Tercer Tiempo

Sé que haciendo esto público me estoy jugando muy seriamente el tipo, pero no puedo evitarlo, este local es demasiado bueno y tengo que comentarlo. Es un pub que queda un poco fuera de lo que son las zonas de marcha, aunque bastante cerca de sitios como Moloko, por lo que tampoco está tan a desmano. Aparte de la ventaja de que no se suele petar tanto como los locales conocidos de la zona, sí que tiene una peculiaridad que hace que merezca la pena estar por aquí un rato: en el sótano tienen un futbolín al que puedes jugar gratis. Como lo oyes. Ya no hace falta inventar temas de conversación para excusar otra copa: siempre puedes echar un partidito. Eso sí, al ser gratis la gente tiene una tendencia exagerada a acapararlo.

El nombre del local es claro en la advertencia de su carácter postdeportivo, el lugar que después de la competición servirá refrigerios, en este caso, a los rudos jugadores de rugby que se han dejado piel y piñatas en el césped embarrado. El garito, sin embargo, amplía su propuesta a personal menos competitivo y a horarios más intempestivos que los del propio aperitivo.
Si bien su decoración presenta bravas instantáneas de este noble deporte sobre la persecución de un balón como un melón, el local habitualmente ha reservado alguna de sus esquinas a la exposición de la obra de algún artista contemporáneo (¿o no?). Por sus altavoces suele salir rocknroll del bueno, del que es tan recio como los personajes de las fotos de sus paredes. Por sus estanterías botellas cuyo servicio de copas resulta algo más barato que el habitual de esa zona de clubs. En la planta inferior un futbolín que sale por la patilla.