas les falta glamour, con lo que cuestan, se podían esmerar más.

Está abierto hasta tarde!!! Es uno de los motivos por los que fuimos. El local es amplio por lo que no se está nada mal. Eso sí, los baños están al lado de la puerta de entrada. Si te pones al fondo del local, da pereza ir y todo.
Es de los sitios que te cobran por entrar. El precio es de 10 euros con consumición. Y eso es lo que cuestan las copas: 10 euros. Y, por cierto, las sirven en vasos tipo ikea. A mi me gustan más otros para las copas, pero para gustos los colores.
La música es variada. Van tocando todos los palos. Más o menos ponen 3 o 4 canciones de cada estilo. Así qué puedes venirte muy rápido arriba y bajar al instante, pero así aciertan con todo el mundo.
Otra cosa! Es de esos locales en los que hay un/​a fotógrafx dando vueltas para hacerte fotos.

El garito en sí está bastante bien. Es medianillo y no está abarrotado de gente por lo que no te agobias.
La música está bastante bien, rollo indie-​rock bailable.
La edad de media es de 30 a 40 años.
Lo único que me pareció un poco carero.

Si lo que te gusta es pintar la mona al ritmo de buenos grupos, ambiente agradable y gente normal, estás tardando en descubrir el Painting.
Pese a que pueda parecer en mitad de la nada está a tiro piedra de La Puerta de Toledo y unas cañas en la latina que se alargan, encuentran aquí su mejor aliado para acabar viendo amanecer.
The Killers, Muse, pop y alguna españolada se combinan con espectáculos entre semana como monólogos o magia y alguna que otra fiesta privada, q ue te permite agradables sorpresas como ir a por un mojito y encontrarte a Martina Klein.
No hace demasiado que abrieron y en estos años he pasado de estar sola bailando a pagar 12 euros por entrar con una masa ingente, clara señal de que no soy la única a la que le gusta pasar las noches pintando la mona.

Uno de los peores garitos donde he estado en mi vida…
La música no me gusta nada, pero bueno, eso es lo de menos.
Las camareras pasan de todo, tardan media hora en atenderte, se las ve sin ganas.
Y lo peor de todo es que el alcohol es veneno puro, lo hueles y parece que vas a beber matarratas.
Me parece verdaderamente lamentable, que pagues una pasta como valen las copas y que te envenenen de esta manera tan ruín.
Estuve hace poco más de un mes, me cogí una entrada con dos copas, la segundfa no la pude terminar y cuando llegue a mi casa no paré de vomitar en plan malísima.
Al día siguiente me quería morir.
Soy consciente que en muchos sitios tienen alcohol de mala calidad o garrafón o lo que sea, pero lo de este sitio es un escándalo.

Sólo lo recomiendo si te cae cerca por alguna razón. Yo he ido un par de veces porque un colega vive cerca y acompañándole a casa pasamos por la puerta. Pero, cuidado, no caigas en la «trampa»: los relaciones van hasta la zona de La Latina y te invitan un chupito con la copa. Te dicen que está al lado, que son cinco minutos… Y nada de eso. Para hacerse una idea, desde la boca del metro de La Latina hay un kilómetros (unos 20 minutos a paso normal).
Una vez allí, las camareras son las típicas niñas florero más pendientes de sonreir al guapetón de turno que de poner las copas. Eso sí, el lugar es grande, por lo que no suele haber agobios, y la música es un poco rara pero no desastrosa.

No sé si a vosotros os pasa, pero yo ya tengo una edad en la que no me hace mucha ilusión celebrar la Nochevieja. ¿Con amigos, o familia? Y, si es con los primeros, ¿con quiénes y dónde? ¿Pago cotillón y barra libre? ¿Bonocopas? Lanzarse a Madrid a «las bravas» puede que te haga terminar volviendo a tu casa sin haberte tomado nada…
En fin, que para esta Nochevieja, nos recomendaron este sitio. Como cenábamos en Lavapiés, no nos venía muy mal, y no estaba mal de pelas. Nos aseguraron que la música no era mala (funk y rock, variado), así que fuimos para allá.
Las entradas había que cogerlas en cajeros. Cuando llegabas allí, te controlaban el código de barras un portero de estos enormes. Y una vez dentro, te canjeaban el código de barras por otros papeles que en la barra cambiabas por copas. A mí el tema, ya me mosqueó. La gente, algo mayor. Cuando fui a dejar el abrigo y no pude porque todo el ropero estaba lleno, me mosqueé un poco.
Pero es que resulta que nos tocó el DJ manco. Sí, ese que pinchaba una música que sólo conocía él y un amigo que tenía al lado que le aplaudía. Pedimos algún tema «conocido» (a cada uno de los que íbamos nos gustaba una música, así que tenía para elegir) y el colega siempre decía «luego, luego», que debía ser en el Año Nuevo Chino, porque nunca puso nada.
Conclusión: después de quedarme dormida en un taburete, decidí que me marchaba. Otra Nochevieja, me planteo otra cosa…

Cuando empiezan a cerrar los bares de La Latina a eso de las 2.30/ 3.00 casi siempre acabo en el mismo sitio: el monkey. Diez euros de entrada (+consumición) y música y buen ambiente hasta las 6.00 de la mañana.
Si no sabes donde ir a esas horas en las que todos los locales echan el cierre, el monkey siempre es una buena opción, se puede escuchar buena música (aunque siempre depende del dj).

Conozco una combinacion ganadora para un día de lujo.
Merendola en el rastro, cena por allí cerca, ir de bar en bar por la latina, primero de tapas y luego a beber hasta las 3 y acabar en monkeys hasta las 6.
pues 10 euros mas consumicion no esta mal para la burrada que te pueden pedir en otros locales, y el ambiente en general es bueno. o todo lo bueno que puede ser a esas horas.
Eso si, depende de quien te toque como dj, preparate para mover el esqueleto como nunca o por lo contrario acompañar a la resaca del dia siguiente con un pitido constante en los oidos, y es que a veces me han tocado algunos que aun habiendo pagado los 10 euros me he marchado de allí, pues ponía una música que mas bien parecía que hubiese una obra detrás del local y lo fueran a derrumbar todo.